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De la Autodefensa a la Insurrección Masiva: A preguntas esenciales, respuestas precisas

category américa del norte / méxico | community struggles | opinión / análisis author Sunday February 09, 2014 22:34author by Brenda Aguilar Report this post to the editors

Lo cierto es que trata de una respuesta legitima al sufrimiento de años de violencia en manos del crimen organizado con el auspicio cínico del gobierno. Lo que pase lo decidirán los pueblos.
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De la Autodefensa a la Insurrección Masiva:

A preguntas esenciales, respuestas precisas


1. ¿Qué son las policías comunitarias?

Para respondernos, tenemos que recordar que Mesoamérica fue integrada violentamente al sistema mundo capitalista europeo desde el siglo XVI como una periferia significativa que da cuenta fehaciente de su inmenso poder expansivo. Su influencia ha configurada su vasta geografía y fue determinante para su numerosa población originaria supliendo en mucho su sólida apuesta civilizatoria. Al ser producto de una invasión, América tuvo un carácter antagónico al capitalismo y se integró a contracorriente al moderno sistema mundo, quedando como una periferia impetuosa, así paso a formar parte de una larga historia universal de resistencia, que para Europa se remonta a Esparta.

Si en Europa, centro por antonomasia del sistema mundo capitalista, han resistido pueblos originarios marginalmente como experiencias históricas exóticas, diferentes y alternas a la civilización capitalista dominante, América como periferia no podía ser la excepción. Al ser los perdedores en la apuesta por el dominio, sus pueblos fueron despreciados por la ciencia dominante que con su visión lineal los descalificó clasificándolos como formas inferiores de desarrollo e ilegitimando sus conocimientos. Sin embargo, la inercia sistémica los integra a la misma modernidad que los Estados nacionales que los intentan desaparecer. Pero además lo hacen con la peculiaridad de funcionar entre dos mundos que están en total oposición. Esta paradoja ha determinado las estrategias de su organización social y política, haciéndola, ya no sólo por circunstancias históricas, sino en lo concreto, fundamentalmente anticapitalista. La necesidad de subsistir y prevalecer en un contexto adverso, muchas veces en una geografía hostil, ha derivado en la práctica de relaciones sociales más naturales que a lo largo de la historia no solo han garantizado la vida de la especia humana sino han propiciado su evolución: son estructuras comunitarias, en contraparte al indivualismo exacerbado del capitalismo, son fundamentalmente democráticas e igualitarias, frente al autoritasmo jerárquico de la sociedad de clases capitalista, y son profundamente solidarias, contra el egoísmo enfermizo capitalista. En México, Ricardo Flores Magón con la sensibilidad que lo caracterizaba, supo reconocer el potencial renovador y antisistémico de estos pueblos. [i]

Dedujo que proponían una modernidad alternativa al refuncionalizar formas ancestrales de organizacion para resolver los retos que les imponía la modernidad capitalista. Respondían también a los planteamientos que en Europa los pensadores anarquistas y socialistas, basados en las experiencias de las clases subalternas (campesinos y obreros) estaban planteando: La noción de propiedad comunal de la tierra , el trabajo en común, el concepto colectivo, democrático y participativo de la autoridad y la ayuda mutua. En México, la imposición del proyecto civilizatorio occidental se enfrentó a una tradición cultural igualmente fuerte, global y universal –aunque a escala continental- impidiendo la implantación de la cultura europea en su totalidad. Sus tradiciones no sólo persistieron desde Alaska hasta la Patagonia, también tuvieron la capacidad de transformar las de la cultura dominante.

