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"No es un intercambio tuerto; crearemos una comisión para los 7.500 presos políticos"

category venezuela / colombia | antifascismo | non-anarchist press author Saturday December 10, 2011 18:21author by Piedad Córdoba Report this post to the editors

Transcripción del discurso de Piedad Cordoba en acto solidario con Remedios Garía Albert el 1 de Diciembre en Madrid.

Me complace mucho reencontrarme con Remedios, quien ha tenido que padecer cualquier cantidad de sucesos, todos provenientes del simple y claro hecho de haber apoyado a un país que busca la paz desde hace mucho tiempo y que, sobre todo, el hecho de haber sido una figura de procurar aliviar la vida tan difícil y la postración de derechos humanos que vive el país, se ha visto sometida a este torbellino de cosas que parecen no tener fin, incluso a pesar de que en el país se han tomado decisiones por parte de la Corte Suprema que la deberían tener ya fuera de todo tipo de investigación.

En segundo lugar, me parece muy interesante que sea en la Junta de Vecinos donde se pueda hacer esto, donde haya interés por lo que pasa en un país como Colombia y por hacer reconocimiento a una mujer que, sin lugar a duda, ha tratado de ponerle remedio a la guerra y el conflicto que vive el país, aportando un granito de arena.

Yo siempre pienso que los momentos de mayor dificultad están relacionados con la posibilidad real de que se arreglen cosas. Porque esta no es una pelea de ángeles y arcángeles. Esta es una pelea del establishment económico del país y del mundo por lograr hacerse con un país, sus recursos y sus gentes, y no ile importan las cifras de miseria, de pobreza, de exclusión, o una democracia tan frágil como la que se da en Colombia. Precisamente ese afán, ese interés, se ve reflejado en la nula voluntad política que tienen los estamentos de poder en el país de que realmente se pueda avanzar.

Cómo se solazan con la muerte

A pesar de todas las críticas y de todas las voces agoreras de mala suerte, pienso que hemos avanzado muchísimo, al menos en visibilizar la precariedad democrática que hay en el país, en mirar de todas maneras cómo se degrada cada vez más la situación de derechos humanos en el país, cómo se prefiguran unas leyes y se configuran unos escenarios que en la práctica realmente ni se pueden aplicar, ni son ciertos.

Y una de las cosas que inclusive más me llama la atención y de las cuales creo que es importante procurar hablar en todos los espacios es cómo se solazan con la muerte. Como decía el Presidente de la República, el doctor Santos, cuando le da la noticia al país, cualquiera estaría pensando que encontraron otro pozo petrolero, así sea para robárselo, o que encontraron la vacuna contra el cáncer, por la forma en que se presentaron los noticieros. Y ver uno la sonrisa del Presidente de la nación diciendo: “Mi esposa es testigo de que lloré de la emoción cuando me dijeron que habían matado a Cano”.

Yo creo que eso no amerita la preocupación de nadie ni la discusión, pero sí amerita que yo haya dicho que asesinaron al comandante Cano, que lo rechazamos, que nos parece indignante que hayan asesinado a 4 soldados de la patria. 4 personas que por lo general son campesinos o personas de cualquier barrio popular de cualquier ciudad de Colombia, que al Gobierno no le importan absolutamente nada, porque lo que es importante ahí es cómo seguir sosteniendo en el país que la salida militar es la que es importante y no el diálogo, ni el debate, ni la discusión, ni la repolitización de la sociedad, ni el instrumento de la política para avanzar en los temas que requiere el país.

Colombia en cifras: 20 millones de pobres

Yo quisiera traer a colación las últimas cifras. Porque creo que lo que hay que mostrar no es “Colombia es pasión”, sino Colombia en cifras. Colombia en cifras son 8 millones de indigentes; 20 millones de pobres; 1,5 % de personas que tienen el 51% del territorio productivo del país; 4 millones de hectáreas reconvertidas al cultivo de palma de aceite, o a cultivo de caña o de agrocombustibles. O que el 6% del PIB del país se dedica a la guerra, y que solamente el 0,4% se dedica a educación. O decir que un estudiante de educación superior al país le cuesta 3 millones de pesos, cuando un guerrillero en la cárcel le cuesta 14 millones de pesos al Estado, o que le cuesta 13 millones de pesos un soldado en la guerra.

