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Venezuela: el proceso en su encrucijada

category venezuela / colombia | la izquierda | non-anarchist press author Sunday October 23, 2011 01:43author by Roland Denís Report this post to the editors

Indira Carpio Olivo y Ernesto J Navarro entrevistan a Roland Denís

Se han ido creando nuevas organizaciones, nuevas prácticas, nuevas relaciones, casi todas ellas, el 90%, confrontadas con las autoridades inmediatas o no tan mediatas, llámese alcaldías, gobernaciones. Un ejemplo es la Confederación de Consejos Comunales de la Sierra de Falcón y la confrontación prácticamente violenta con la gobernación de la entidad y estamos hablando de un mismo campo político: el chavismo.
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-¿Qué opinión le merece la conformación del Gran Polo Patriótico -GPP-?

-En primer lugar me trae muy malos recuerdos. Porque me retrotrae a tiempos del miquelenismo y la extensión del MVR en el Polo Patriótico -PP- anterior, así como al proceso constituyente, presidido por un personaje tan oscuro y ridículo como Hermánn Escarrá.

El haber reiterado el mismo nombre, a mí personalmente, no me llama mucho la atención. Sin embargo, entiendo que la intención de Hugo Chávez en este momento es, primero hacer una evaluación del fracaso vertiginoso del Partido Socialista Unido de Venezuela -Psuv- como dirección política y como plataforma electoral.

-¿Cuál ha sido ese fracaso del Psuv?

-Desde la conformación del Psuv el chavismo lo que ha hecho es perder votos. Hay una correspondencia entre una cosa y otra. No se cuántos millones de votos ha perdido pero en todo caso las últimas elecciones no han sido muy felices y eso evidencia un hecho flagrante y es que la revolución bolivariana si tiene algún origen o­ntológico, políticamente hablando, tiene que ver con el rechazo a los partidos y a su lógica.

-¿Es por ese fracaso del partido de gobierno, que en su opinión, se convoca al GPP?

-Chávez, que de tonto no tiene nada, sabe que cualquier circunstancia que se vaya a presentar el año próximo va a ser muy dura. Las encuestas lo favorecen, pero seguramente una vez que la derecha logre unificar alguna candidatura, recogerá una cantidad de votos que en estos momentos no están de un lado ni del otro. Eso en términos electorales.

Chávez va preparando un escenario distinto. No puede presentarse ante estas circunstancias con el Psuv, porque se le escaparían las elecciones y eso le obliga a reconfigurar un espacio, un frente político que le permita abordar el proceso refrendario con una capacidad de movilización y convicción que, él desde sí mismo y desde la línea comunicacional del Estado, en este momento no lo va a poder lograr.

Y esa es la razón -por la que creo- se convoca la conformación del GPP.

-¿Hay diferencias ente el actual GPP y el anterior PP?

-Eso no lo se. Pareciera que si. Chávez sabe que si llama a una reunión de cúpulas (del Psuv, PCV y de unos cuantos partidos y movimientos sociales con mayor renombre) y esas cúpulas por decreto constituyen un polo, llámese patriótico o como se llame, eso va a fracasar.

Por lo tanto esa dinámica debe ser mucho más compleja, mucho más amplia, mucho más asamblearia, mucho más de base y eso es lo que está intentando construir hasta el momento.

Hay compañeros con los que participo en los mismos espacios de lucha que han estado presentes y han hecho algunas propuestas que tienen que ver con la necesidad de utilizar el GPP como vector electoral (inevitable). Pero también como un instrumento para la configuración -hasta donde se pueda- de una dirección colectiva del proceso, y en segundo lugar la posibilidad de que este GPP sirva para reestablecer la alianza programática con Hugo Chávez Frías.

Es decir que el apoyo a Chávez no esté dado por el gran líder que es, por la figura que es, por el gran cariño que se le pueda tener, por el rechazo a la derecha o por razones muy primitivas; sino por razones de fondo, programáticas, que deben ser debatidas ampliamente desde la base en grandes asambleas.

Y esa es nuestra propuesta.

-Cuando dices nuestra ¿a quiénes te refieres?

-A gente que venimos de proyectos como Nuestra América, la Red Guarura y diversos colectivos que tendemos hacia una misma corriente social, libertaria en el país. Desde ese espacio estamos proponiendo la realización de 10 asambleas.

-¿Por qué 10 asambleas?

-Porque hemos propuesto debatir 10 grandes temas, que tienen que ver con la tierra, con servicios, con el poder popular, con la política internacional, con la política petrolera, con la política indígena, con las comunidades, con el problema del control obrero, con el socialismo en sí mismo, con la moral dentro del Estado y su problema estructural.

Esas 10 asambleas deberían generar un consenso programático y una carta de lucha común y esa carta sería debatida y negociada directamente con Hugo Chávez y puesta su firma personal como compromiso programático con aquellos puntos, si es que está de acuerdo, por supuesto.

Ello, como candidato a la presidencia por este espacio, que luego de esto si tendría sentido llamarlo GPP.

-¿Por qué entonces si tendría sentido llamarlo GPP?

-Porque estaría defendiendo una tesis programática. Porque no se trataría de sólo defender la candidatura de Hugo Chávez, como si el problema fuera una cuestión emocional. O simplemente al caudillo, apoyar el caudillo y nada más.

-¿Qué pasaría si esta convocatoria termina siendo parte de una coyuntura electoral y nada más?

-Lo más probable es que no vaya más allá en el sentido inmediato. Lo más probables es que el polo se disuelva una vez sea electo Chávez, si es reelegido.

Ante esa coyuntura, nosotros tendríamos algo más interesante: una carta compromiso firmada por el nuevo presidente que es el mismo presidente. Tendríamos una carta compromiso (firmada por él) en la que refundaríamos, reestructuraríamos el acuerdo programático, por el cual hay un movimiento social que apoya directamente la candidatura de Hugo Chávez.

Con este acuerdo, todos los movimientos sociales en Venezuela podrán exigir a Chávez, de acuerdo a su compromiso, el cumplimiento de algunas pautas. Podrán conminarlo. “Bueno mi hermano, usted se comprometió con esto ¿Por qué no ha cumplido?”

Uno tendría un compromiso firmado con el que seguirá siendo el presidente de la República.

-Si el chavismo nace rechazando el partidismo ¿Cómo sobrevivirá el GPP con estructuras como la del Psuv?

-El espacio orgánico que se construya desde el GPP será muy difícil que conviva con estructuras como el Psuv, con el desgaste interno que tiene ese partido, con dinámicas tan terribles como la cooptación ¿Cómo puede convivir un gran frente popular con un partido que se basa en la cooptación de unos cuantos dirigentes impuestos allí, a su vez?

-Pero no estamos hablando de extraterrestres, muchos colectivos que se inscriben en el GPP forman parte del Psuv...

-Eso es una contrariedad entre ellos. Yo se que muchos están allí para buscar cargos. Algunos se inscriben en el GPP porque no les fue bien en el Psuv y a lo mejor les va mejor con otros nombres.

Hay muchas organizaciones de maletín que buscan recursos, cargos. Eso pasará porque ya está pasando y eso es, desgraciadamente, una práctica reiterada y repetitiva dentro de muchísimos movimientos populares en Venezuela.

Hay un desgaste del movimiento popular, en ese sentido, terrible. La propia dinámica del Estado profundiza ese desgaste al constituir una práctica corporativa de Estado frente a esos movimientos. Es decir el Estado se comporta como una empresa dirigente que gestiona unidades de esa misma empresa que serían los propios consejos comunales u organizaciones de base.

