El mundo -y especialmente- Latinoamérica se sacude. El Estado bajo las dinámicas económicas del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha iniciado una arremetida contra las clases explotadas, configurándose en un alza de impuestos, reformas laborales y reducción de presupuesto a instituciones públicas.
El mundo -y especialmente- Latinoamérica se sacude. El Estado bajo las dinámicas económicas del Fondo Monetario Internacional (FMI), ha iniciado una arremetida contra las clases explotadas, configurándose en un alza de impuestos, reformas laborales y reducción de presupuesto a instituciones públicas.
Miles de personas -organizadas o no- han salido a movilizarse sin descanso bajo una indignación general. Sin embargo, la respuesta del Estado (venga de donde venga), ha sido el uso de la Fuerza Pública, derivando en una gran represión: cientos de heridos y docenas de muertos, despertando una gran solidaridad a nivel mundial y nuevas formas de lucha.
Los medios de comunicación desinforman y deslegitiman la protesta, creando un enemigo interno entre la misma clase desposeída (no te confundas, tú enemigo es el burgués)
La protesta y la movilización es el medio para la creación de nuevas victorias sociales y si se quiere, de autonomías locales y nuevos horizontes políticos por fuera de las instituciones estatales.
Nos solidarizamos con todos los pueblos que pelean, se mueven, se sacuden, toman los medios y son los medios. La revuelta popular es el camino para construir nuevos mecanismos de dignidad.
¡Arriba las que luchan!