Lo que más me impresiona y me da la sensación de que incluso se está tratando de reconocer de antemano que están fracasando, y no es que están fracasando porque a mí me parezca bueno que maten o que no maten, sino porque cuando el Director de Planeación reconoce que somos un país muy desigual, que realmente los indicadores de pobreza son alarmantes, que el país no está ganando la lucha contra la pobreza. Que somos el segundo país más desigual de América después de Haití o el tercero después del Congo y Haití en el mundo... Uno se pone a pensar: pero si saben eso, y acaban de votar un Proyecto de Presupuesto, un Plan de Desarrollo de 4 años, donde los porcentajes más altos se dedican precisamente a la guerra. Y yo creo que todo eso es precisamente para decir: a pesar de que no somos capaces de construir la miseria, la desigualdad, la exclusión, pues vamos a seguir con la guerra. Es decir, de lo poquito que quede, de todas maneras necesitamos que ustedes se despojen para poder continuar en una guerra.

Pedimos una tregua de la insurgencia y del Gobierno

Cuando realmente, si existiera la voluntad política, podríamos tranquila y llanamente avanzar en declarar una tregua, que es lo que venimos proponiendo: que se declare una tregua tanto de parte de la insurgencia como del Gobierno, o generar escenarios donde se pueda conversar. Pero mientras que el Presidente va a Inglaterra y dice que tiene la llave, y llega al país y con la llave se dedica a dispararle a todo el mundo y a generar lo que se ha venido generando. De una absoluta pobreza en la argumentación y de una absoluta precariedad, sobre todo en la posibilidad de que los mismos medios de comunicación le permitan a la gente opinar.

El próximo 6 de diciembre hay una marcha, y no es solamente contra las FARC. La marcha es contra todos los que no estamos de acuerdo con lo que está sucediendo en el país. Contra los que nos levantamos y somos capaces de decir: hay que escuchar a las FARC, hay que escuchar al ELN. Así como a nadie le preguntaron que había que escuchar a los paramilitares, los escucharon, los colegiaron y sin embargo no se ha acabado el paramilitarismo. Sin embargo, a pesar de todas esas circunstancias, que son muy difíciles, reverdecen otras cosas, como el movimiento estudiantil.

Movilización estudiantil

El movimiento estudiantil no está donde está porque de la noche a la mañana a unos estudiantes les pareció que era importante salir a marchar. Es que se vienen organizando de tiempo atrás. Es que hace tres o cuatro años apareció la FEU y la FEU comienza a llamar a los estudiantes del país. Es que hace 4 meses hicimos un congreso de la FEU y asistieron 5 mil estudiantes. Nosotros participamos apoyando a los estudiantes con toda la logística para que lo pudieran convocar. De ese evento salieron cosas tan importantes como la unidad de las universidades públicas y privadas frente a la necesidad de hacerle oposición a una reforma de la educación que se aviene al Tratado de Libre Comercio que acabaron de firmar en Estados Unidos y que tiene que ratificar el Congreso de Colombia. Y donde lo que se da es la apertura total y se legaliza la presencia de muchas Universidades de los Estados Unidos, fundamentalmente, que han comprado universidades en el país, que requieren unas exigencias de orden jurídico que les permitan realmente recibir recursos del Estado. Es que ni siquiera es llevar plata para invertir en las universidades, sino recibir recursos del Estado para supuestamente ellos prestar la educación en el país. Una educación que debería ser, simplemente, un derecho, que es fundamental además, pero que hoy se somete a la oferta y la demanda del mercado.

Esa discusión que moviliza a los estudiantes, pero que viene de tiempo atrás, conecta con los padres de familia, con los sindicatos, que han empezado a reflexionar. Porque la verdad es que todo el mundo en los sindicatos no está dispuesto a irse de ministro ni de vicepresidente, ni de embajador, porque mientras una persona se coloca, el país queda en unas circunstancias sumamente delicadas.