Bajo esa mentalidad, en la que “Yo soy la empresa y tú eres las unidades de base de esa empresa” y esa visión corporativa del Estado se ha desgastado el movimiento popular, perdiendo la autonomía y la capacidad de lucha y lo que más ha desgastado al proceso revolucionario y es que las organizaciones populares dejan de ser agrupaciones de lucha.

Al dejar de ser referentes de lucha dejan de existir para la gente. La misma gente que no tienen que ver con militancia, ni con política, la gente y común corriente ve a ese colectivo como medio para mantener el clientelismo tradicional del Estado adeco burgués de siempre en Venezuela.

Las relaciones entre el colectivo y el pueblo pasan por el interés de que a través de las organizaciones sociales pueden conseguir una casa, un trabajo, un favor y se vuelve a repetir la historia.

Al lado de la República corporativa burocrática están la República liberal oligárquica y la República autogobernante (en construcción) en la que la inmensa mayoría es electoralmente chavista a través de un vínculo afectivo con la figura de Hugo Chávez, pero nada tiene que ver con éste en términos orgánicos, porque no hace parte de ninguna relación real con Chávez.

Hugo Chávez es una figura mediática, simbólica, constituye una dirección “metafísica” en el proceso. Los autogobernados están llevando adelante el ideario original del proceso popular constituyente bolivariano.

En ese sentido hay un fenómeno revolucionario en Venezuela muy interesante.

-¿Dónde se llevan a cabo estas experiencias?

-Se han ido creando nuevas organizaciones, nuevas prácticas, nuevas relaciones, casi todas ellas, el 90%, confrontadas con las autoridades inmediatas o no tan mediatas, llámese alcaldías, gobernaciones. Un ejemplo es la Confederación de Consejos Comunales de la Sierra de Falcón y la confrontación prácticamente violenta con la gobernación de la entidad y estamos hablando de un mismo campo político: el chavismo.

Son circunstancias que se presentan en el país, como también con el movimiento Frío, en Barquisimeto. Un colectivo que empezó como movimiento de defensa de ocupaciones a edificios, de viviendas y que se ha desarrollado como movimiento del poder popular.

Esas organizaciones que recobran su condición de lucha pasan a conformarse como movimientos que se confrontan con el poder constituido. Eso es normal y no puede ser de otra manera. Es una experiencia que tenemos que vivir.

No estamos hablando de una decadencia total ni mucho menos. Estamos hablando sí de un campo político muy decadente, muy perverso que se ha venido consolidando cristalizando dentro del Estado, como naturalmente tenía que ser, sobre todo en uno petrolero.

Otro campo autogobernante se ha venido constituyendo dentro del movimiento obrero, campesino, comunal, indígena dando frutos muy interesantes en ese sentido.

El GPP gira alrededor de todo eso, o el que yo podría defender como virtual polo patriótico a constituir.

-¿Ese GPP frente a la figura de Hugo Chávez que relación tendría?

-Una relación de apoyo. En principio estamos para apoyarlo. Ahora ¿por qué lo apoyamos y bajo qué condiciones lo apoyamos? Entonces se acaba el caudillo y aparece la relación política concreta con un hombre y un camarada concreto. Esa relación debe reestablecerse sobre un acuerdo programático establecido a través de asambleas y consensos sobre temas fundamentales, estratégicos, cruciales para nuestro país.

Caso concreto, por ejemplo, las relaciones con Colombia ¿Acaso nosotros vamos a seguir silenciados ante las circunstancias de un gobierno fascista que sigue las mismas desapariciones y nosotros haciéndole la segunda aquí en Venezuela? Bajo esas condiciones no puedo apoyar a Hugo Chávez. Hay más desapariciones con el gobierno de Uribe que con todas las dictaduras del cono sur. Y la práctica sigue, igualita. En estos momentos están aprobando en Colombia una ley de impunidad absoluta frente a la violación de los DDHH que se están cometiendo en ese país (2).

-Hay quienes opinan que la conducción colectiva le resta liderazgo a Hugo Chávez ¿cuál es su punto de vista al respecto?

-Hay un problema con el liderazgo de Chávez tan absurdo, que nos rebaja a una situación de movimientos al lado de un caudillo campesino del siglo XIX. Es como si estuviésemos discutiendo con Zamora. Pero ésta no es la Venezuela de la Guerra Federal. Hugo Chávez no puede ser simplemente el líder que dice, que declama ante un pueblo oscuro, sin ideas, sin propuestas, sin historia.

Hugo Chávez es el hijo de este pueblo, no es el padre de este pueblo. Nosotros parimos a Hugo Chávez, parimos ese liderazgo. Algunos sectores dentro del gobierno intentan, a como de lugar, establecer una relación de pueblo oscuro y líder luminoso y ante un guía de la luz es imposible que se objete absolutamente nada, ni proponer cosas que él no hay propuesto o muchísimo menos rechazar cosas que él ha propuesto.

Algunos esperan que sea Hugo Chávez el que diga que éste es un Estado burgués, burocrático y corrupto para que tengamos el permiso de decir eso. Un absurdo total, un JALABOLISMO terrible de una burocracia cortesana que está allí impuesta, que hace parte de pequeñas tribus de poder que se han ido cristalizando alrededor de unos personajes que tienen una especie de permiso eterno para estar donde están y hacer lo que quieren.

Yo no le estoy pidiendo a Hugo Chávez que sea el mejor gobernante del mundo, sólo le estoy diciendo que esto existe y que es un absurdo, que nuestra relación sea el reflejo de la actitud cortesana de la burocracia corrupta de Venezuela.

-¿Cuál debe ser la actitud ,según Roland Denis?

-La actitud debe ser una actitud crítica, beligerante, constructiva. Porque aquí la vanguardia son las clases pobres, trabajadoras ¿De dónde va a salir una luz colectiva, una verdadera vanguardia? Esta revolución comenzó desde los polos más inorgánicos del pueblo.

El 27/02/1989 comenzó allí donde el pueblo no tenía organización, donde no había nada, sino simplemente la rabia histórica de ser quien es, el marginado eterno, el hambriento eterno.

Esos hambrientos marginados fueron los que comenzaron este proceso. A ellos les pertenece esto. La dirección de este proceso está allí y efectivamente se está haciendo allí.

Hay una burocracia cortesana que llega allí a diario para quebrar los procesos de maduración, de formación de gobierno propio que se han ido generando desde todos esos espacios y que se han ido cualificando con el paso del tiempo y que impiden la posibilidad de que eso se genere, planteando argumentos absurdos como que una conducción colectiva negaría al líder. Claro negaría al caudillo del siglo XIX, pero reafirmaría a un líder revolucionario del siglo XXI.

Ahora, hay quienes quieren regresar al siglo XIX para guardar su puestico en Pdvsa, pero ese es problema del que lo haga no del colectivo, siendo esta actitud verdaderamente contrarrevolucionaria.

-Ojala fuera solo una actitud, es una práctica...

-Claro, lo hacen porque tienen recursos. Porque el Estado no es más que eso, armas más chequera, eso es el Estado y con eso chantajeo y evidentemente la gente no tiene ni armas, ni chequeras y las necesita. Entonces el pueblo debe negociar lo que no tiene y en ese proceso se genera que la gente que más cualifica sus procesos sociales se aleje del Estado y se van produciendo experiencias autogestionarias, de producción propia que permitan obtener recursos para determinados proyectos (3).

-¿Los movimientos sociales que no se inscriban en el GPP pueden tener vida dentro de la revolución?

-El GPP no existe, se está construyendo, los movimientos sociales si, por lo tanto la respuesta está dicha. Es al revés la cosa ¿Tendrá la posibilidad de vivir el GPP sin esos movimientos sociales?