Sus estructuras sociales, religiosas y políticas quedaron casi intactas a pesar del ejercicio implacable y despótico de Estados genocidas que, con el argumento del progreso, han sostenido una guerra de exterminio perenne, siendo el caso más exitoso el de Estados Unidos. Tan grande es la fortaleza de su modernidad civilizatoria que han resistido empecinadamente. Las policías comunitarias que existen prácticamente en todo el país (en el norte los Seri y los Yaqui, en el sur los mayas de Chan Santa Cruz, en Guerrero la Policía Comunitaria, en Michoacán ,Cherán) son resultado de esta propuesta organizativa. Es un instrumento de justicia alternativo que forma parte de prácticas civilizatorias de larga duración histórica que anteceden al Estado Nacional mexicano y que han funcionado, a veces de manera más efectiva, paralelamente a las estructuras e instituciones capitalistas. Su función es garantizar la existencia de comunidades en peligro de exterminio por este sistema económico que los amenaza desde el siglo XVI y proteger su territorio. De entrada esta función de salvaguarda y preservación no responde a la lógica de destrucción y rapiña del capitalismo; de la misma manera es legitimada por una clase desposeída, y no facultada para el ejercer la violencia arbitrariamente en defensa los privilegios de la clase dominante, como el caso de las policías del Estado. La violencia se ejerce en legítima defensa, no como forma institucional de control y dominio.

La crisis estructural del sistema capitalista es en concreto el fracaso de sus instituciones. Los Estados nacionales se convierte en simples administradores de los grandes capitales, y las políticas son impuestas de forma violenta y autoritaria para asegurar los privilegios de una minoría en detrimento de las mayorías desposeídas. Al ser instrumentos para garantizar estos privilegios abandonan su función histórica por el bienestar común rompiendo el pacto social que los legitima: la educación se vuelve un negocio y no un derecho, la salud un privilegio, la policía y los ejércitos no garantizan la seguridad y son usados para reprimir el descontento y despojar a los pueblos de sus recursos. Es decir que la misma institución que debería garantizar el bienestar de la población, los deja sin nada, ni siquiera el derecho a vivir en sus territorios en paz. Ante este abandono, los pueblos recurren a sus tradiciones para poder sobrevivir reconstruyendo autónomamente una alternativa tan antigua como innovadora de organización social. Tal es su trascendencia que los Estados modernos han tenido que reconocer la existencia de los derechos colectivos, como la libre determinación y autonomía, garantizando estas formas de autogobierno. En el caso del agonizante y patético estado mexicano, este derecho está incluido en el artículo segundo constitucional.

Con este antecedente, podemos afirmar que las Policías Comunitarias cuentan entonces con un fundamento histórico –principalmente indígena- y una legitimidad social avalada por una comunidad y gestionada por gobiernos tradicionales. Incluso para el mismo estado mexicano son una entidad legal. Pero ya mencionamos que la dinámica voraz del capitalismo convierte a sus instituciones en instrumentos de la expoliación y el estado mexicano es un vergonzoso ejemplo de este proceso: lejos de hacer valer la ley, es el sumiso defensor de los intereses de los grandes capitales que pretenden a toda costa hacerse de los recursos en territorio de estas comunidades. Y violando la ley que debería hacer valer utiliza todo su poder para combatirlas, financia grupos criminales y paramilitares lanzándolos contra la población que tiene el deber de proteger. El estado entonces mata, encarcela, hostiga a los pueblos, siguiendo la lógica del sistema que lo construyo –la democracia burguesa- es un instrumento del capital y los pueblos se defienden de este último embate del sistema que los invadió hace 5 siglos como lo han hecho siempre.

2. ¿Qué son las autodefensas?

Los grupos ciudadanos de autodefensa también se explican a partir de un sistema en crisis que ha terminado con el ciclo hegemónico de Estados Unidos como centro del sistema mundo capitalista –lugar que ocupaba desde el siglo XIX, siendo el único entorno de implantación de Europa fuera de Europa-: ésta pérdida de la hegemonía y del poder unipolar ha generado un proceso de descomposición social generalizado y que en México –punto estratégico de la política de dominación en Latinoamérica- se ha traducido en un virtual estado de guerra y terror contra la población mediante el fortalecimiento de grupos criminales y el desmantelamiento de las facultades de bienestar del Estado. Con el argumento de combatir a los carteles de las drogas, de forma estúpida e irresponsable se lanzó al ejército a las calles, causando solamente violaciones a los derechos humanos y el desprestigio último de la institución. La estulticia de Calderón explicaba en parte el inicio de esta guerra implacable, así como la avaricia criminal, de Peña Nieto y el grupo que representan explica su continuidad pero ahora con una nueva estrategia: el fortalecimiento de las facultades represivas del Estado. La obsesión psicótica por llevar a cabo las reformas faltantes que le exigen las transnacionales ha expuesto el carácter represivo que tomara esta “guerra”. Esta vez se pensó que no serían los invencibles carteles (socios de negocios invaluables al final de cuentas) los que aterrorizarían a la población, sino escuadrones de ciudadanos armados clamando justicia, los que avalaran la intervención violenta del Estado para restituir el cacareado Estado de Derecho.