Ahora viene una reforma laboral que legaliza la tercerización del empleo y que además acaba con el contrato de trabajo, y se supone que tiene que tener un gladiador en la Unión Europea para poderle meter a la gente que eso es lo que requiere el país, cuando eso no es cierto. Y esos requerimientos son de los tratados de libre comercio.

Conflicto minero

Hechos como el levantamiento que ha habido en los últimos días en el Meta, en Pacífico Rubiales en Puerto Gaitán, donde el 80% de la exploración del país la hace esta empresa, y por ahí derecho se ha quedado también con la explotación, con unas condiciones laborales de los trabajadores y las trabajadoras de ese sector petrolero impresionantes. Puerto Gaitán no tiene agua, no tiene luz; como no lo tiene la Alta Guajira, que tiene a la Drummond, de donde se saca el carbón; como no lo tienen muchas de las regiones que hoy han sido arrasadas para la siembra de palma africana y como no lo tienen muchas de las regiones que hoy, ante el anuncio de la “locomotora” que hizo el Presidente. La expectativa de la explotación minera a cielo abierto no solamente ha fortalecido el paramilitarismo, sino que también ha desplazado a los campesinos y campesinas. Pero también hay que agregar que se ha modificado una legislación minera, una modificación que hicieron las multinacionales de la mano de algunos apátridas. Y hoy, ¿qué está haciendo el Gobierno? Persiguiendo a los pequeños mineros, metiéndolos a la cárcel. En Caucasia hoy hay un levantamiento de toda la región minera de Antioquia, de esa zona del Bajo Cauca antioqueño, porque a los que están metiendo a la cárcel ya hoy con el nuevo Código Minero es a los mineros artesanales, que llevan años y años en todas esas regiones, porque “hay que procurar la seguridad”.

Yo los invito a que escuchen la última intervención del Presidente, diciendo cuáles eran las condiciones de seguridad para los inversionistas. Es muy importante, es uno de los hechos más significativos de los últimos días: se aumenta el pie de fuerza y ese pie de fuerza está ubicado coincidencialmente donde están las zonas mineras: noroccidente y Sur de Bolívar, Marmato en Caldas, Jiguamiandó y Curvaradó en el Chocó y Antioquia, toda la zona que está rodeada de oro en Buenaventura, es decir, todas las regiones de mucho interés.

Quieren acallar la movilización con amenazas

Tal vez lo que la gente no sabe y es desalentador es ver cómo el paramilitarismo está, inclusive, yo diría peor que en los años 90, peor que en la época de Pablo Escobar. Algo inaudito. Pero en medio de toda esa cosa –decía yo- reverdecen muchas esperanzas. Florece ese movimiento obrero en Puerto Gaitán, donde han obligado a la empresa a sentarse y hablar con los trabajadores. A pesar de que en Segovia un trabajador del Gobierno anterior prácticamente se robó la propiedad de la mina, que era de los trabajadores, miembros del Partido Comunista, la escritura se la habían dejado a ellos. Se quedaron con la mina, pero la gente no se ha amilanado, la gente se está organizando. En Colombia hay una movilización, que se pretende acallar hoy con las amenazas de que todos los que no estamos de acuerdo con eso somos terroristas, o pertenecemos a la insurgencia. Y yo creo que la gente ha empezado a hacer caso omiso de ese discurso, porque la gente está llegando a las movilizaciones; está participando, está fortaleciendo un movimiento desde la sociedad civil para buscar la paz.

Creo que la enseñanza que ha sido para nosotros el oprobio o la infamia pública a la que se ha sometido a Remedios es lo que nos ha fortalecido a muchos a pensar que en muchas oportunidades, por muchas razones, quienes han llevado la bandera en lo alto, quienes han avanzado terminan o yéndose del país o siendo asesinados, que es lo más común en Colombia. O termina desprestigiado y aislado, porque la pelea es muy dura y muy desigual.

A mí me parece tan vergonzoso que el Gobierno pueda decir que utilizaron veintitantos helicópteros, no sé cuántos aviones, no sé cuántas bombas de 500 y 800 libras para asesinar a una sola persona, a Alfonso Cano, que así a ellos no se lo parezca, era un colombiano que estaba buscando la paz. Y esa desproporción en el uso de la fuerza no les parece anormal.

