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¡El asesino exige disculpas!!!

category venezuela / colombia | luchas indígenas | non-anarchist press author Tuesday October 21, 2008 08:08author by Awá - UNIPA Report this post to the editors

Pueblo Awá - UNIPA. Comunicado 001

El genocidio indígena, público, descarado y sistemático ha sido ejecutado por el Estado al amparo del beneplácito de la comunidad indolente e ignorante frente a la estrategia de guerra sucia y terrorismo de Estado, que persigue saquear las últimas riquezas que se encuentran en los territorios olvidados por este, derramando la sangre de indígenas, afros y campesinos inermes.

Las autoridades Indígenas del Pueblo Awá asociadas en la Organización Unidad Indígena del Pueblo Awá - UNIPA, reunidos los días 16 y 17 de octubre en la Ciudad de Pasto, nos solidarizamos con nuestros hermanos y hermanas indígenas que se encuentran congregados en los departamentos de Choco, Córdoba, Valle del Cauca, Tolima y Cauca.

El pueblo Awá -UNIPA habita en los municipios de Tumaco, Barbacoas, Roberto Payan, Ricaurte y Samaniego en el departamento de Nariño al suroccidente de Colombia, con la hermana República del Ecuador, con una población aproximada de 19.000 habitantes. Nuestro territorio ancestral tiene una altura que oscila entre los 200 y 1.200 metros sobre el nivel del mar; en un ecosistema de selva húmeda tropical.

Desde hace 516 años hemos venido resistiendo y luchando para defender nuestra vida y nuestro territorio ancestral al igual que otros pueblos y sectores sociales y populares oprimidos, frente a lo cual el Estado ha respondido con el despojo de nuestros territorios, el asesinato de nuestros ancestros, la persecución y exterminio de nuestro lideres, apoyado en una legislación permisiva y amañada para legitimar el uso desmedido de la fuerza por parte del Estado y sus fuerzas militares.

El genocidio indígena, público, descarado y sistemático ha sido ejecutado por el Estado al amparo del beneplácito de la comunidad indolente e ignorante frente a la estrategia de guerra sucia y terrorismo de Estado, que persigue saquear las últimas riquezas que se encuentran en los territorios olvidados por este, derramando la sangre de indígenas, afros y campesinos inermes.

Las prácticas de represión y desinformación se pusieron a andar desde el mismo momento que inició gran la minga nacional de la resistencia indígena y popular; los medios masivos de comunicación no tardaron en transmitir la noticia de la toma de la carretera por parte de nuestros hermanos indígenas del Cauca en la vía Panamericana, desdibujando las reales causas de este levantamiento, tampoco se hicieron esperar las declaraciones de los condecorados Generales de la República señalando que la movilización estaba infiltrada por las FARC, ¿estas declaraciones serán acaso el resultado de las juiciosas operaciones adelantadas por la inteligencia militar llevada a cabo por soldados de la patria tan comprometidos como JAIRO DANILO CHAPARRAL SANTIAGO? ¿Las pruebas de infiltración de las FARC serán acaso el morral con camuflados, radios de comunicaciones, un manual con indicaciones de armas y explosivos que el soldado Chaparral Santiago accidentalmente iba dejar olvidado en medio de la movilización que se adelanta en el Cauca?,

Frente a hechos como estos nos surge una gran inquietud: ¿serán estas las pruebas que utiliza la política de guerra y exterminio del gobierno del señor presidente Álvaro Uribe Vélez para judicializar a todos los líderes: indígenas, afros, campesinos, sindicales y populares?

Nos produce indignación y vergüenza que en un país como Colombia, que tiene a nivel mundial una de las constituciones más garantistas en cuanto a los derechos individuales, colectivos, económicos y sociales, tenga un gobierno que criminaliza y reprime de la manera más cruel y sanguinaria las manifestaciones de resistencia pacífica, comunitaria y civil que promulgan el respeto por el derecho a la vida y la pervivencia de nuestros pueblos, a través de medidas legislativas como el estado de conmoción interior para debilitar la movilización de los trabajadores sindicalizados de la rama judicial, deslegitimando de esta manera las expresiones de los sectores sociales y populares, violando el derecho fundamental a la protesta, a la huelga y negando el carácter pluricultural de está nación y el derecho a no estar de acuerdo con las políticas y leyes que promulga el gobierno de turno.