Notas:

(1) Roland Denis es un intelectual-militante venezolano y miembro del Proyecto Nuestra América

(2) -¿Qué propuesta tienen al respecto?

-Que se regrese al punto de partida de lo que fue la posición de Chávez cuando apenas empezó la presidencia. Que es una postura absolutamente legítima y que no chocaba en sí mismo con el llamado Orden internacional. Chávez reconoció que en Colombia hay una guerra. No hay un gobierno y unos grupos terroristas que sabotean la labor del gobierno.

Hay una guerra social, civil, que lleva décadas y que nos afecta a nosotros como país, que se interioriza en nuestro país. Tenemos todo el derecho de pedir, de exigir la PAZ en Colombia y en ese sentido el gobierno venezolano se promueve como un agente de paz en Colombia. Esa no era una posición de guerra contra el vecino, sino se estaba haciendo una declaración de paz, porque también hay venezolanos que mueren por eso guerra. Tenemos casi 300 campesinos muertos, muchos de ellos por sicariato colombiano y ¿eso no vale nada?

Pero eso es un punto. Podemos hablar de política petrolera, minera, entre otros temas trascendentales.

(3) -Eso es muy anárquico para el Estado ¿no? Estas prácticas autogestionarias muchas veces son captadas por el aparato burocrático y terminan siendo una representación más del corporativismo de Estado

-Ese no sería el problema en si mismo, porque esa sería la lógica de todo Estado. Ningún Estado provocaría la posibilidad de que se genere un sujeto que lo niego como tal. Por lo tanto está haciendo lo que tiene que hacer y en eso estamos claro, y mucho más si se trata de un Estado que no está construido por una revolución que destruyó el viejo Estado, por la violencia revolucionaria, pero que lo haya destruido. El viejo Estado está allí, enterito.

Pongamos como ejemplo el poder judicial. En este país están presos lo pobres, pero los pobres pobres, lo que no pueden pagar 60 mil bolívares que es lo que hay que pagar en este momento para no caer preso. Todos los poderes están totalmente podridos.

El problema no es que el Estado esté podrido, sino que fuera de él existan personas con una relación histórica con los dirigentes principales del aparato gubernamental y a través de esa relación privilegiada establecen las coordenadas necesarias para callar a todo el mundo.

Desde el movimiento campesino, obrero, comunal empiezan organizaciones a callar a todo el mundo, en vez de entenderse como las organizaciones de lucha que tienen que ser, porque ese es su naturaleza, su origen. Ahí si la revolución se acaba, se muere, porque nos convertimos en algo así como en el tercer capítulo de una lista de cortesanos en la que somos los últimos de la lista.

author by Néstor Franciapublication date Tue Oct 25, 2011 21:15author email francia41 at gmail dot comauthor address author phone Report this post to the editors

Roland Denis muestra los graves errores de interpretación que afecta a cierta izquierda “radical” que, como suele suceder con el ultra-izquierdismo, de situaciones reales extrae conclusiones equivocadas. Son muchas las barbaridades que se señalan en esa entrevista, pero nos concentraremos en las que nos parecieron las más descabelladas. Denis afirma que es necesario que el respaldo popular a Chávez “ no esté dado por el gran líder que es, por la figura que es, por el gran cariño que se le pueda tener, por el rechazo a la derecha o por razones muy primitivas; sino por razones de fondo, programáticas, que deben ser debatidas ampliamente desde la base en grandes asambleas ”. El apoyo a Chávez no es por “razones primitivas”. Esto es un gran irrespeto al pueblo de quien se asume, sin que nadie lo haya elegido ni corroborado, como una especie de representante esclarecido de él. Es verdad que buena parte de nuestro pueblo, inclusive entre quienes votan por Chávez, no tiene el nivel de conciencia que deseamos . Pero hay un muy amplio sector del pueblo con una sólida conciencia política e ideológica. Es un pueblo que ha venido creciendo en esa educación, bajo el liderazgo de Chávez, lo que se refleja en la gran afluencia de organizaciones sociales, miles de ellas, que se han registrado ya en el Gran Polo Patriótico. Existe una masiva vanguardia política y social innegable, que no tiene “razones primitivas”, sino racionales y muy claras para apoyar esta Revolución. Basta oír esas voces para darse cuenta de esto .

Denis se refiere a una propuesta suya que es realmente insólita. Propone que se hagan “10 asambleas” para debatir temas como el de la tierra, los servicios, el poder popular, la política internacional, la política petrolera, la política indígena, las comunidades, el control obrero, el socialismo en sí mismo, la moral dentro del Estado y su “problema estructural”. Según Denis “… esas 10 asambleas deberían generar un consenso programático y una carta de lucha común y esa carta sería debatida y negociada directamente con Hugo Chávez y puesta su firma personal como compromiso programático con aquellos puntos, si es que está de acuerdo, por supuesto ”.

¿Y quiénes serían parte de tales asambleas? El mismo Denis, suponemos, y otros que piensan como él. La sola idea de que temas como la política internacional y la petrolera se definan en unas difusas asambleas ya hablan de la gran irresponsabilidad de esa propuesta. En primer lugar, son temas de gran sensibilidad en un mundo tan complejo como este. Lo que pasa es que este “radical” no entiende que el tema del poder es algo muy serio, que no tiene nada que ver con sus devaneos intelectuales. ¡Cuán difícil es interactuar en el terreno internacional en un mundo como el actual! ¡Qué arduo y especializado es el tema petrolero, uno de los más decisivos del planeta, en la base misma de todas las guerras, invasiones y genocidios imperiales! ¡Qué infantil e irresponsable es plantear que estos temas tengan un definición asamblearia!

Pero además, Denis pretende convertir a Chávez en un rehén de sus fantasías : “ Ante esa coyuntura, nosotros tendríamos algo más interesante: una carta compromiso firmada por el nuevo presidente que es el mismo presidente. Tendríamos una carta compromiso (firmada por él) en la que refundaríamos, reestructuraríamos el acuerdo programático, por el cual hay un movimiento social que apoya directamente la candidatura de Hugo Chávez… Con este acuerdo, todos los movimientos sociales en Venezuela podrán exigir a Chávez, de acuerdo a su compromiso, el cumplimiento de algunas pautas. Podrán conminarlo. “Bueno mi hermano, usted se comprometió con esto ¿Por qué no ha cumplido? ” ¿Ignora Denis que se ese compromiso ya existe, y que reside en la Constitución Bolivariana, en las nuevas leyes revolucionarias, en el Plan Nacional Simón Bolívar, en el Plan Siembra Petrolera, en el ideario socialista revolucionario expresado de mil maneras por Chávez? Es un compromiso con todo el pueblo venezolano, no con Roland Denis y los grupos que lo acompañan.

Según Denis “Hugo Chávez es una figura mediática, simbólica, constituye una dirección “metafísica” en el proceso. Los autogobernados están llevando adelante el ideario original del proceso popular constituyente bolivariano”. Esto es lo mismo que dicen los reaccionarios sobre la relación entre Chávez y el pueblo, que se trata simplemente de una relación “metafísica”, “religiosa”. La obra revolucionaria es negada, así como el camino estratégico propuesto. Chávez es un líder revolucionario, honesto, comprometido, que ha favorecido con su Gobierno a muchos venezolanos que estaban excluidos, y que ahora comen, estudian, han visto mejorar notablemente los servicios de salud, con un aumento innegable de su calidad de vida, a pesar de que hay errores y dificultades. El pueblo mayoritario sabe muy bien que Chávez no es un dios, lo quiere porque es el líder de una propuesta que lo incluye, lo beneficia, le alimenta la esperanza y la expectativa de futuro.