Con la implementación de la política bélica contra las drogas la pesadilla de ser secuestrado o desaparecido dejó de ser prerrogativa de luchadores sociales e indígenas. Ahora comerciantes, profesionistas, estudiantes, amas de casa podían ser secuestrados o asesinados indiscriminadamente. La guerra contra las drogas se llevó a cabo selectivamente, privilegiando a ciertos carteles (como el de Sinaloa) contra el del Golfo, fortaleciendo a este cartel al proporcionarle la salida al mar. El embate contra el cartel del Golfo origina una escisión de su brazo armado, Los Zetas, volviéndose una fuerza mercenaria que se rentaba al mejor postor, de tal forma que cualquier grupo dispuesto disputar una plaza contaba con un ejército de elite entrenado por kaibiles. Esta ruptura del monopolio de los carteles del norte (Cartel de Golfo, la independencia de los Zetas, la desaparición del cartel de Tijuana ) que se ocupaban fundamentalmente en labores de trasiego de droga, el consecuente cierre de la frontera a partir de la implementación de la doctrina de shock del gobierno estadounidense, provocaron no sólo una atomización de grupúsculos y células –es interesante que surja La familia michoacana y Los templarios en el estado natal de Calderón cuando llega a la presidencia- y el surgimiento de nuevos grupos en zonas antes libres de la presencia de los carteles que al mismo tiempo se diversificaron: no sólo crearon un mercado local de la droga, se incrustaron en negocios de exportación -como la minería y transnacionales agroindustriales-, el tráfico de personas y armas, la prostitución, la venta de órganos, el secuestro, la extorsión, la tala clandestina de maderas preciosas. Todo y todos se convirtieron en un botín potencial. Los pueblos en México son mágicos porque la gente desaparece, dice la vox populi en tono irónico. La violencia se trivializa grotescamente convirtiendo a este país en una gran fosa.

Es significativo que en noviembre del 2012, apenas unos meses después de la brutal toma de poder de Enrique Peña Nieto, empezaran a surgir grupos de ciudadanos armados que se autodenominaron grupos de autodefensas, sobre todo en los Estados más conflictivos para el gobierno, Guerrero, Michoacán., Hidalgo, Veracruz y Oaxaca. Aunque preocupante, el fenómeno no sorprendió a nadie si se toma en consideración el nivel de violencia proporcional a la negligencia del gobierno para garantizar un mínimo de seguridad en el país. Aunque inútiles para ejercer sus funciones, el gobierno sigue haciendo gala de una imaginación limitada elucubrando escenarios dignos de la mente del más vicioso psicópata que se repiten ad nauseam. Eso sí, el asesor debe haber estudiado marketing o publicidad en Harvard porque lleva a cabo exitosas campañas de desinformación que se traga una población integrada por analfabetas funcionales: de inmediato se empieza a vincular con tono alarmista a estos grupos de autodefensa con las policías comunitarias indígenas, una calca vil y burda de la estrategia que usa el gobierno de la ciudad, desde que el actual gobernador Mancera, un priista de facto, era procurador de justicia de la ciudad, contra los anarquistas; usándolos para criminalizar a una juventud sin expectativas y justificar la represión de los movimientos sociales. Ni siquiera se toman la molestia de cambiar el guión que redacta algún triste “asesor” desde Washington.

