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Apuntes ante la actual coyuntura de destitución del Alcalde de Bogotá

category venezuela / colombia | la izquierda | comunicado de prensa author Tuesday December 17, 2013 21:20author by Grupo Libertario Vía Libre Report this post to the editors

La apuesta es por la democracia directa y la autogestión social

Posicionamiento del Grupo Libertario Vía Libre ante la destitución e inhabilitación del alcalde bogotano Gustavo Petro.
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La apuesta es por la democracia directa y la autogestión social:

Apuntes ante la actual coyuntura de destitución del Alcalde de Bogotá


Los recientes acontecimientos que ha suscitado el anuncio del procurador Alejandro Ordoñez sobre el fallo de la procuraduría de destituir al alcalde mayor de Bogotá Gustavo Petro y de inhabilitarlo por 15 años para asumir cargos públicos por las presuntas irregularidades presentadas en el cambio de esquema de recolección de basuras, han planteado, entre muchas cosas, una oportunidad para echar la vista atrás y recordar los rostros y las formas en que se ha hecho la política en este país.

Las palabras con las que el mandatario local responde a la decisión de destitución de su cargo recuerdan la responsabilidad que carga esa “oligarquía sectaria, atrasada, feudal, dogmática pero (sobre todo) asesina”[1]en la persecución y aniquilamiento de distintas expresiones sociales y las posibilidades organizativas que de la misma emanan. No sólo la persecución política contra movimientos como la Unión Patriótica (UP), A Luchar, el Frente Popular y la Alianza Democrática M-19, o la estigmatización que se ha hecho a dirigentes de sectores políticos como el Polo Democrático Alternativo (PDA) o, en este caso, del sector “progresista” delinean esta historia, también lo hacen los menos ruidosos pero quizás más trágicos sucesos de represión y criminalización contra las luchadoras obreras, campesinas, indígenas, barriales, estudiantiles, de mujeres, de sexualidades diversas y defensoras derechos humanos, sectores que autónomamente se han organizado en causas comunes.

No olvidemos quien es Alejandro Ordoñez, un ultra católico de la fe lefebvrista que defiende el Estado xenófobo y confesional, un neoconservador de inspiración teológica que quemó en una hoguera en Bucaramanga libros racionalistas y socialistas, un gran burgués que militando en “tradición, familia y propiedad” se hizo famoso por sus ataques a la libertad de expresión. Tengamos presente que contra su mandato en la Procuraduría, se movilizan desde hace años diversos sectores del movimiento popular, pues su ministerio dio el visto bueno a la fraudulenta campaña por la segunda reelección de Álvaro Uribe Vélez y ha absuelto a varios parapolíticos connotados, ha atacado los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y perseguido a quienes ejercen el derecho al aborto aún en los limitados casos establecido por la ley, ha discriminado al sector LGTBI y ha buscado impedir el matrimonio homosexual permitiendo incluso por la reaccionaria Corte Constitucional, ha mantenido la persecución contra el pensamiento crítico y destituido a la senadora Piedad Córdoba y al profesor y ex preso político Miguel Ángel Beltrán de su cargo. También Ordoñez ha encubierto la responsabilidad del Estado en la muerte del joven manifestante Nicolás Neira, al absolver a los agentes de policía responsables de la mortal paliza y frente a la fuerte represión vivida en el paro del 29 de agosto.

Este panorama devela una dramática realidad que no es nueva y por el contrario lleva un largo trasegar histórico que al día de hoy ha construido esa “democracia” levantada en razón de los privilegios de pocos: existe un cierre institucional que ha consolidado una elite política, de la cual el procurador es representante, y que en ese ejercicio de monopolizar el “quehacer político” se ha valido de la violencia y el crimen, pero también de la ley.

El panorama es tan dramático que ese sector históricamente enquistado en el poder, sanciona fuertemente la decisión de des-privatizar el servicio de recolección de basuras, que producía significativos remanentes para los privados, apoyándose en la constitución y en los principios de “libertad de empresa y competencia”[2], mientras se hace el de la vista gorda frente a la negligencia e irregularidades del ministerio de hacienda tras la implementación de la reforma tributaria que se debatía en el senado los mismos días que Bogotá enfrentaba el problema de las basuras.

Pese a lo anterior, los nombrados sucesos han volcado a gran parte del movimiento social a un apoyo irrestricto a lo que llaman la “Bogotá Humana”, la plaza de Bolívar se ha llenado de manifestantes que se oponen a las medidas arbitrarias que toma este órgano disciplinario, y los llamados a replantear las potestades casi ilimitadas de la procuraduría y los abusos cometidos por el procurador coligados a su posición política, no se han hecho esperar.

Aunque sentimos como propias las luchas por los derechos sociales y las libertades democráticas y en contra los límites que impone el bloque dominante y la clase política del país, no vemos en Petro y el proyecto progresista una apuesta transformadora y por el contrario vemos en él una ideología social liberal que hizo del pacto social y la Constitución neoliberal de 1991un imaginario insuperable, cuyo culto por las leyes debilitó duramente al movimiento popular; un programa de capitalismo con rostro humano y conciliación de clases que apoya la burocracia sindical y la estatización de las organizaciones sociales, y que llevó este semestre a la dirección de la Federación Colombiana de Educadores (FECODE) a desconvocar en contra de la exigencia de las bases el paro nacional del magisterio, y animó a la camarilla de Julio Roberto Gómez de la Confederación General del Trabajo (CGT) a apoyar al gobierno Santos y los tratados de libre comercio; una actuación profundamente politiquera, oportunista y electorera, que llevó a sus líderes a disolver su movimiento político de bolsillo en la Alianza Verde en la que trabajan parauribistas y neoliberales como Enrique Peñalosa, una gestión que guardo un silencio cómplice ante la persecución de jóvenes tras las manifestaciones contra Transmilenio y seguidamente en vísperas del paro nacional del 29 de agosto, o sus coqueteos con el uribismo y el partido conservador tras abandonar el Polo Democrático, todas las anteriores formas distintas de hacer la misma vieja política burguesa.

Por otro lado, aunque la “Bogotá Humana”de Petro y el progresismo ahora aparezca como baluarte del movimiento social, los programas de cooptación y estatización de las organizaciones sociales parecen ser formas de loque Zibechi ha llamado “los mecanismos biopolíticos de control sobre los movimiento sociales”, y que han implicado el aplacamiento de la movilización popular y el encuadramiento en una institucionalidad que aunque con matices “progresistas” y sobre un modelo tímidamente neodesarrollistas no ha abandonado un proyecto de ciudad al servicio del capital.

Frente a estos sucesos, reafirmamos nuestra apuesta por continuar construyendo alternativas de poder autónomo desde abajo que potencie los anhelos de transformación. La idea de los cambios desde arriba y del ejercicio político reducido al voto, han demostrado la insuficiencia para responder a las injusticias que vivimos, es necesario que los cambios se den en los lugares comunes de la gente, en una acción políticamente consiente y ejercida desde la base, por eso nuestra consigna sigue siendo la de construir organización popular, desde abajo y por fuera del Estado.

¡Por la democracia directa y la autogestión social!
Grupo Libertario Vía Libre


[1] Discurso de Gustavo Petro ante su destitución, 10 de diciembre: http://www.elespectador.com/noticias/bogota/el-discurso...63248
[2] Conferencia de prensa del procurador Alejandro Ordoñez, 9 de diciembre: http://www.youtube.com/watch?v=MohJYJLF6Uo

Related Link: http://grupolibertariovialibre.wordpress.com/

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