El tema del Poder Popular no está resuelto. Esa resolución solo será posible después de un largo proceso que apenas despunta. Hay burocratismo, hay ineficiencia, eso lo reconoce Chávez y lo dice a cada rato. Pero la solución no es “halar el camino hacia nosotros”, sino recorrerlo, sin fantasías, con realismo, conscientes de lo largo y sinuoso que es ese camino. No es cosa de improvisaciones ni arrebatos. Ya lo hemos dicho: el reformismo y el ultra-izquierdismo son ambos desviaciones burocráticas. Ambos intentan impedir que el camino se recorra, conscientemente o no. El primero pone piedras en ese camino para que el pueblo no avance, el segundo trata de tomar atajos que no llevan a ninguna parte que no sea el abismo.

Aquí hay un líder máximo, se llama Hugo Chávez Frías, y nuestra gran tarea del momento es luchar para que arrase en las elecciones presidenciales de 2012. La lucha contra las taras, las inconsecuencias y las dificultades continuará. Pero continuará por el camino del pueblo, no por el de los reformistas ni el de los ultra-izquierdistas.

author by Diego Silvapublication date Wed Oct 26, 2011 21:26author email diegosilvasilva at cantv dot netauthor address author phone Report this post to the editors

Apreciado Nestor:

No imaginarás que pretendo defender a Roland, creo que él lo sabe hacer por cuenta propia; siendo que además, que creo al igual que tú, que algunas de sus proposiciones son un tanto Quijotescas (que no infantiles, como tu le llamas), pero le otorgo otras razones por la sencilla razón de que el gran movimiento popular que le ha dado el gobierno a nuestro presidente, ha carecido de una sustancia ideológica concreta; lo que hace casi imposible que se establezcan debates de altura, además de que en estos últimos 10 años, hemos vivido un proceso electoral permanente; y esa ha sido la prioridad que ha logrado que se difieran importantes aspectos del proceso.

No conozco personalmente a Roland (un par de encuentros no definen esa categoría), pero a ti si creo conocerte un poco, por lo menos a partir de la experiencia política que me comprometió con el PRV-FALN; creo que tu agudeza política, litigante (en el buen sentido de la palabra) y aguda, te ha llevado a magnificar desproporcionadamente lo que considero una propuesta de Roland, no un producto intelectual acabado.

Voy a tomarme la libertad de citar un fragmento de un artículo publicado por J. Biardeau (¡Que viva Simón Rodriguez! Ni Lenin ni Betancourt. Por: Javier Biardeau .Aporrea.org. Fecha de publicación: 18/02/10) cuando interpreta a Gramsci:

Hay que aligerar la carga de los llamados “intelectuales”. No podemos hacer fuerza para apalancar a los sacerdotes del “Capitalismo de Estado” o del “Socialismo de Estado”. El Estado genera sus propias supersticiones para auto-reproducirse. Una de ellas, instituir la más pesada alienación política . De ser servidores de los intereses públicos, se convierten en dominadores incontrolados. Mentalidad de funcionarios de partido y aparato, una verdadera casta de capataces políticos, con sus látigos y incentivos.

Los intelectuales han sido cuna de muchas “Nuevas Clases” (Goldner dixit ). Elegir desmantelar evidencias incontestables comporta riesgos, así como aburrirle la fiesta a los poderosos, a quienes aspiran en su lecho imaginario a gobernar-nos sin fin , en vez de crear las condiciones para el auto-gobierno de masas . De eso trata la democracia participativa y protagónica: Impedir que nos gobiernen nuestras vidas .


Te recuerdo entonces las palabras de una joven en un encuentro muy reciente del GPP con el presidente Chávez (Lorena Freitez...Tiuna el Fuerte), ella expresó (palabras más palabras menos, pero con mucho aplomo y respeto); No queremos lineamientos desde arriba ni de ninguna comisión promotora… queremos participar.

Esa es, a mi entender, la clave del discurso (y entiendo discurso, en este caso, como el enlace social del lenguaje político) de Roland.

El aspecto metafísico vinculado al apoyo al presidente no es de mi área de conocimiento puesto que no creo en el dios de los cristianos ni en ningún emisario celestial que nos arregle la vida a los humanos; razón por la que no debatiré el asunto; pero puedo decir que en mi vida de viajero asociada a la práctica revolucionaria, pude observar como las comunidades le colocan velas a algunos íconos representativos de quienes han luchado intensamente por sus intereses; sin que esto los deifique de ninguna manera; es más una ACTITUD religiosa, que el ejercicio de una religión específica: es como un conjuro mediante el cual se proteja la vida de los seres amados.

El Colombiano Jaime Bateman Callón (ex líder carismático del extinto M 19) hablaba de ello y decía en una entrevista que : “si una persona es intensamente querida, inmensamente sentida, se ocasiona una cadena de afectos..esa cadena de afectos lo defiende del peligro, lo defiende de la muerte..lo vuelve casi inmortal..o por lo menos impide el que lo maten a uno, de repente..así nomás”. Paradogicamente, el muere en un momento cumbre de su vida política, víctima de un atentado y luego, fueron asesinados todos sus lugartenientes uno a uno.

Nos-otros, venimos de una práctica revolucionaria asociada a una “interpretación” del marxismo y no de una ortodoxia irreflexiva que justifica los fanatismos, que es una aberración sicótica de las sociedades. Es por eso que creo que tu respuesta ha sido desproporcionada..como si se tratase de alguien que está cuestionando el liderazgo del presidente (que no es el caso de lo que leo o interpreto en la entrevista a Roland).

Basta con que a alguien se le ocurra insinuar que el presidente se equivocó aquí o allá, para que se activen las alarmas de quienes creen que la crítica es un elemento destructivo o disociador.

No se si me tildarás de ultra-izquierda Nestor, pero creo, con toda convicción, que en estos años se ha estado apuntalando en Venezuela una práctica política fundamentada en la obediencia a ciegas; y como recordarás, esa práctica, sumada a otros factores profundos, de carácter ideológico y estratégico, fue la que germinó la disolución de la organización a la que pertenecimos.

En esos años en que fuimos derrotados militarmente (mucho antes de la aparición del hoy presidente Chávez) unos optaron, ante la decepción, por desarrollar proyectos personales (algunos muy buenos y si acaso filantrópicos), otros por continuar la lucha en otras latitudes en donde se avizoraban vientos de cambio; otros se apartaron de la lucha social y se reincorporaron luego a raíz del proceso que adquirió continuidad a partir de la llegada de Chávez; y otros han pasado al bando contrario (de nuestro movimiento..muy pocos); pero lo que nos dejó una profunda huella a todos, fue la corrosión que ocasiona la práctica irreflexiva de la militancia revolucionaria.

No hay un formato definitivo y elaborado del proceso venezolano, identificar cuales de los fundamentos del marxismo que podríamos adaptar a nuestra realidad es una tarea complicada, hace falta discutirlo, pero sucede que las actividades pragmáticas permanentes del PSUV, no permiten otra actividad que no sea el culto a la obediencia de las líneas que “bajan” de la dirección, aún cuando se supone que existe un mecanismo democrático para hacer llegar propuestas y críticas a las instancias superiores.

Algunos de los líderes naturales de las comunidades (y entiendo por comunidad todo, hasta gremios profesionales) son absorbidos por el poderoso aparato del estado y su incansable proceso electoral y pasan a ser funcionarios públicos que pierden con el tiempo su autonomía o representatividad, se convierten en políticos profesionales.

Ojalá que este comentario estimule la imaginación creativa para la transformación, y no la perversa cacería de brujas que algunos, a nombre de un supuesto revolucionariómetro, pretenden desarrollar bajo el manto del poder.

Espero un libro de tu autoría, como una canción urgente, como un trino interminable que ponga tu desenfadado talento al servicio de lo que pregonamos.