De inmediato se generó todo tipo de especulaciones, se siembran dudas sobre la legitimidad de algunos grupos, pero prevalece el empeño por inocular miedo e incertidumbre en las buenas conciencias. Una y otra vez se habla de grupos de autodefensa y se proyectan las imágenes de la Policía Comunitaria de Guerreo... el objetivo del gobierno queda claro: crear consenso para la intervención con toda las fuerzas represivas, incluyendo el ejército, en los pueblos en autonomía, desaparecerlas para así facilitar el hacerse de las preciadas minas aunque desaparezcan cerros y montañas, hacer de esos campos de maíz campos eólicos, sacar el uranio y dárselo al imperio para que siga sus guerras de despojo en su intento desesperado por recuperar su hegemonía, mientras intentan en vano satisfacer su cleptomanía y su narcisismo psicópata. Ciertamente se necesita mucho dinero para ocultar su miseria humana, parásitos incapaces hasta de tener una idea original. El empeño por enrarecer el ambiente infundiendo miedo, es la nueva versión del viejo discurso autoritario del PRI y su Estado de Derecho, en el que no pueden existir autonomías –o grupos de civiles armados- y la violencia es monopolio del gobierno.

La confusión es exitosa por el profundo racismo en una sociedad de castas. Despojados hasta de la autoestima el mexicano no quiere ser indio. Ignorantes de las tradiciones de los pueblos, más interesados al tanto del chisme de espectáculo, desconoce que las Policías Comunitarias son parte de procesos autonómicos, creados por decisión de los pueblos en asambleas siguiendo sus usos y costumbres, mientras que los grupos de autodefensa surgen visceralmente para combatir a los grupos criminales frente a la incapacidad cómplice del gobierno. En México los imbéciles que gobiernan repiten las mismas estrategias y con ellas sus errores: las perversas expectativas de las mentes criminales que planearon este escenario fueron rebasadas por una realidad que no pueden entender. El fenómeno de la autodefensa se extendió viralmente por casi todo el territorio, y de ser un montaje vil dio paso a grupos de ciudadanos honestos ejerciendo un derecho legítimo. La muerte no les es ajena y tienen como única opción para poder vivir defenderse y dejar ser víctimas no solo de las mafias, sino de los mismo cuerpos policiales –es decir del Estado- que también los secuestra, extorsiona y los mata. Seguramente quisieron ver la respuesta de la población frente al asesinato por parte de soldados de dos civiles desarmados en Michoacán y fue contundente: la creación de autodefensas en 68 municipios en trece de los 31 estados de la Republica, un país en estado de insurrección.

Un país que fue el corazón de Mesoamérica, y que cuenta con ejemplos paradigmáticos de organización social como el de Cherán, que de la defensa de sus bosques y el combate exitoso de los criminales, pasó a la creación de su autonomía siguiendo los usos y costumbres por epechas; cuenta también con la experiencia de la Policía Comunitaria de Guerrero que también para defender sus cafetales logró garantizar la paz en la montaña y la Costa guerrerense, lugares en los que la violencia era endémica, y que igualmente a partir de su autodefensa concretó su autonomía. Como los neo zapatistas. Aunque la mayor parte de los grupos de autodefensa afirman que desaparecerán y se desarmaran una vez se cumpla su objetivo, que salgan los grupos criminales de sus pueblos, nada puede garantizar que esto se cumplirá en algún momento, y menos el gobierno que está más interesado en proteger las inversiones de las empresas que pretenden implantarse en la zona y para lograrlo ha llevado a cabo una guerra frontal contra su población dejando un saldo de muertos que se cuentan en miles.[ii]

Lo cierto es que trata de una respuesta legitima al sufrimiento de años de violencia en manos del crimen organizado con el auspicio cínico del gobierno. Lo que pase lo decidirán los pueblos. Tal vez la densa niebla que cae en las montañas de Mesoamérica, permite ver un nuevo horizonte… la moneda está en el aire.


