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Sobre el MRTA, y su posible tendencia libertaria

category bolivia / peru / ecuador / chile | historia | other libertarian press author Friday December 14, 2012 07:14author by Rzoauthor email rzo at riseup dot net Report this post to the editors

Analizando al MRTA y la influencia que el anarquismo tuvo en esta organización armada de tendencia marxista-leninista.

Publicado originalmente en www.bitacoraanarquista.wordpress.com

El MRTA fue, durante los años 80 y 90, la segunda organización armada revolucionaria en el Perú. Sus orígenes remontan al año 1980 cuando se concreta la unidad del PSR-ML (Partido Socialista Revolucionario- Marxista-Leninista) y el MIR-EM (El Militante), tomando así las nuevas siglas MRTA. En 1986, el MIR Voz Rebelde se incorpora al MRTA. De ideología marxista, el MRTA seguía el ejemplo y asumía el legado de Manco Inca, Tupac Amaru , Micaela Bastidas, José Carlos Mariátegui, Luis de la Puente Uceda, y el Che Guevara. En sus propias palabras el MRTA fue “parte de la corriente revolucionaria que se constituyó críticamente a las organizaciones de la izquierda tradicional reformismo, trotskismo y maoísmo a partir de la crisis del Movimiento Comunista Internacional y el auge de los movimientos de liberación en Asia, África y América Latina.”[1]

Entre sus mas conocidas acciones, se encuentran la toma de la ciudad de Juanjui, (donde Víctor Polay Campos fue entrevistado por primera vez por Alejandro Guerrero) la fuga de mas de 50 emerretistas del penal de Castro Castro, y la toma de la embajada del Japón por 14 emerretistas, que meses después fue retomada en la famosa y polémica operación Chavín de Huantar.

Escribir sobre el MRTA es un asunto algo personal ya que fue durante mi infancia que transcurrió el periodo mas violento de la guerra civil que azotó al Perú. Incluso recuerdo haber visto alguna vez, desde un edificio adyacente, la embajada de Japón tomada con una diminuta bandera peruana con el símbolo del MRTA, y un par de pancartas que no llegué a descifrar. Recuerdo preguntarme que motivo podría ser tan preponderante para que esos catorce hombres arriesgaran su vida, en lo que parecía ser una misión suicida. Lógicamente debía existir una razón y no me bastaba con que se dijera que eran terroristas. En esos tiempos, como hoy en día, en mi círculo social definía al MRTA como un grupo terrorista, al igual que Sendero Luminoso (comúnmente se mezclan las dos organizaciones como si no existieran diferencias entre estas), cuya misión era acabar con la sociedad peruana, matando y aterrorizando a la mayor cantidad de gente posible con coches bombas, secuestros, y matanzas al paso, sin contar los apagones semanales (Tan grande era mi ignorancia o ingenuidad infantil que me imaginaba a los miembros de Sendero Luminoso como pequeños hombrecitos con linternas que merodeaban por los cerros que rodean Lima, esmerados en cortarnos la luz, la realidad no era tan distinta).

Por el contrario, nunca escuché decir a nadie que Fujimori era un dictador, ni siquiera autoritario, ni escuché sobre todas esas otras atrocidades que efectuaron los militares y el gobierno fujimorista. Incluso hoy en día, la mayoría de peruanos ignoran que un gran porcentaje de las víctimas del conflicto interno fueron obra de agentes del estado. La Comisión de la Verdad nos proporciona las siguientes cifras:

“…el número total de muertos y desaparecidos causados por el conflicto armado interno peruano se puede estimar en 69,280 personas, dentro de un intervalo de confianza al 95% cuyos límites superior e inferior son 61,007 y 77,552, respectivamente. Las proporciones relativas de las víctimas según los principales actores del conflicto serían: 46% provocadas por el PCP-Sendero Luminoso; 30% provocadas por Agentes del Estado; y 24% provocadas por otros agentes o circunstancias (rondas campesinas, comités de autodefensa, MRTA, grupos paramilitares, agentes no identificados o víctimas ocurridas en enfrentamientos o situaciones de combate armado). “[2]