Soy tu amigo.

Salud!!!

author by Néstor Franciapublication date Thu Oct 27, 2011 21:37author email francia41 at gmail dot comauthor address author phone Report this post to the editors

Primero que nada celebro la calidad fraterna y seria de tu respuesta. En cuanto a Roland, siento respeto por él. Es un luchador social de vieja data, un hombre inteligente, consecuente y por supuesto con pleno derecho a expresar sus opiniones. Creo, sí, que las posiciones expresadas en su entrevista tienden a ser ultraizquierdistas y equivocadas. Y de esto se trata, de un debate, de nada personal. Cuando uso el término “infantil” lo hago solo parafraseando a Lenin: “El izquierdismo, la enfermedad infantil del comunismo” (texto que recomiendo).

Comparto buena parte de lo que planteas. Soy un practicante de la crítica, eso es sabido. Sin embargo, la crítica tiene que ser ejercida sin distorsionar la realidad, que es en lo que creo incurre el camarada Roland. Por supuesto que la revolución está en lucha contra el Estado, no puede ser de otra manera, ya que lo que se plantea es la cesión cada vez más definida del poder del Estado al Poder Popular organizado. El Estado nuestro sigue siendo el Estado burgués. Mas es una mancha que no podemos borrar con productos milagrosos. Este Estado, con todos sus defectos, sigue siendo necesario. Marx habló de que en el tránsito hacia socialismo (y muy posteriormente al comunismo) el Estado no podrá ser abolido de un día para otro, sino más bien se trata de una extinción paulatina. Este último término es muy importante, ya que esa extinción solo ocurrirá después de un proceso largo, complejo, lleno de contradicciones y aprendizajes.

Pienso, por otra parte, que en este momento es necesario establecer prioridades. No arbitrariamente, sino jerarquizando la importancia de las contradicciones presentes. En mi opinión, el orden de esa jerarquización es el siguiente:

1. La contradicción principal de nuestra época es entre el Imperialismo y los pueblos. A esta lucha se supeditan todas las demás

2. En segundo lugar, está la lucha entre dos propuestas estratégicas y antagónicas de largo alcance: la que plantea la construcción del socialismo, por un lado, y la que promueve la conservación del capitalismo, por el otro. En nuestro país el nudo de esa lucha es la que se expresa en el chavismo, por un lado, y el antichavismo, por el otro

3. Luego están las contradicciones entre las distintas corrientes en el seno de la Revolución. Es una de las batallas más difíciles, pues todos estamos aprendiendo. Nadie puede asegurar que lo asiste la razón en todos sus puntos. La manera ideal de dirimir esas contradicciones es la que estamos ejerciendo: el debate abierto y público

4. Está la contradicción entre el Estado burgués bajo gobiernos revolucionarios y el orden proletario naciente: otra batalla durísima que no se resolverá de la noche a la mañana. No podemos establecer de antemano cómo habrá de desarrollarse, solo podemos alentar que el debate continúe y que el Poder Popular siga pugnando por hacer crecer sus espacios.

5. La contradicción entre la cultura capitalista y la cultura socialista. Esa será a la larga, en mi opinión, la más ardua y prolongada. Es el veneno más arraigado, por ello es más difícil producir el antídoto

En ese orden de ideas, insisto en que nuestra tarea principal del momento es fortalecer el liderazgo antiimperialista y socialista de Hugo Chávez, y unirnos férreamente para garantizar una victoria contundente en 2012. Y no dejar de luchar, por supuesto, por los ideales superiores.

Demos alas al debate. Agradezcamos a medios como este, que lo permite y lo fomenta.

Saludo solidario y revolucionario, para ti y para el camarada Roland Denis.

author by Roland Deníspublication date Fri Nov 04, 2011 21:47author email jansamcar at gmail dot comauthor address author phone Report this post to the editors

Antes que todo saludos al compañero para no perder el respeto. Segundo quería decir que una respuesta no me llamaba mucho la atención. ¿Que podía responder ante juicios de divulgador de "barbaridades" y desviante "ultraizquierdista" que no sea ¡no yo no soy eso pero tu sí eres un reformista-burócrata..., ta ta, ta,?. Que fastidio, eso se parece a las peleas con los muchachos del MAS cuando era estudiante. En todo caso que me disculpe que más puedo hacer, todos sus años de experiencia le deben dar unas claridades de juicio considerables y por tanto lo que me queda es pasar la pena y añadir a los epítetos acostumbrados de los tribunales ideológicos del chavismo dos nuevas versiones, para estar mejor advertido en la próxima. Pero releyendo su comentario hay dos cosas básicas que si me obligan a responder ya que no tienen nada que ver con los juicios personalizados del amigo y los juicios que yo eventualmente le haría a él, sino con cuestiones que están a mi parecer en el fondo de la polémica actual y que develan perfectamente cosas que yo mismo no había entendido en la formación de lo que hemos llamado la "república corporativa-burocrática". En ese sentido le agradezco mucho las críticas a Néstor Francia porque son esclarecedoras.

En primer lugar esta aquella afirmación recalcada en su respuesta respecto a que el poder es algo muy serio. El argumento es sencillo de su parte, en pocas palabras: ¿a quien se le ocurre que temas como la política internacional o el petróleo puedan ser tratados, debatidos y convenidos directamente con el presidente en desdibujadas asambleas -controladas "por la gente de Denis" según parece-, en un mundo tan difícil, duro, complejo, etc. Eso sería una típica desviación de barbarismo propositivo y ultraizquierdismo, ¿por qué?, porque el poder es algo muy serio y ya, y esas son decisiones que las toma Chávez y ya. Claro todo el poder es serísimo estamos de acuerdo y mucho menos está para acordar nada con aquellos payasos –mundo no serio- y loquitos que no son poder sobretodo en temas ¨tan serios¨. Esto me recuerda, tratándose de la crítica de alguien que trabaja en PDVSA, una propuesta que algunos compañeros llevaron a esa instancia y en la cual yo trabajé para ver si era posible acordar entre PDVSA y una gran empresa social nacional, donde participarían gentes de todo el país y hasta profesionales que han hecho parte de la solidaridad internacional con Venezuela, un contrato de producción en la faja petrolífera bajo un modelo de territorialización y socialización de la riqueza. El contrato era el mismo que lo convenido con tantas transnacionales en la faja pero tratándose de gentes sin capital PDVSA daría un crédito inicial para empezar el trabajo…a la final les probamos que eso le saldría mucho mas barato a PDVSA que cualquiera de los acuerdos con transnacionales además cambiando a fondo relaciones y modelos de producción y distribución de riqueza, siguiendo el ideario socialista que los señores de PDVSA supuestamente defienden. ¡Vaya pecado¡, ¡que cuerda de pendejos e ingenuos de verdad que fuimos¡. Efectivamente a los compañeros los vieron como gallina mirando sal. Y el argumento, sólido y conciso en definitiva: esta es una corporación muy seria que no hace locuras, trata por tanto con gente muy seria que posee cosas muy serias como los miles de millones de dólares que ponen delante las transnacionales a la hora de acordar contratos y no con limpios que creen que van a cambiar el mundo, "por favor se me salen de aquí", fue en definitiva la conclusión de la reunión. Lástima era y es un proyecto no sé si muy serio para los gustos del amigo Nestor pero bellísimo incluida su propuesta tecnológica hecha con cabeza propia. El mismo Guisti brincaba en una pata ante la respuesta de sus metamorfoseados discípulos, nuevamente vencía la lógica serísima -claro que sí- de los serios argumentos de quienes deben estar en estos momentos –seriamente hablando- en una fiesta sin final después que la serísima OTAN acabó con Libia y se la tomaron por completo.