[i] El pueblo mexicano es apto para el comunismo (Regeneración, 2 de septiembre de 1911

[ii] 150 mil manejada por Panetta, Secretario de Defensa de los Estados Unidos en marzo del 2012 en una reunión trilateral con México y Canadá http://www.jornada.unam.mx/2012/03/28/politica/005n1pol

author by Ilan S. - AAtW, ainfos Ahdut (Unity)publication date Mon Feb 10, 2014 15:39author email ilan.shalif at gmail dot comauthor address Tel Avivauthor phone Report this post to the editors

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De la Autodefensa a la Insurrección Masiva: A preguntas esenciales, respuestas precisas by Brenda Aguilar

author by unxpublication date Tue Feb 11, 2014 09:49author address author phone Report this post to the editors

Creo que el título del texto es bastante confuso, sobre todo por la proliferación del término autodefensa en el actual contexto mexicano.

Me parece que en muchas de esas experiencias mencionadas de policías comunitarias, si bien en algunas hay un ejercicio auténtico de lo comunitario de abajo hacia arriba, en otros hay peligrosos ejemplos de lo que se hace y no se hacen cuando grupos sin previa estructura y formación de lucha aparecen en un contexto de conflicto armado.

El origen ancestral de algunas de estas prácticas y grupos no garantiza por sí mismo que su desarrollo y evolución este libre de vicios propios del "estatismo" (jerarquizaciones, decisiones desde arriba, caciquismos, etc), y esto se puede apreciar en las múltiples fracturas y acusaciones encontradas en las Casas de Justicia de Guerrero por poner un ejemplo.

Ahora bien, regresando al término espinoso de la autodefensa, el texto no toca el caso de los grupos de autodefensa de Michoacán, que son claramente bandas paramilitares al servicio de los productores medianos y grandes de limón, aguacate, etc

No se toca la peligrosa explosión en capacidad e importancia que estos grupos han tenido, y que si bien su origen está en las guardias blancas que siempre han tenido los latifundistas y terratenientes, ahora destacan como interlocutores con la prensa y el estado.

Aquí habría que preguntarse, desde una perspectiva de clase, cuantos de estos grupos armados -hoy llamados autodefensas y ayer muchos de ellos guardias blancas- pertenecen a nuestro pueblo explotado y oprimido en su origen, organización y metas, y cuantos de ellos responden a intereses ajenos a las necesidades actuales e históricas de nuestra clase.

Creo que las aportaciones en el campo teórico desde el anarquismo en este país, deben de ser más críticas (sin que esto implique despreciar) las acciones de grupos que muchas veces desde un discurso "indigenista" tienen una practica caciquil y clientelar. Cuando se trata de cerrar filas frente a la ofensiva estatal es necesario hacer un solo frente, pero a nivel del análisis teórico es preciso articular una perspectiva crítica, combativa, militante y clasista.

saludos

author by Brenda Aguilarpublication date Wed Apr 16, 2014 07:16author address author phone Report this post to the editors

Me parece que la confusion viene de quien comenta: el uso reiterativo de guardias blancas en un contexto en donde de lo que se trata justamente es de contrastar el caracter historico, coyuntural y contextual de dos expresiones de autodefensa llama la atencion por el empeño en confundir (algo que va muy de la mano con esta difamacion mediatica -contrainformacion- a la que se hace mencion en el articulo) para facilitar las politicas represivas.

No veo en el comentario ningun aporte, por favor lee nuevamente el texto.

author by Brenda Aguilarpublication date Wed Apr 16, 2014 07:16author address author phone Report this post to the editors

Me parece que la confusion viene de quien comenta: el uso reiterativo de guardias blancas en un contexto en donde de lo que se trata justamente es de contrastar el caracter historico, coyuntural y contextual de dos expresiones de autodefensa llama la atencion por el empeño en confundir (algo que va muy de la mano con esta difamacion mediatica -contrainformacion- a la que se hace mencion en el articulo) para facilitar las politicas represivas.

No veo en el comentario ningun aporte, por favor lee nuevamente el texto.

 
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