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Entrevista con La Libertad de Costa Rica: Ocupación, Represión, Resistencias y Unidad de los Pueblos

category américa central / caribe | imperialismo / guerra | entrevista author Friday August 20, 2010 00:48author by José Antonio Gutiérrez D. Report this post to the editors

El 1o. de Julio, el parlamento de Costa Rica aprobó la petición norteamericana de permiso para albergar una cifra aún incierta de entre 7.000 y 13.000 tropas norteamericanas en su territorio, las cuales llegarían en 46 buques de guerra. Esta ocupación militar consentida por el gobierno de Laura Chinchilla estaría amparada por el capítulo de seguridad del TLC con EEUU y encontraría su "justificación" en la "guerra contra las drogas". Pero desde un primer momento ha quedado en claro que este no es un paso aislado sino que responde a una estrategia integral de militarización del área Centroamérica-Caribe por parte de los EEUU. La siguiente entrevista con los compañeros del grupo anarquista La Libertad entrega elementos sobre lo qué realmente está pasando en la región centroamericana, sobre la creciente represión y también las luchas populares en alza y cómo los libertarios se posicionan en el actual contexto. Añadimos como anexo algunos ejemplos de la creciente represión policial a los tímidos asomos de lucha social en la sociedad costarricense que permiten ver la falta absoluta de tolerancia con el disenso.
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1. La noticia de que miles de tropas yanquis desembarcarán en Costa Rica nos ha tomado a todos por sorpresa y refuerza nuestra visión de que EEUU está apostando a una re estructuración regional completa, de recomposición hegemónica, dentro de lo cual el aspecto militar es primordial. La región Centroamérica Caribe se militariza a un ritmo acelerado. ¿Qué lectura hacen ustedes de esta ocupación "amistosa"?

Primero es importante decir que la región siempre ha sido un punto estratégico para los Estados Unidos, principalmente como plataforma y laboratorio geopolítico para poner a prueba sus métodos militares que luego son exportados a otras zonas del continente. En este sentido, entendemos esta ocupación militar en el marco amplio de la movilización general de tropas del ejército gringo en el mundo, en donde Centroamérica se constituye como una especie de cordón periférico de defensa del Pentágono. En la medida en que el Imperio del norte va debilitando su poder económico (al enfrentarse son otras potencias y sub potencias) va aumentando su presencia militar.

En el caso de Costa Rica, los múltiples gobiernos de nuestro país han sido siempre aliados materiales y simbólicos de Estados Unidos. En este marco, la población está acostumbrada a una cierta “simpatía” hacia los gringos como modelo de sociedad “avanzada” y “democrática”. Esta ocupación viene a dejar de forma explícita esta relación de “amistad” que ha tenido antecedentes importantes de intentos de militarización del país. El intento de creación de una escuela militar regional ILEA en el 2000, el apoyo a Estados Unidos en la invasión a Irak en el 2003, la introducción de un capitulo en el TLC firmado en el 2008 que permite la venta y fabricación de armas de guerra.

Este contexto de referencia nos da cuenta de la política exterior hipócrita de los últimos gobiernos costarricenses, que manejan una imagen de país pacífico y defensor de los derechos humanos a nivel externo y conducen una estrategia de miedo y militarización a nivel interno. A esto hay que sumarle el rol que está jugando la nueva presidenta Laura Chinchilla quien ha sido en los últimos diez años una figura muy importante en el desarrollo de planes de seguridad regionales. Hay que recordar que ella tiene una amplia práctica profesional como consultora en esta materia, además de haber servido como Ministra de Seguridad en el gobierno pasado.

Para finalizar con esta respuesta debemos decir que esta ocupación llega en un momento donde la política de miedo y criminalización ha ido en aumento. En los últimos años el presupuesto de seguridad se ha duplicado, el entrenamiento militar a la policía se ha hecho más constante y los medios de comunicación se han encargado de aterrorizar psicológicamente a la población de tal forma que en el costarricense medio pide a gritos “mano dura”.

2. Siempre se piensa de Costa Rica como la democracia ejemplar, pero desde que ha habido un cierto incremento en las luchas sociales, cada vez se refuerza más la represión. De igual manera, Costa Rica ha jugado un rol nada honroso como "mediadora" a favor de los intereses norteamericanos en distintas crisis centroamericanas, la más reciente fue la del golpe en Honduras... ¿cómo entienden ustedes este panorama dentro del contexto de la ocupación norteamericana?

Costa Rica desde el siglo XIX ha jugado un papel simbólico en la región bastante constante. Este ha sido la construcción de la imagen de una nación pacifica democrática, blanca y europea que sirve como ejemplo para sus vecinos. Este mito a cristalizado en la famosa “Suiza centroamericana” que ha sido utilizada por las clases dominantes para mantener sus privilegios y movilizar a la población cuando sea necesario.