El protocolo del poder y su faz de seriedad y majestuosidad moderna nace precisamente el momento en que los serios burgueses logran configurar unos estados y una burocracia a imagen y semejanza de su figura y personalidad. ¿es que las corbatas como protocolo obligado de vestimenta de dónde viene?. Súmese guardias, alfombras, protocolos de reunión, etc, todos iguales a las oficinas del grandioso Henry Ford. Pero esa seriedad no es solo ceremonial constituye una alianza civilizatoria entre estado y capital, ser poder y ser empresario. Como centros de dominio del mundo ellos mismos inventan e imponen la "seriedad" de su hacer y sus formas de hacer, frente a un resto bárbaro o al menos muy ignorante, cómico y bruto. De esta manera todos nos achicamos apenas entramos en cualquier palacio u oficina del poder. Además el poder es el lugar donde se deciden los destinos del todos, mas serio aún. ¿Como puede ser entonces que unos "sarrapastrosos" lo estén convidando en asambleas a acuerdos programáticos sobre temas tan serios "disque" para concretar la obediencia del mando?, que tanto repite el propio comandante Chávez por cierto.

En definitiva ¿quién puede decir que lo que se hace y decide desde la presidencia de la república no es muy serio?, nadie, pero precisamente por ello ¿porqué eso se utiliza como argumento para convertir en una barbaridad ultraizquierdista el que halla una correspondencia directa entre lo que se hace y decide desde un lugar de poder como ese y el mandato acordado dado por el pueblo en asamblea?. Sin lugar a dudas que se trata de un perfecto reflejo de conciencia de esa ¨burocracia cortesana¨ que en la medida en que ha autonomizado su poder y condición social al mismo tiempo exige que los ¨grandes temas¨ queden en manos del ¨gran líder¨ (del gran partido cuando eran adecos) y a la final en manos de ellos mismos, además diciendo que aquí todo lo decide Chávez. Es terrible como utilizan el liderazgo de Hugo Chávez como argumento para desprenderle el poder al movimiento colectivo que los llevó precisamente al lugar donde están. Para no rendir cuenta a nadie, dada la seriedad de sus asuntos, y convertir la confianza cierta en un líder en razón por la cual la participación popular esta buena para discutir preámbulos de leyes y asuntos de alcantarillas pero jamás la política de un país, ¨que ya es un asunto demasiado serio¨, es decir, asunto de los únicos serios que son ellos mismos. Rodolfo Sanz cuando era ministro del MIBAN resumió esta forma de conciencia de manera perfecta. Le preguntaron algo sobre el problema de los mineros y este respondió tal cual "el gobierno no discute con limpios". Hubiese sido mejor que el amigo Néstor Francia recurra a estos argumentos mucho más sinceros, que nos diga por ejemplo: "el presidente no tiene porque sentirse emplazado por una cuerda de limpios, zarrapastrosos y loquitos para tomar sus decisiones. El poder es algo muy serio y sus decisiones se discuten con gente seria"... y ya sabemos quienes son los "serios" en este mundo de sueños socialistas pero aplastado por la división social, clasista y tecnocrática del poder. Así si estamos claros.

El otro punto igualmente esclarecedor de lo que es esta modalidad de conciencia y que yo tampoco terminaba de entender bien, es el bendito "irrrespeto al pueblo". El argumento también es muy sencillo, en algún momento de la entrevista dije –no hay problema asumo la responsabilidad- que el acuerdo de apoyo a Hugo Chávez no podía ser solo de sentimiento, de respeto, cariño, negación a la derecha, etc. Que no podía ser por razones "primitivas" sino un acuerdo programático (de allí la propuesta nuestra de las diez asambleas o mutiasambleas territoriales que produzcan una carta programática común en cada una de ellas y esto sea discutido y acordado con firma de compromiso por el presidente). ¡Terrible irrespeto al pueblo¡ decirle primitivo –y claro al presidente, porque el es el pueblo-. Primero nadie está calificando pueblos de primitivos, se esta caracterizando las razones de un respaldo político popular, si este se da por razones primitivas o como quiera decirse o por razones de compromiso y conciencia. Resulta que el pueblo como no da para eso porque no le dan sus niveles de conciencia, sino para ¨querer y amar al líder¨ entonces lo que estamos haciendo es faltándole el respeto al amante -y al amado por supuesto- y queriendo imponer el ultraizquierdismo de los que nos creemos los esclarecidos del mundo.

Yo no se si este pendejo que ahora escribe tiene razón o no en lo que propone asumiendo la línea de todo un colectivo que algo tiene que ver con "pueblo" y bastante lejos de creerse la luz de nadie. Lo que si es cierto, y por favor no me digan lo contrario, es que es el amigo Nestor Francia quien es un tremendo irrespetuoso (pueblo es sentimiento e interes primario, dirigente es conciencia) paradigma de toda una historia de izquierda desmoronada de donde viene precisamente Nestor Francia y hasta yo mismo. Una "mentada de madre" viejísima a todos los pueblos del planeta que se retrotrae desgraciadamente al genio de Lenin. Y no solamente eso, ya que esta cuestión que me llevaría a introducirme en la miseria de los calificativos en que no quiero caer aunque a veces sean inevitables. Lo cierto es que esta afirmación devela nuevamente lo que es ya no solo la modalidad del pensamiento propio de una burocracia cortesana, sino su estrategia esencial.

Convertir "al pueblo" en un niño, en un ser que es bello y revolucionario por el cariño que le tiene a su líder (que no tiene la conciencia de los esclarecidos y por lo cual "tenemos que formarlo"), hacer de eso toda una línea de construcción mediática y propagadística que desde hace años inunda a todo el país, no es solo una falta de respeto a tod@s nosotros-pueblo sino la estrategia esencial de una clase dominante emergente. Se trata de un espacio social todavía débil y temeroso de su futuro que de manera desesperada necesita de ese pueblo-niño para no ser cuestionada como casta privilegiada y puesta contra la pared y… –no digo más- como se merece y donde "demasiado pueblo" ya esta desesperado por hacerlo. El pueblo infantilizado es la estrategia central de esta casta incuestionable que aspira convertirse en clase y por los billetes acumulados esta a punto de conseguirlo (y no es precisamente Néstor Francia su mejor beneficiario material, todo lo contrario, es uno de muchos que piensa para ella, saquen sus conclusiones de quien es). Necesita por un lado desplazar su competidor inmediato, la vieja oligarquía mientras no haya arreglo, pero sobretodo invisibilizar o si la cosa se pone fea, reprimir a quien la sacaría a palos de los palacios donde habita: el pueblo conciente y en lucha.