Volvamos al MRTA. Algunos años después de la operación Chavín de Huantar y la derrota de Sendero Luminoso y el MRTA, comencé a interesarme por la historia reciente del Perú; quería identificar a los malos de los buenos durante el conflicto interno. En un principio, fue fácil identificar a Sendero como lunáticos al estilo del Khamer Rouge (En el Perú tenemos la suerte de habernos tocado la peor guerrilla de Latinoamérica). De la misma forma pude identificar al gobierno peruano de Fujimori como una banda de mafiosos corruptos, quienes tampoco tuvieron mayor problema en exterminar a miles de inocentes, en su mayoría indígenas analfabetos que al no tener documentos de identidad, se esfumaron de la historia en el anonimato.

Catalogar al MRTA fue más difícil y es solo ahora que he leído lo suficiente que puedo intentar dar una respuesta objetiva. A propósito del MRTA, la Comisión de la Verdad concluye su informe final de la siguiente manera:

“En 1984, el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) inició a su vez una lucha armada contra el Estado y es responsable del 1.5 por ciento de las víctimas fatales que fueron reportadas a la CVR. A diferencia del PCP-SL, y en forma similar a otras organizaciones armadas latinoamericanas con las que mantuvo vínculos, el MRTA reivindicaba sus acciones y sus miembros usaban distintivos para diferenciarse de la población civil, se abstuvo de atacar a la población inerme y en algunas coyunturas dio muestras de estar abierto a negociaciones de paz. Sin embargo, el MRTA incurrió también en acciones criminales, recurrió a asesinatos, como en el caso del general Enrique López Albújar, a la toma de rehenes y a la práctica sistemática del secuestro, crímenes que violan no sólo la libertad de las personas sino el derecho internacional humanitario que el MRTA afirmaba respetar. Cabe resaltar también que el MRTA asesinó a disidentes de sus propias filas. “

Siguiendo la conclusión de la CV, y considerando el contexto económico y social de aquella época, el MRTA no luce a primera vista como los terroristas asesinos que la prensa insiste en condenar. Pero solo basta una investigación mas extensa para darse cuenta que el MRTA estuvo lejos de ser una organización amiga del pueblo. Las pruebas que he acumulado (a partir del Informa Final de la CV y de los comunicados del MRTA) y que se pueden consultar siguiendo este enlace: http://bitacoraanarquista.wordpress.com/links/archivo-a...mrta/ son suficientes para comprobar que el MRTA se encuentra a años luz de la corriente libertaria, o el anarquismo, como quieran llamarlo.

Los ejemplos dados demuestran que el MRTA fue una organización autoritaria, intolerante, que asesinó a sus propios camaradas en algunas ocasiones, aunque sus militantes lo hayan negado. Entonces, cuales son los indicios que señalan que el MRTA tenía una influencia o tendencia libertaria? (Por libertario, me refiero al anarquismo). A continuación, una pequeña recopilación:

En la ultima entrevista conocida del comandante Nestor Cerpa Cartolini, realizada por la revista anarquista de suiza “Confrontation”, ocurre el siguiente dialogo:

“P. Compañero Néstor Cerpa, como tú sabes nosotros pertenecemos a la corriente libertaria del socialismo. Este reportaje se difundirá especialmente en tal ambiente político.