Yo creo que a pesar de este suceso tan doloroso de la última semana del asesinato de los 4 policías, donde creo que lo ético es que se investigue en una comisión quién los asesinó realmente. Porque el único soldado que quedó vivo, lo primero que sale a decir es: “Yo pude seguir vivo porque me escondí y me pude separar del tiroteo que había entre el Ejército y las FARC”. Entonces, como él mismo dice, los pudo haber matado o un tiro de los unos o de los otros. Ya las noticias que se presentan después son otras. Obviamente, no sólo para confundir, sino para mantenerse en el argumento de que la salida no es la política ni la negociación, sino la guerra.

Yo creo que hay que tener muchísima paciencia, para ser capaces de continuar. Por eso es muy importante que europeos y europeas por la paz, que nos invitan acá, como nos invita Mundubat, realmente sigamos haciendo este trabajo para poder contar lo que está pasando. Porque a pesar de que hoy estamos en la era de la información, como dice Manuel Castells, a nosotros nos toca estar en la era del burro y de la mula, boca a boca, con volanticos y con cosas, porque son mucho más poderosos los medios de desinformación, que además defienden intereses muy claros de los medios de los dueños de los medios de producción, que no quieren dejar abierta la posibilidad de que se acabe la guerra en el país.

Prisioneros de guerra

Hemos pedido esa comisión de investigación y hemos pedido una comisión de verificación sobre las condiciones de los prisioneros de guerra, que es un imperativo ético de quienes estamos trabajando por la paz. Es una necesidad además de que se visualice que este no es un intercambio tuerto como dicen algunos, sino que aquí hay dos partes contendientes. Y si el mismo Gobierno reconoce que hay un conflicto, ese conflicto amerita y obliga a que se apliquen los protocolos y el derecho de guerra donde, efectivamente, hay unas limitaciones, hay unas prohibiciones que son los mínimos éticos que tiene la guerra. Hablar de humanizar la guerra, como decía el mismo comandante Manuel Marulanda en su momento, es eludir la capacidad de poder terminar la guerra. Ojalá la pudiéramos terminar y no tuviéramos que llegar a eso, pero todo el mundo no razona ni racionaliza de la misma manera, ni los intereses van a dejar que esto ocurra de tan fácil manera.

Mientras tanto, nosotros a partir del mes de enero, nos vamos a ir preparando para eso. A pesar de que ya se tenía convocada una reunión, porque se tenía noticia de que llegaba la carta con alguna de las mujeres que firmaron la carta, que, de todas maneras, van a llegar a Bogotá el próximo 4 de diciembre, nosotras vamos a plantear la creación de la comisión. Vamos a plantear la creación de otra comisión que revise los procesos por los cuales han sido condenados 7.500 presos políticos, de opinión, entre los que está los mismos combatientes guerrilleros, y que han sido condenados prácticamente sin fórmula de juicio.

Fui destituida y no me he podido defender

Yo pongo un ejemplo muy concreto, para no ir ni siquiera a los que están alzados en armas: yo misma. Yo fui destituida y no tengo derechos políticos en este momento, hasta dentro de 17 años, porque va a cumplirse ya un año desde que fui destituida. Y lo que la gente no sabe es que yo no me pude defender, porque el Procurador no dejó que agotara los recursos. Y cuando se iba a llegar a un recurso me montaba otro proceso, y mientras tanto, otro proceso. Hoy me abrió una investigación –sabiendo que ya no me puede investigar más- dizque porque yo tengo un apartamento en Barcelona y tengo cédula venezolana… y la única que no sabe eso soy yo.

Entonces, lo que uno ve claro es el afán y el interés por desdibujar el trabajo que muchos hacemos. Pero además de eso, de dejar sin una defensa ética, que es la defensa que tiene que hacer la sociedad, de quienes procuramos un orden político, social y económico totalmente diferente. Y sobre todo, en la manera como ellos dan las noticias, pero fundamentalmente, en que no puedan existir los recursos.