El mismo Hugo Chávez sin quererlo fue quien me dio una de las luces mas sólidas respecto a este problema que ya se vuelve un verdadero asunto estratégico. Justo después de haber salido de la cárcel, un mes dos meses después, se dispuso un mitin del "militar alzado" en Coche-Caracas dentro del mercado que es el principal de la ciudad. Ayudamos para ello, en mi caso teniendo un bonito trabajo acumulado en la zona. A la final todo salió muy bien, pero hubo un detalle que me sorprendió y del cual tuve que aprender. Resulta que en el mitin apasionado de Chávez el hombre jamás se refirió a los asuntos que tocaban el interés inmediato de nadie y menos de aquellos trabajadores que lo oían –caleteros, vecinos, asalariados del mercado- muchos de ellos para ese entonces analfabetas. Yo mismo me decía: "pero coño de que esta hablando este loco que solo se refiere a Bolívar, Zamora y Simón Rodríguez, y no se refiere a los problemas de la gente –ignorantes-, nadie le va a entender nada". Pues no, yo mismo no podía creerlo, en la medida en que se hacía más "histórico", mas lejano a quienes somos en nuestro "primitivismo" y egoísmo inmediato más se apasionaba la gente hasta llegar a unos gritos delirantes. "Me caí de culo" como dicen las buenas lenguas. Entendí una vez más después del 27 de febrero que aquí hay "un pueblo", una clase trabajadora sin duda, que es mucho más que una suma de sentimientos e intereses particulares y que constituye en sí mismo una conciencia inmensa que se devela en la rebelión. El discurso de Chávez tocaba esa fibra por el lado de la identidad básica que nos constituye no como "nación" solamente sino como pueblo que se rebela. Juntó y le dio correspondencia a "nuestra historia rebelde" y nuestra condición concreta. Y es allí donde Chávez comienza a hacerse no el padre sino el hijo predilecto del pueblo "en lucha", quien lo interpretó perfectamente en ese entonces y al mismo tiempo mucho aprendió de él y ayudó con genio a generar una direccionalidad liberadora dentro de él y bajo los códigos de él.

En todo caso, desde ese entonces entendí que no somos ningunos niños, tampoco unos esclarecidos (que cosa tan patética que el confundir libros revolucionarios leídos con conciencia). Apelo simplemente a esa obra que es a mi parecer una de las más bellas escritas por la literatura marxista: "El socialismo y el hombre en Cuba", obra del Che. Allí precisamente lo que parecía convertirse en un culto a Fidel, se convierte en todo lo contrario. Fidel es una síntesis moral, un ejemplo y sobretodo una idea, jamás un sentimiento. Una moral y una idea emancipadora que solo se hace verdad en la encarnación colectiva, que se refuerza por supuesto todas las formas de nobleza sentimental. Fidel nunca es el pueblo es simplemente una herramienta moralizante y directiva para él. Pero para estos amigos esto jamás puede ser tratado de esta manera. Chávez –que no es Fidel obviamente- es un sentimiento y quien piense y actúe en consecuencia a lo que supone pensar será acusado con todos los epítetos (anarquista, saboteador, infiltrado, ahora ultraizquierdista, etc) que ya van organizando en su listado. Es decir es una herramienta de sus intereses.

Un Chávez-padre y un pueblo-niño-sentimental-inconciente, es su estrategia simbólica y mediática fundamental y a la final el centro de su estrategia política para acusar toda forma de rebelión y confrontación al orden constituido que ellos manejan en un movimiento colaboracionista o infiltrado por la derecha, el imperialismo lo más detestable del mundo. Pobre Evo Morales –siempre con reconocimiento a su liderazgo revolucionario- que quiso seguir las mismas pautas de esta burocracia cortesana -al servicio en este caso de las transnacionales brasileñas- con el último alzamiento indígena por el asunto del Tipnis o algo así,. Después de acusarlos con todos los calificativos disponibles donde Venezuela es ya escuela y casi masacrarlos –desastre interno para él-, tuvo que recibirlos en su palacio con "todo el respeto hermanos míos" y asumir todas sus peticiones. Claro, a nuestros maestros les faltó decirle que para hacer eso con éxito, es decir aplastarlos antes de su llegada, se necesitaba más que de armas y epítetos de una chequera como la de PDVSA a sus órdenes y disposición de compra, además de unos acusadores de talla respaldados por una buena parte de los movimientos comprados, cosa que por ahora no tiene. Busque hermano su propia línea.

Terminando no quería tocar este punto pero es inevitable. Lo que nos esclarece Néstor Francia respecto al pueblo-niño, me disculpa el amigo pero demasiado se parece a la teoría muy bien elaborada de Karl Smith (ideólogo nazi) respecto a la inevitable irracionalidad del poder. El poder siempre será voluntad-mito-sentimiento sintetizado en su ícono personal o jefe único, jamás una asamblea deliberante y racional, sino la relación entre un pueblo irracional adulador y sometido al mito del jefe que es a su vez el mito de la grandeza nacional. Pura basura fascista que ya sabemos para que sirvió y sirve si examinamos el neofascismo y sus estrategias complementarias de guerra y consumismo, Pues bien, yo sé que Néstor Francia ni tantos de sus semejantes no son ningunos fascistas ni mucho menos, por favor. Pero hay algo que no me explico y es porqué a la hora de asumir esa conciencia y estrategia cortesana terminan en algo que en sustancia se parece tanto.

¿No será será que es ella la que es absolutamente infantil, irracional y cómica a la hora de defender los intereses suyos y de los muy superiores y beneficiarios a ella?. ¿Es que no se dan cuenta que así están cavando hasta su propia tumba?.

Camaradas una sola cosa más, tengan por seguro –no importa si lo que estamos proponiendo nosotros sea una loquetera ultraizquierdista o fantasiosa, seguro que hay mejores- pero que si no hay en este asunto del Polo Patriótico y lo que supone como movimientismo popular, algo que reviente esta estrategia tan bien consolidada hasta en nuestra baja conciencia de lo muy serio que es el poder y muy sentimental y primario que es el pueblo. Es decir que reviente esta estrategia y de alguna manera comience a reventar a los que se sirven de ella, la victoria electoral cuéntelo pero desde ya está en "pico e zamuro".

Volvemos por todos los caminos

author by Mariano Pachecho - Marchapublication date Mon Dec 12, 2011 19:43author address author phone Report this post to the editors

El ex viceministro venezolano Roland Denis conversó con "Marcha" en el clásico bar porteño La Giralda, a cuadras del obelisco. Contó sobre su estadía en el país y su impresión sobre la política en argentina, los movimientos populares y el kircherismo.

Roland, que fue viceministro de Planificación y Desarrollo del gobierno de Chávez entre el 2000 y el 2003, sostiene que hoy en día, sin ocupar un puesto en el aparato del Estado, se siente más bolivariano, más integrado al proceso que algunos que son funcionarios. Cuenta que una vez, cuando dejó de ser ministro, ante la pregunta de un colega, acerca de si seguía siendo parte del proceso, él le respondió: “Yo te hago la misma pregunta. Porque pareciera que algunos que están en el gobierno ya no están con el proceso”. Lo mismo pasó –continúa– cuando unos obreros, una vez, tomaron su lugar de trabajo. Ellos dijeron: “Nosotros apoyamos al gobierno. Pero pareciera que el gobierno ya no nos apoya a nosotros”. Es que tanto el proceso –concluye– como las fuerzas que lo integran, son muy complejas.

Ahora, Roland Denis se explaya ampliamente acerca de cómo vio la política Argentina, qué impresión se lleva luego de pasar estos días en el país y recorrer varios lugares donde organizaciones populares llevan adelante sus tareas diariamente:

“Hay en Argentina una recuperación muy fuerte del formato institucional, el poder constituido, con todo lo que implica para la tradición del país. Recuperación que corre a través de una fracción burguesa muy lúcida, muy inteligente, que sabe que, a estas alturas, ya no puede rechazar el proceso histórico tan importante que se vivió aquí, como fue la lucha armada de los 70, hasta este ciclo actual. Una fracción que supo entender que el hecho histórico no es descartable, que ha ocurrido, y hay que reconocerlo. De allí que descarten esa interpretación histórica que se dio, de una manera u otra, a través de Alfonsín y el peronismo de Menem, que implicó una suerte de paté de asesinos y se compromete o utiliza toda esa historia para refundar un orden burgués posible, de recuperación y refundación del orden republicano, democrático-burgués.