R. Sí, yo tengo un gran respeto y simpatía general por todas las corrientes del socialismo.

P. ¿ Qué cosas salientes ubicas de nuestra corriente de pensamiento y acción?

R. Ahorita ubico a Bakunín, teórico que militó en la 1ª Internacional. Ubico el intento revolucionario del anarquismo obrero español. A nivel de nuestra América Latina, y a principios de siglo, al Partido Liberal mejicano, más tarde anarquista, que tuvo como figura saliente a Ricardo Flores Magón; a la FAU-OPR en Uruguay en la década del 60 y algo del 70, que figuran sus operaciones militares y su trabajo de masas hasta en un libro del enemigo, un libro de las FF.AA. del periodo de la dictadura. Y bueno, tenemos aquí en Perú un anarquista que es una referencia histórica vinculada a la lucha de clases: González Prada.”[3]

En una compilación intitulada “Experiencias Históricas del Anarquismo” encontramos el siguiente fragmento: “Durante la génesis del Movimiento Revolucionario Túpac Amaru (MRTA) podemos encontrar participación de posiciones y tendencias anarquistas. Como se detalla en el texto de la Comisión Política del MRTA, hacia 1982 cuando se estaban definiendo las estrategias revolucionarias que se iban a utilizar, se expresaron “marcadas reminiscencias anarquistas que pretendía (…) un golpe de mano liderado por dirigentes gremiales”. Así mismo dirigentes del MRTA como Néstor Cerpa Cartolini y Miguel Rincón Rincón reconocían influencias del anarquismo en sus pensamientos.”[4]

En un artículo publicado en Anarkismo.net, el politólogo y militante de la Federación Anarquista Gaucha, Bruno Lima Rocha relata la experiencia de control territorial del MRTA en el Frente San Martín: “En ese terreno, en los municipios donde el MRTA operaba, era la fuerza hegemónica en armas y la mayoría de las veces tenía el monopolio de la fuerza. Pero, sabiamente, eso no implicó el monopolio de la representación política. La estructura de la sociedad fue dividida en Asambleas Regionales Populares, donde todos los grupos de interés, sindicatos, movimientos populares, delegados de micro-regiones y organizaciones de izquierda tenían sus delegados con voz y voto. El MRTA era una fuerza más en ese universo de decisión política, con el mismo peso de voto que los demás. …Es esencial comprender que el concepto aplicado por el MRTA a la organización social en San Martín es poder popular. Esto significa una estructura de delegación política a los militantes votados directamente por los segmentos del pueblo organizado, que construyen instancias de regulación social y es de donde viene la soberanía popular por excelencia.” [5]

Para el 2007, la Dirección Estratégica del MRTA responde en una entrevista lo siguiente (la respuesta implica un gran cambio ideológico y estratégico claramente influenciado por el EZLN y las ideas libertarias/anarquistas de autogestión):

“Nosotros luchamos por el poder para el pueblo, nuestro objetivo estratégico es la toma del poder por el pueblo y no por el partido. Y ella solo será posible … de la capacidad que tenga el pueblo para organizarse y defender sus conquistas, de la necesaria radicalización de la democracia donde el pueblo pueda elegir a sus representantes y ellos estén sometidos a un permanente control popular y revocatoria bajo el principio de “mandar obedeciendo”. El MRTA contribuye en este proceso coadyuvando en el empoderamiento del pueblo, en su autoorganización en una dimensión integral, en la construcción de la contra-hegemonía que se da en todos los terrenos políticos, sociales, culturales y sabemos que las clases dominantes no cederán en sus privilegios y por ello nos imponen una cultura del silencio, del miedo, del terror y la persecución a toda forma de protesta y organización popular…. El MRTA no ha iniciado la lucha revolucionaria en el PERU. Somos continuadores de una historia hermosa de luchas libertarias ”.[6]

Como vemos, hay suficientes pruebas para relacionar al anarquismo con el MRTA, pruebas justificadas incluso por militantes de esa organización. Pero, que piensan los militantes del movimiento libertario a todo esto? Surfeando en la web, se puede encontrar la respuesta de un “anarcocomunista limeño” a los alegatos del MRTA de que tienen influencia libertaria. “En ella, su autor denuncia un supuesto oportunismo ideológico por parte del MRTA, al declarar éste su adhesión al “pensamiento libertario”, a la vez que denuncia el carácter reformista o socialdemócrata de su línea política.” Aquí, algunos extractos:

“…En el número 32 de la publicación LLAR, correspondiente a febrero de 1999, se incluyeron fragmentos de una entrevista realizada en penal de Chonchocoro, en Bolivia,a Martín Serna Ponce, preso del MRTA. En esta entrevista MSP sostiene una serie de opiniones que, en tanto se hallan referidas a hechos de los cuales somos partícipes y testigos presenciales o a nuestras opciones libertarias, anarquistas, autónomas o como se las quiera llamar, creemos merecen un análisis detallado, que a continuación ensayamos:”

“…El que hoy en día, bajo la influencia del EZLN y no siendo ya una opción de poder, se presente deseoso de “otra forma de organicidad” sin abandono de las armas, no significa otra cosa más que el mantenimiento del clásico esquema organizativo partidario-vanguardista, marcado por la presencia de comandantes (de Cerpa Cartolini, diría MSP, “es el único hombre del MRTA que puede ser nuestro comandante”) y direcciones nacionales, característicos de una organización vertical y vanguardista que niega toda autonomía real, incluso en lo que a una posibilidad de autocrítica local se refiere (“es la dirección nacional la que tiene que dar oficialmente la autocrítica”, responde MSP cuando se le pregunta al respecto).”

“…El que ahora, hablando de sus “ideales libertarios”, afirmen que “el pensamiento libertario siempre ha sido lo predominante en nosotros (…) por que la mayoría de colectivos que apoyan y participan en la lucha tupacamarista, abrazan el ideal libertario: Autonomía, Autogobierno, Acción Armada”, no hace sino confirmar nuestras opiniones, máxime cuando no se hace explícito un deslinde definitivo con las pretensiones de constituir un nuevo Estado y mantener las relaciones capitalistas.”[7]

Por otro lado, las FAR-EPT (Fuerzas Armadas Revolucionarias – Ejercito Popular Tucamarista), quienes reivindican surgir “de la experiencia revolucionaria de lucha político-militar desarrollada por el MRTA…”, hacen mención en un artículo lo siguiente:

“Una verdadera y comprometida política de construcción partidaria, somete a dura crítica el desorden orgánico es decir el anarquismo en su más pura expresión. Y desde la perspectiva histórica permite un superior nivel de desarrollo político, y constituye una corriente histórica fiel a su práctica y concepto de articulación orgánica.”[8]

Este última declaración supone una ignorancia total sobre lo que significa el anarquismo, y al mismo tiempo ignora que militantes del MRTA han promovido, aunque sea solamente en palabras, las ideas libertarias.

De todos estos extractos, indicios, y ejemplos que pretenden unir al MRTA con las ideas libertarias, se puede realizar algunas conclusiones. El MRTA fue, en la practica, una organización marxista-leninista, encabezada por una vanguardia, al viejo estilo de las guerrillas marxistas latinoamericanas. Algunos de sus militantes son capaces de reconocer la influencia y la importancia de las ideas libertarias para lograr una efectiva revolución social popular. Volviendo a la práctica, algunas acciones del MRTA liberaron territorios que eran previamente controlados por el estado peruano, y dejaron que el propio pueblo desarrollé un modelo de autogestión. Sin embargo, el MRTA siguió siendo una fuerza militar que ocupaba esos “territorios liberados” y que en última instancia, solo respondía a la vanguardia de esta misma organización. El pueblo no tenía el control total de su propio territorio pues dependía de la voluntad o la capacidad del MRTA para mantener a las fuerzas armadas a raya y su aprobación de la creación de modos de autogestión, aprobación que pudo en cualquier momento cambiar a reprobación.

El MRTA, en su accionar, utilizó medios bélicos no convencionales, como los coche bomba, para atacar al estado y capital, sin pensar que estos pueden matar indiscriminadamente. Grupos emerretistas asesinaron homosexuales, drogadictos, y delincuentes comunes, al igual que indígenas Ashánincas, y algunos de sus propios militantes por medio de “ajusticiamientos”.