En otro país, la Corte Constitucional, y no me voy contra ella, ya hubiera definido mi tutela. Llevo ya casi un año y tampoco sé si el pronunciamiento va a ser a favor del Derecho, porque yo no estoy exigiendo nada más. El Consejo de Estado últimamente tomó la decisión de no estudiar la suspensión provisional, que fue lo que yo solicité. Bueno, perfecto, hay una demanda que está en curso. Pero lo pongo como ejemplo no para mostrarles a ustedes que yo soy una heroína o una mártir. No. Si a mí me pudo haber pasado eso, que se supone entre comillas que hago parte de un Partido, que hoy está totalmente entregado a la Unidad Nacional, menos yo, pues ¿qué no le podrá pasar a una pobre persona que muchas veces no sabe ni por qué la detuvieron? Y que asegura que no estuvo ahí pero aparece un señor que asegura que sí estuvo ahí. Además, hay una cosa que nosotros hemos visto en los procesos. Porque yo activé mi tarjeta profesional y estoy dedicada a defender muchísima gente que está presa, porque eso sí no me lo pueden quitar, por ahora. Y uno se da cuenta de cómo han logrado montar una estrategia tan perversa que hasta uno mismo termina por creerse sus mentiras.

Montajes judiciales

Cuando fuimos a asesorar a los muchachos que detuvieron después del Congreso de la FEU en el Caquetá, que detuvieron a un grupo como de cinco o seis, la presentación que hace la inteligencia es tan sofisticada, en medios magnéticos y toda esa cosa, que yo llegué a pensar que eso era verdad. Y además yo aparecía también ahí. Yo misma decía: ¿pero yo qué estoy haciendo ahí? Y los muchachos se pusieron a llorar, diciendo que eso no era verdad. E incluso las mismas familias terminan diciendo: “Acepte, mi hijo que le pongan rebelión, acepte mi hijo”. Y los muchachos decían: ¿Pero por qué vamos a aceptar eso, si no es verdad?

Es tan sofisticado lo que han venido haciendo, que es una forma de tortura psicológica, no solamente para quien está implicado, sino también para el resto, y han logrado que muchos abogados no los defiendan y no acepten llevar ningún tipo de procesos de estos. Y a todo ese tipo de cosas hay que ponerles fin. Pero no retrocediendo, sino manteniéndose.

No nos pueden arrodillar

Yo recurro mucho a una figura española, que es Pasionaria. Yo creo que su ejemplo de vida, el “No pasarán” sigue siendo absolutamente vital en este momento. Porque no pueden pasar; porque no pueden seguir. Porque no nos pueden arrodillar. Porque no pueden lograr que renunciemos a lo que enarbolamos, que es la defensa de la libertad, la búsqueda del mínimo ético, que es poder vivir con tranquilidad.

Por eso, yo quería decirle a Remedios que en todos los actos que haya, en todos los espacios de reconocimiento por lo que ha hecho por mi país, si yo estoy aquí lo haré, y si no, desde la distancia. Porque lo necesitamos. Porque estamos convencidos de que la muerte no puede vencer sobre la vida, y que las circunstancias tan difíciles no pueden ganar ante la esperanza de vivir en un país en paz.

Colombia es un país maravilloso, con todas sus gentes. Y batallar en esas circunstancias es muy difícil. Pero más difícil es no hacer nada. Más difícil es tranquilizarse a ver morir las esperanzas, a ver morir a tanta gente, y a negarse la posibilidad de haber tenido –lo digo con toda tranquilidad- a una persona que estaba luchando con tanta certeza y con tanta responsabilidad, como se había comprometido Alfonso Cano en sacar todo esto adelante. Qué tan bueno hubiera sido poder estar discutiendo un futuro próximo con ellos, con todos los que creemos que nuestro país tiene que salir adelante, inclusive con quienes nos odian a muerte, con los que creen que el derecho es solamente de ellos y no de todos nosotros y de todas nosotras.

Yo estoy segura de que vamos a salir adelante, Remedios, totalmente segura. Aunque nos duela mucho. Pero tengo la absoluta esperanza de que vienen otras cartas; que vienen muy buenas noticias y que esas noticias son la esperanza de que Colombia pueda vivir en paz. Mil gracias.

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