Esto se ha venido a ampliar desde la abolición del ejército en 1948, hecho que si vemos de cerca podemos relativizar. Esto debido a que el entrenamiento, el tipo de comportamiento y el presupuesto de seguridad viene a mantenerse constante, sólo que éste es dirigido hacia una “policía civil”. Esto a nivel político es muy importante para mantener la dominación de la población, que a nivel inconsciente reproduce esta “civilidad” que es diariamente desmentida por las acciones cada vez más brutales de los órganos de seguridad.

En el caso de Honduras, el ex presidente Arias jugó con su imagen de “Nóbel de la Paz” para mediar con su clásica política exterior de doble discurso. Paz en el exterior y guerra en el interior, de tal forma que la lectura que podemos hacer después de un año del golpe de Estado, es que el gobierno costarricense sirvió de cómplice y “apaga fuegos” que dejó el camino despejado para fomentar la “unidad nacional” y la reconciliación. Estos hechos para nosotros y nosotras significan una total legitimización del gorilismo y el militarismo que se ha agudiza con el total silencio del gobierno frente a los miles de muertos y desaparecidos. Y ni qué decir del deprimente protocolo de derechos humanos que ha dejado a decenas de familias hondureñas en la absoluta incertidumbre y olvido.

El último elemento importante para mencionar es la reciente noticia de que todos los gobiernos centroamericanos, a excepción del de Nicaragua, han aceptado la readmisión de Honduras en el Sistema de Integración Centroamericana (SICA) primer paso para el total olvido y legitimación de la política de seguridad nacional en la región. Esto por supuesto que tiene relación con la reciente firma del Acuerdo de Asociación con la Unión Europea que con total descaro e hipocresía legitima el nuevo gobierno militarista de Honduras con miras a saquear los pocos recursos naturales que quedan en la región.

3. ¿Cómo se está articulando la respuesta de los sectores populares a esta estrategia de despojo total?

La respuesta de los sectores populares está profundamente marcada por el contexto de dominio ideológico y pasividad que vinimos mencionando en las preguntas anteriores. A nuestro criterio la capacidad de respuesta ha sido muy débil, principalmente marcada por algunos factores como: pasividad, descontento con las organizaciones tradicionales, excesivita juridización de la lucha social y repliegue luego de la derrota del TLC en el 2007.

En este momento la mayoría de las acciones son de tipo legal y reivindicativo tales como: recursos de inconstitucionalidad, firma de peticiones, actos culturales y alguna campaña débil de información. Estas acciones, en un contexto en donde la seguridad y el aumento de la represión están bastante legitimados en algunos sectores de la población, crean una especie de cortina de humo que desmoviliza las convocatorias contra la ocupación.

Por último, nos queda decir que a nivel simbólico ha ido calando mucho el argumento de país sin ejército con policía débil que necesita ayuda externa para combatir a los “delincuentes y narcotraficantes”. De esta forma la “pacifica y pobre” policía costarricense necesita del siempre leal y bien preparado ejercito gringo para proteger a la población “desprotegida”. Esto para el gobierno nacional es sumamente barato en términos de inversión, además de convertirse en un arma de disuasión muy importante contra cualquier tipo de disidencia social.

Desde el espacio del colectivo La Libertad vemos que para levantar esta respuesta es necesario fomentar el anti-militarismo militante, la solidaridad regional efectiva y romper con la pasividad nacionalista dominante que tanto daño le ha hecho al movimiento antagonista de Costa Rica.

4. ¿Qué entienden por anti-militarismo militante?

Entendemos este concepto como una estrategia a largo plazo que se debe asumir en colectivo. Parte de dos puntos principales: primero de recuperar los planteamientos del anti-militarismo anarquista de principios del siglo XX y segundo darle una sentido local y contemporáneo a este rechazo de la estructura militar.

En ese contexto es que creemos que podemos apuntar hacia una anti-militarismo militante, en el sentido de ir configurando un proyecto alternativo a las fuerzas armadas y jerárquicas. En este punto es importante dejar claro que la crítica ácrata a la estructura del ejército va directamente hacia el sistema ideológico y material que le da sustento, o sea, los códigos mando-obediencia. De esta forma la crítica anti-militarista es un componente más de la lucha anti-capitalista y anti-estatista, pues es en las fuerzas armadas donde se concentra una de las caras más visibles de la dominación del sistema imperante.

Sabemos que dentro de esta visión a largo plazo hay mucho camino que recorrer y nosotros como colectivo no estamos en la capacidad de asumir estas tareas solas y solos. Por esta razón, apuntamos a contribuir a esta perspectiva desde una visión particular y mas cotidiana que se dirige a ir motivando en los movimientos sociales la vocación de señalar y denunciar la institucionalización de la violencia de todo tipo (sea estatal o privada). Esto es importante ya que en Costa Rica –un país sin ejército- el aparato estatal apunta a una interiorización profunda de la cultura del miedo y el terror al otro. Y es en esta política diaria donde se va militarizando la vida social, estrategia que prepara psicológica y materialmente a la población para permitir la invasión de los marines con la excusa de la ayuda humanitaria y el combate al narcotráfico.