Los prejuicios y la intolerancia hacia minorías, al igual que el no comprender las causas de la delincuencia y la drogadicción demuestran claramente que el MRTA nunca tuvo una clara influencia libertaria para que hoy podamos decir lo contrario. El uso de la ley del talión trajo consigo una campaña de “ajuste de cuentas” sin fin que hundió al MRTA en un remolino de violencia que terminó con su propia desaparición.

Para mas información sobre el MRTA, se puede consultar el archivo de cedema.org y el Informe Final de la Comisión de la Verdad, basta con buscarlos en internet.

___________________________

[1] Historia del Movimiento Revolucionario Tupac Amaru (III Comité Central del MRTA) http://cedema.org/ver.php?id=1572

[2] Comisión de la Verdad. Anexo 2. Pagina 1. http://www.cverdad.org.pe/ifinal/pdf/Tomo%20-%20ANEXOS/...2.pdf

[3] Cerpa Cartolini, Nestor. Tomar por Asalto el Siglo XXI. Ultima Entrevista.

http://www.cedema.org/uploads/TOMARPORASALTO.pdf

[4] Extraído de “Historia del MRTA”, periódico Voz Rebelde, nadir.org/nadir/initiativ/mrta/

http://www.scribd.com/doc/20353737/Experiencias-Histori...uismo

[5] Lima Rocha, Bruno. La Democracia, Política de Base Libertaria. http://www.anarkismo.net/article/12299?userlanguage=it&...=true

[6] Entrevista a la Dirección Estratégica del MRTA. Periódico Venceremos, N#11. Mayo-Junio 2007. http://www.cedema.org/ver.php?id=2081

[7] http://cainsubte.blogspot.fr/2010/10/cuando-el-mrta-se-....html

[8] Pagina 21. http://www.cedema.org/uploads/FAR-EPT_2011-03.pdf

Related Link: http://bitacoraanarquista.wordpress.com/links/archivo-adjunto-del-articulo-sobre-el-mrta/
author by un comunista libertariopublication date Fri Dec 14, 2012 23:10author address author phone Report this post to the editors

En primer lugar, agradecer al autor los esfuerzos hechos para desembarazarse de sus prejuicios de clase, esos que expresa cuando comenta que nadie en su círculo social consideraba que lo que Fujimori hizo estuviera mal y que tanto Sendero Luminoso como el MRTA eran “terroristas” que lo querían era “acabar con la sociedad” (siempre ha sido un atributo de las clases altas identificarse a sí mismas como la sociedad en su conjunto: el pueblo no sería más que un ente informe incapaz de vida propia sin el concurso de su dirección política y económica… y es claro que la guerra vista desde las clases medias y altas de Bogotá o Lima es muy diferente de la vivida por trabajadores petroleros del Meta o por pobladores pobres de San Juan de Lurigancho).

Aún así, me da la impresión leyendo el texto de que esos prejuicios, de tipo idealista y liberal, siguen pesando, y mucho, a la hora de tratar de hacer balance de la historia reciente de Perú.

A la hora de enjuiciar una organización, cualquiera que sea, es importante analizar los motivos que marcaron su surgimiento y su ethos, no nos podemos conformar con hacer un sucinto análisis de la ideología de un grupo y del informe emitido por una “comisión de la verdad” creada por los vencedores de un conflicto interno, que si bien reconoce algunas acciones criminales por parte de las fuerzas de las clases dominantes, deslegitima la rebelión contra la injusticia y pone en el mismo plano a víctimas y verdugos.

Es bien sabido que el origen del MRTA está fundamentalmente en la fuerte política represiva contra el movimiento popular urbano que obligó a algunos de sus cuadros más destacados a pasar a la clandestinidad y la lucha armada. Precisamente, el caso del dirigente sindical Néstor Cerpa Cartolini es un buen ejemplo. El MRTA no fue ni “amigo” ni “enemigo” del pueblo, nació del seno mismo del pueblo, de sus luchas por reivindicaciones inmediatas e históricas, de su proceso de concienciación y de acumulación de fuerzas, a su desarrollo histórico, siendo heredero de otras experiencias de autodefensa armada tanto en el campo como en la ciudad. Con sus aciertos y sus errores, con sus virtudes y sus defectos. Lo que no se le podrá negar nunca fue su voluntad de servir al pueblo, de promocionar sus intereses y de hacer frente a sus enemigos históricos.

