Este 8 de marzo no hay nada que celebrar, es un año más de conmemoración de las compañeras y trabajadoras textiles caídas por reivindicar mejoras salariales, mejoras en materia de salubridad y el fin al trabajo infantil. Demandas justas y legítimas, las cuales no fueron escuchadas y el desenlace fue trágico
Compañer@s:
Este 8 de marzo no hay nada que celebrar, es un año más de conmemoración de las compañeras y trabajadoras textiles caídas por reivindicar mejoras salariales, mejoras en materia de salubridad y el fin al trabajo infantil. Demandas justas y legítimas, las cuales no fueron escuchadas y el desenlace fue trágico. Hoy 163 años más tarde la mujer trabajadora sigue haciendo frente a las desigualdades del capitalismo y de la sociedad heteropatriarcal, reivindicando su posición y su rol en la lucha de clases. Realidades como el femicidio, la desigualdad salarial, las malas condiciones laborales, la obstaculización legal y penalización de un aborto libre, seguro y gratuito, sin olvidar la violencia obstétrica, el acoso laboral y sexual, las violaciones y un sinfín de manifestaciones de violencia por parte de la sociedad y el Estado nos invitan a ser parte de la lucha donde el mejor ejemplo de acción es continuar adelante contra toda forma de patriarcado.
Luchadoras sociales como Flora Sanhueza, María del tránsito Caballero, Claudia López, Macarena Valdés y otras tantas mujeres que han sido protagonistas y han aportado a distintos frentes de lucha, no son olvidadas y son recordadas con el ejemplo, a las mujeres y disidencias sexuales que han salido a las calles este 8 de marzo a manifestarse, a recordar a compañeras y denunciar la violencia machista, lesbófoba, etc., poniendo en jaque al gobierno neoliberal de Sebastián Piñera y los cimientos patriarcales del orden predominante, mandamos nuestro apoyo y saludo fraterno: ¡y a seguir adelante en esta lucha con fuerza de mujer trabajadora! ¡A LA HUELGA FEMINISTA EFECTIVA!.