Pero también me he encontrado con algo muy interesante: la continuidad de lo que yo llamaría el acontecimiento –para decirlo con las palabras de Raúl Cerdeiras– del 2001, como parte de todo un movimiento de revuelta. Desde Venezuela teníamos la impresión de que aquello había sido, pero ya no era. Que aquello había sido recuperado, casi en su totalidad, por todo este movimiento reformista del kirchnerismo o, sencillamente, que había quedado completamente marginado y reducido a pequeños colectivos excéntricos. Pero no: todavía sigue siendo un hecho orgánico a lo que es todo el movimiento popular argentino. Y que cuenta además con toda una experiencia de construcción de poder popular, de experiencias en comunicación, en educación, en todo lo que puede ser la fase constitutiva de lo que en Venezuela llamamos la República Autogobernante, realmente muy hermosa. Esto, por supuesto, desde un cuadro completamente minoritario, analizado en términos cuantitativos, pero muy intenso, con lo cual todavía tiene una proyección hegemónica muy fuerte. Y termina, de alguna manera, con las trabas históricas de la izquierda. Ya sea de los distintos partidos, del marxismo-leninismo, como también de la izquierda nacionalista. Entonces veo, en estos movimientos de ahora, un salto cualitativo que arrastra al conjunto. Me doy cuenta de que, en sus prácticas concretas, estos movimientos generan valores muy parecidos a lo que han sido estas verdades nacidas de todo ese movimiento del 2001, por ponerle un nombre.

Y acá tenemos un parecido con Venezuela, en el sentido que pasa lo mismo que pasó allá en el 89, y en un ciclo histórico también muy parecido, donde pasaron 10 años (claro que allá se sumaron rebeliones militares que acá no hubo), de aquél caracazo, y llegó el punto en que todo ese movimiento de revuelta popular, de resistencias, tuvo que plantearse el problema del poder. Porque no queda otra salida más que plantearse el tema del poder verdaderamente. Claro, allá se contó con una burguesía medio imbécil, que insistió casi de manera idiota, imponer un modelo neoliberal a como dé lugar (estamos hablando de la presidencia de Rafael Caldera, anterior al triunfo de Chávez), y por supuesto, fracasó por completo. Y en ese sentido, el deterioro generalizado en Venezuela fue gigantesco. Lo que explica también, de alguna manera, que la candidatura de Chávez como expresión de todo ese movimiento, haya resultado triunfante. Pero claro, si Chávez es la salvación de un sistema, lo es de una manera muy diferente a esta expresión burguesa que es el kirchnerismo. Porque Chávez no expresa a ninguna fracción burguesa, más allá de esos burgueses que él mismo ha creado, a través de toda la corrupción a partir de la cual todos esos jefecillos militares y civiles, se han ido enriqueciendo, se han vuelto multimillonarios en estos años de chavismo, pero ellos no componen una fracción de clase en sí misma. Y en este sentido, Chávez expresa otra cosa.

Pero para concluir con la situación de Argentina, diría que aquí hay un potencial muy fuerte. Sin embargo, hay dos cosas sobre las que he estado insistiendo en las distintas tertulias y conversaciones que he tenido en estos días con los distintos movimientos, y es que, primero, tenemos que ser capaces de superar todas estas alegorías de la identidad como movimientos sociales, porque son una inmensa trapa, incluso del lenguaje. Porque el movimiento social no se plantea el problema del poder. Cuestión que ha llevado a situaciones casi trágicas a algunos movimientos gigantescos y que son paradigmáticos en el continente, como es el caso del Movimiento de los Sin Tierra en Brasil, que al no plantearse el problema del poder, quedaron atrapados luego de la asunción de Lula al gobierno. Y eso, obviamente, los ha deteriorado en su fuerza, en su capacidad. Eso en primer lugar. Y en segundo lugar, que el problema del poder tiene que plantearse. Hay que decirlo: somos movimientos revolucionarios. De base o como quieran llamarse, pero movimientos de ruptura, de quiebre del poder constituido. Porque si hay algo que puedan enseñar todas estas experiencias democrático-revolucionarias que se han dado en los últimos años en Nuestra América (particularmente en Venezuela, en Bolivia y en Ecuador), es que el problema del Estado, en sí mismo, no resuelve el tema del poder. De alguna manera lo encamina, pero no lo resuelve, de ninguna manera. Al contrario, puede convertirlo en un bloqueo, como en el caso venezolano y el papel de la burocracia que se ha formado a través del chavismo, que generan un bloqueo a la construcción de un poder revolucionario. Ahora, ¿cuál es la respuesta? Evidentemente, cada proceso nacional, que tiene su dinámica propia y es imposible homogeneizarlos, cada proceso nacional dará sus respuestas específicas. Y un tercer elemento, podría agregar, es que necesitamos para esto un lugar común: de diálogo, de solidaridad, de acumulación de fuerzas, desde estos movimientos de base, para –precisamente– hablar de estos temas a nivel continental. Ese es un mandato que tenemos que tener: construir, poco a poco, y no caer en ese tipo de ilusiones del tipo “movimientos sociales del ALBA”, porque ahí no se convoca a movimientos que se planteen realmente el tema del poder, sino que se los convoca sobre el supuesto de que el poder ya se ha tomado, en tres países: Venezuela, Bolivia y Argentina, aunque en Argentina habría que agregar algunos elementos… [risas] Pero con esos supuestos no se puede discutir nada”.

Un llamado telefónico interrumpe la charla. Luego, Ronald hace referencia a cómo lee él, actualmente, el panorama de América Latina.

“Yo tengo una manía optimista que no me la puedo sacar. En eso, he logrado sobrevivir a momentos muy oscuros. No sé si me equivoco, pero veo que estamos en un momento de encrucijada, porque hay tensiones continentales, atravesadas por un contexto global que nos favorece, porque la revuelta ya no solamente es nuestramericana, sino que también es gringa, porque los muchachos norteamericanos están dando unas lecciones sabrosísimas. Y todo eso favorece a una profundización del proceso en Nuestra América. Ahora, ¿cómo lo vamos a hacer? Y, ahí tenemos un punto de debilidad, porque los lugares que han ido más lejos, han sido también los lugares en donde los movimientos populares, tienden a burocratizarse y a perder esa autonomía y esa potencia de lucha con la que comenzó todo este lío hace ya más de diez años. Entonces, tenemos un escollo que superar. Tenemos que crear un punto de enlace que nos ayude a recuperar toda esa potencia subversiva. Y la crisis del capitalismo, si se mantiene, nos va a llegar. Y eso es un tema, también, para todos estos gobiernos reformistas, porque van a tener muchos problemas de sobrevivencia. Y eso tenemos que tenerlo en cuenta. Sumado a que ya está ocurriendo una contraofensiva imperialista, que comenzó con el Golpe de Estado en Honduras y que se sostiene en ciertas canalizaciones que se están dando en lugares como en Perú. Entonces, pareciera como que se agotaron ya las chances de estos gobiernos democráticos-revolucionarios, como el de Venezuela. Y se viene una etapa mucho más profunda, quizás más dura en muchos aspectos, por los acumulados históricos que se han conseguido. Así que, vaya a dónde vaya el proceso, desde el punto de vista de la organización, de la militancia, de los espacios conquistados, de la propia crisis del orden democrático-burgués en América, se ha acumulado mucho. Y bueno, estamos aún a las puertas de esa nueva etapa. Y de ahí el debate. Pero ni desde un café en Buenos Aires, ni desde una asamblea de movimientos siquiera, vamos a estar resolviendo el problema. Eso se va a resolver con la acción de los pueblos. Pero por lo menos, nosotros, tenemos que apostar a prefigurar la situación. No es solamente una expansión y ponernos entonces a ver cuál es el Chávez de la Argentina o el Evo del Perú. No, buscamos algo más que eso. Y es, hoy por hoy, el reto fundamental que tenemos por delante.

 
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