Las condiciones de una lucha insurgente no las eligen los alzados en armas, les vienen dadas y frente a eso tienen que poner medios. El enemigo emplea frente a ellos el terrorismo de Estado, la infiltración, los soplones, y frente a eso los insurgentes deben tomar precauciones tratando de dañar lo menos posible su humanidad en ese proceso. No se puede afirmar que el MRTA no tomó todos los recaudos necesarios para ello. Pero hay que ser conscientes de que la lucha de clases, y menos cuando se agudiza de tal forma, no es un camino de rosas. Que se lo digan a la CNT española, que tuvo que armar sus grupos de acción y limpiar infiltrados policiales de sus filas.

En cuanto al problema de si el MRTA era más o menos anarquista (y la patética respuesta en ese sentido de un “anarcocomunista limeño”) creo que se trata de un seudo-problema, empezando porque no creo que haya algo parecido a ese “canon anarquista” en el que los sectarios quieren encajonar las luchas populares. Los hermanos Flores Magón eran la columna vertebral del Partido Liberal Mexicano, Nestor Makhno durante la guerra y revolución rusa no era otra cosa que un comandante, la CNT también tenía una dirección nacional… y así se podría seguir con todas las luchas populares en los que sectores identificados con la tradición anarquista han tenido protagonismo. El autonomismo banal es el peor enemigo de las tendencias libertarias realmente existentes en el movimiento popular.

Poco importa si el MRTA se decía o no libertario, a los revolucionarios actuales nos interesa contextualizar su experiencia, aprender de sus aciertos y errores, recoger y aumentar su acumulado… Decir que su desaparición se produjo debido a una espiral de violencia interna es desconocer el papel central que tuvo el terrorismo de Estado en ello y asumir acríticamente el discurso de los enemigos del pueblo. Que, no lo olvidemos, siempre tratan de poner en relieve, aumentar e inventar fallos y crímenes cometidos por integrantes de los movimientos revolucionarios. Así, siguiendo con los ejemplos presentados, también hablaron de que Makhno conducía progromos y era alcohólico, que la columna Durruti mataba homosexuales, que los hermanos Flores Magón asesinaban sacerdotes por el hecho de serlo…

Las experiencias de lucha armada conducidas por militantes formados en la tradición anarquista han adolecido de tantos fallos o más que las conducidas por militantes con otra formación y han sido igual de denostadas (o más incluso) por las “comisiones de la verdad” de su tiempo y lugar.

author by Rzopublication date Sat Dec 15, 2012 07:14author email rzo at riseup dot netauthor address author phone Report this post to the editors

Agradezco tu comentario “comunista libertario”. Error de mi parte el decir que el MRTA no fue amigo del pueblo. Como indicas, el MRTA nació del seno del pueblo, y el dirigente de origen obrero Néstor Cerpa Cartolini es prueba de ello (véase la masacre de Cromotex)

Con respecto al informe de la comisión de la verdad, usé solo datos específicos y no la opinión de esta sobre la legitimidad de una rebelión armada. Mas de la mitad de la fuentes utilizadas provienen de los comunicados del MRTA.

Sobre el enjuiciar a una organización, concuerdo en que no nos podemos basar sobre un informe gubernamental o un análisis ideológico, pero yo en el documento adjunto al artículo, muestro ejemplos concretos, que a continuación aclaro:

En el caso del asesinato de Alejandro Calderón, el dirigente ashaninka, la mayor parte de la dirigencia del MRTA admite que fue un error, y es justamente este tipo de acciones las que critico en el artículo. De igual manera, los asesinatos a homosexuales y delincuentes comunes han sido justificados por el MRTA, y también esta me parece una desviación ideológica garrafal.