Una de las grandes conquistas del mundo moderno es el estado social de derecho que garantiza los derechos fundamentales y brinda los mecanismos para hacerlos efectivos, en nuestro país esto se logro a través de las luchas de los sectores sociales y populares, garantías constitucionales que están siendo desmontadas por medio de contrarreformas políticas como: el Estatuto de Desarrollo Rural, la Ley de Paramos, la Ley de Aguas, las resoluciones del ICA y el código minero, además de las reformas constitucionales promovidas por este gobierno para beneficio del régimen que ostenta el poder. En este sentido, será que ¿estamos frente a una dictadura igual o peor que la de Augusto Pinochet?.

Las imágenes de la fuerza pública, armada con fusiles, granadas, gases lacrimógenos, tanquetas, chorros de agua presión, helicópteros, y unidades blindadas masacrando a nuestros hermanos que sólo cuentan con palos, piedras, sus herramientas de trabajo y su vida para defenderse no puede más que generar un sentimiento de rabia, ira e impotencia que nos motiva a sumarnos a esta causa justa que reivindica el movimiento indígena nacional.

Los informes de derechos humanos y derecho internacional humanitario presentados por el gobierno sólo reflejan las infracciones de los actores armados ilegales, pero no incluyen la sevicia con la que el Estado Colombiano asesina y masacra a quienes se atreven a elevar su voz de protesta como el compañero indígena Nasa que perdió la vida por un tiro de fusil, enfrente de 10.0000 indígenas que se encuentran en la Minga nacional y luego descaradamente ante los medios de comunicación justifica sus acciones señalándonos a los indígenas como “terroristas.”

Como un acto de respeto por la vida nuestros compañeros indígenas del Cauca han respondido con acciones como la entrega del soldado infiltrado a los organismos que defienden y protegen los derechos humanos a pesar de las malas intenciones.

Ante 2 personas asesinadas y un centenar aproximado de heridos del Cauca, Valle del Cauca y Risaralda, no existe ninguna manifestación de indignación por parte de este gobierno y sus generales, pero si se sensibiliza a la población colombiana con las imágenes de un policía herido por cumplir las ordenes de los generales de la patria que ven su tragedia gracias a los medios de comunicación.

Expresamos nuestro dolor frente a los compañeros y compañeras que han caído, los que se encuentran heridos, los que se encuentran detenidos, en ejercicio de su derecho a participar de la Minga Nacional de resistencia indígena y popular. A los familiares de quienes han sido victimas, les extendemos nuestra solidaridad y nuestra voz de apoyo.

Como autoridades del gobierno indígena rechazamos y condenamos las acciones de violencia por parte del Estado Colombiano para reprimir, señalar y criminalizar la resistencia pacifica del movimiento indígena de Colombia y nos declaramos en asamblea permanente en tanto el gobierno colombiano no de una respuesta positiva a las solicitudes y reivindicaciones de los pueblos indígenas y sectores sociales.

Reiteramos que como pueblos indígenas y ciudadanos colombianos estamos acudiendo a nuestro derecho a la protesta social y a manifestar nuestro desacuerdo frente a las políticas y leyes promovidas por el gobierno que atentan contra la vida y la integridad social y territorial, en este sentido no consideramos que las razones que argumenta el señor presidente de la república sean un impedimento para dialogar y atender las demandas de los pueblos indígenas y tampoco estamos de acuerdo con que incentive en los miembros de fuerza pública y sus familiares un sentimiento de rabia y de confusión pidiendo a los indígenas que se disculpen.

Es el gobierno del doctor Uribe Vélez el que debe disculparse por las balas que han salido de las armas de la patria para cegar la vida de cada uno de nuestras hermanas y hermanos colombianos que se han incrementado en los últimos años, por los señalamientos, por los falsos positivos que han mostrado como exitosa su política de seguridad democrática ante los ojos de la comunidad internacional, por el desmonte de los derechos y por la victimización y criminalización de las protestas sociales. En este sentido, es penoso que en declaraciones ante la prensa nacional el señor presidente de la república afirme que sólo somos “800.000”, ante lo cual sólo tenemos que decir que es producto de gobiernos criminales como el de Álvaro Uribe Vélez y sus políticas de guerra y exterminio por lo que estamos en vía de extinción.

Ante este panorama nuestros niños y niñas que están empezando a vivir, se preguntan ¿que esperanzas de vida tenemos con un gobierno cómo el de Álvaro Uribe Vélez?

¡¡¡¡Por el respeto a la Vida , a la Autonomía , a la Identidad Cultural, a la protesta social y a la defensa del territorio!!!!

Autoridades indígenas del pueblo Awá - UNIPA

17 de Octubre de 2008

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