5. ¿Qué entienden por solidaridad regional efectiva?

Este tipo de solidaridad apunta a dos aspectos principales. El primero tiene que ver con romper la política exterior hipócrita y reaccionaria que han construido los distintos gobiernos de Costa Rica con respecto a la región centroamericana. Históricamente nuestros gobiernos han sido fieles seguidores de la política imperialista de Estados Unidos y en esa perspectiva, Costa Rica ha servido como un “laboratorio político-ideológico” para la región en el sentido de promocionar al país como un ejemplo de democracia capitalista disciplinada y pacífica para el capital transnacional.

Este posicionamiento de las elites político-económicas es lo que queremos romper cuando hablamos de solidaridad efectiva. En este sentido, es una meta y aspiración a largo plazo que incluye tanto el vínculo cercano entre organizaciones sociales de la región como la articulación de una capacidad de respuesta más vigorosa frente a los ataques de las clases gobernantes y sus aliados. Estamos todavía lejos de esta realidad, pero ya es el momento propicio para irse acercando poco a poco a formas de coordinación y apoyo mutuo más cercanas entre los hermanos y hermanas centroamericanas.

6. En lo concreto, ¿qué propone La Libertad como pasos para empezar a oponerse a la ocupación?

Creemos que sería un “exceso” plantear pasos definidos para lo que se viene, ya que en este momento somos una parte muy pequeña del movimiento social como para poder influir de forma decisiva en el rumbo de los acontecimientos. En este marco apuntamos a una tarea que implique la denuncia constante bajo todas las formas posibles, el apoyo a las acciones que desde otros sectores se plantee para oponerse a esta ocupación y desmentir la política hipócrita y reaccionaria del gobierno costarricense tanto a nivel interno como externo.

En esta perspectiva valoramos de forma bastante importante el apoyo que nos ha dado este espacio de anarkismo.net para difundir nuestro mensaje y colaborar a desnudar de forma radical la política exterior de Costa Rica que con completo cinismo viola todos los acuerdos internacionales firmados en materia de derechos humanos, sindicales y ambientales.

7. ¿Creen por último que habrá un alza en las luchas en la región, considerando las recientes movilizaciones de Panamá y Honduras? ¿Cómo ven el escenario a mediano plazo?

Es una respuesta difícil de dar, ya que desde nuestro punto de vista el panorama es bastante oscuro y complejo. A nivel de las elites y sus aliados existe una amplia derechización de los gobiernos en la región, de la mano de un cerco mediático casi de hierro, en donde la mayoría de los medios de comunicación de Centroamérica estas controlados por la mafias político-empresariales. Esto es muy claro en los casos que se mencionan, ya que existe un acuerdo entre las cadenas de noticias más importantes de no difundir ninguna información sobre las movilizaciones en Panamá y Honduras. Por ejemplo en nuestro país no hubo ni una sola cobertura importante de las muertes y protestas en Panamá, ya que existe un pacto importante entre la presidenta Laura Chinchilla y Martinelli para no pasar ningún tipo de información que desacredite a éste último.

Este pacto entre Panamá y Costa Rica existe también con Honduras, de tal forma que podemos hablar de una especie de triángulo duro de derecha en la región que apunta a una estrategia expansiva de criminalización de la protesta social y una creciente militarización con el apoyo cercano de Estados Unidos, pero también de varios gobiernos europeos como son Italia, Francia y España.

Bajo esta panorama de incertidumbre vemos que todavía existen fisuras importantes que pueden ir abriendo los sectores populares, pero siempre con una perspectiva de resistencia y supervivencia con pocas posibilidades de construcción de alternativas sostenibles a largo plazo.


ANEXO

Casos de brutalidad policial en el país:

  • 12 de Abril: 50 agentes del Organismo de Investigación Judicial entran a la Universidad de Costa Rica a buscar a un oficial de tránsito por una mordida de $20. Saldo: estudiantes, profesores y funcionarios golpeados, encarcelados y torturados.

  • 29 de Abril: Protesta en el Caribe, provincia de Limón. Cierre de vías por lucha contra la privatización de los puertos. Saldo: 10 detenidos, golpes y torturadas. Una persona presa y cargos a múltiples profesores universitarios y trabajadores por "resistencia agravada, destrucción de propiedad, cierre de vías"

  • 8 de Mayo: Traspaso de poderes en la capital San José. Saldo 10 detenidos en su mayoría estudiantes universitarios. Un joven golpeado e inconsciente termina en el hospital. Policía montada, antimotines y infiltrados provocan una concentración pacifica contra la presidenta electa "Laura Chinchilla".

  • 13 de Mayo: Estudiantes del Colegio Vargas Calvo (cerca de la Universidad de Costa Rica) golpeados y arrestados por anti-motines. Motivo: protesta contra medidas injustas de represión en el "uniforme" y inconformidad con la dirección.

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