Es cierto, como indicas, que el gobierno utilizó la infiltración para desbaratar al MRTA, pero en los dos últimos casos que mencioné, es claro que el gobierno no tuvo nada que ver. En el primero, el asesinato fue por venganza pues “llego la información” que Alejandro Calderón delató y entregó a un dirigente del MIR. Mejor dicho, el MRTA no tenía pruebas de que eso fuera lo que realmente sucedió, y no midió las consecuencias de asesinar a un dirigente indígena. En el segundo caso, tampoco se trataba de infiltración por parte del gobierno, si no, de la manera como el MRTA decidió actuar contra lo que consideraban anormalidades o patologías (la homosexualidad y la delincuencia). Si bien es cierto que hace 20 años, la mayor parte la sociedad peruana pensaba de esta manera, que yo sepa hasta el día de hoy, el MRTA nunca se ha disculpado de estas atrocidades.

Sobre si el MRTA era o no relativamente anarquista, no fue eso lo que intentaba probar, ni comparto la opinión de aquel “anarcocomunista limeño”. Lo que me interesaba era profundizar sobre la influencia del anarquismo en el MRTA, sobre todo en su praxis.

Cuando tocas el tema de el por qué de la desaparición del MRTA, adjudicas a esta el terrorismo de Estado, menospreciando el papel de la dirección emerretista. Me hubiera gustado tratar en el artículo sobre las innumerables deserciones de cuadros debido a las acciones irracionales de la dirigencia. Un ejemplo, como ya he mencionado varias veces, es el asesinado del dirigente ashaninka, razón por la cual el MRTA tuvo que abandonar la región donde operaba en ese momento.

Concuerdo en que se ha difamado sobre los movimientos revolucionarios, pero los ejemplos que presento han sido admitidos por la dirección del MRTA mismo. Acaso se pueden justificar estas acciones?

Para terminar, estoy completamente de acuerdo que hay que aprender de los aciertos y los errores, pero en tu comentario solo veo que tratas que justificar lo injustificable. No veo una mirada crítica a ciertas acciones del MRTA que, en mi opinión, solo podrían ser condenadas. Es a eso a lo que te refieres con mis prejuicios de tipo “idealista y liberal”? Pues si es así, podemos estar de acuerdo que estamos en desacuerdo.

Saludos libertarios desde Francia.

author by un comunista libertariopublication date Sun Dec 16, 2012 00:58author address author phone Report this post to the editors

Gracias por la rápida respuesta a mi comentario. Lo explico un poco más:

El elemento principal sobre el quería hacer énfasis es que, si el anarquismo fuera un "canon" y lo que lo constituyera fueran unos parámetros éticos inamovibles y ahistóricos, a salvo de errores, tendríamos que retirar el "título" de anarquistas a todas las organizaciones y militantes que se han reivindicado así y han tenido una mínima incidencia, no sólo al MRTA. Ninguna ha estado a salvo de errores. Ya hice alusión a ello en mi anterior comentario, de modo que no volveré sobre ello.

Cuando me refiero a que no se puede analizar a una organización exclusivamente por lo que ella dice de sí misma (ideología) ni lo que dicen de ella sus enemigos ("comisión de la verdad") lo que quiero resaltar es que lo relevante es ver en qué modo contribuyó a estimular el desarrollo cuantitativo y cualitativo del gigante popular, y en eso creo que nos tenemos que centrar los revolucionarios a la hora de extraer enseñanzas de procesos pasados. Por supuesto sin obviar los errores cometidos, pero sin elevarlos a la categoría de excomulgantes a la hora de enjuiciar experiencias multitudinarias, complejas y propias de un contexto histórico-social determinado.

Sobre las razones de la derrota de un movimiento revolucionario, es claro que nunca cuenta solo la represión del enemigo, sino también factores propios: debilidad interna, mala política de alianzas, falencias en la línea política, elaboración de una estrategia deficiente o mala implementación de la misma... Cuestiones de las que los anarquistas no estuvieron a salvo de incurrir, precisamente.

Un saludo

 
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