user preferences

New Events

América del Norte / México

no event posted in the last week

La "sexta" y la OC: Un programa y un proyecto para la continuidad del capitalismo

category américa del norte / méxico | community struggles | debate author Sunday August 05, 2007 11:47author by x - Grupo Socialista Liberarioauthor email enlace.gsl at gmail dot com Report this post to the editors

el programa zapatista de la sexta declaración no representa una ruptura revolucionaria con el sistema, por el contrario se mantiene, a lo sumo, dentro de su muy vieja (y no “muy otra”) tradición del marxismo-estalinismo-guevarismo, de las FLN (organización madre del EZLN)
Segundo Encuentro de los Zapatistas con los Pueblos del Mundo, Oventik, Julio 2007 (Fotografía de José A. Gutiérrez)
Segundo Encuentro de los Zapatistas con los Pueblos del Mundo, Oventik, Julio 2007 (Fotografía de José A. Gutiérrez)


La sexta declaración y la otra campaña: Un programa y un proyecto para la continuidad del capitalismo.




Índice.

I.- La Otra Campaña: Un proyecto zapatista.
1.1 Rumbo a la refundación del FZLN.
1.2 La Otra Campaña y su programa zapatista.

II.- La sexta declaración zapatista: Manual para defender al Estado capitalista.
2.1 Marcos y la teoría burguesa del Estado
2.2 La Otra Campaña: hacia la continuidad del capitalismo.

III.- Conclusiones.



I.- La Otra Campaña: Un proyecto zapatista.



Mucho se ha dicho sobre la Sexta declaración de la selva lacandona y su puesta en práctica a través de la llamada “Otra Campaña”. Este último llamado zapatista, vino acompañado por una alerta roja, por una despedida de la dirigencia zapatista y por toda una serie de hechos que despertaron, rápidamente, la curiosidad de propios y extraños. Todos se mantenían al tanto esperando información del EZLN. Entonces se dio a conocer “la sexta”. El EZLN declaraba que había hecho sus cálculos y que sabia que este “nuevo paso” le haría perder simpatizantes (todo el espectro de la intelectualidad de izquierda, todo el perredismo, etc., es decir, se estaba jugado el apoyo recibido por gran parte de la pequeño burguesía nacional y extranjera). Y vino la bomba, por primera vez, desde 1994, el EZLN se declaraba públicamente “anticapitalista” (aunque muy astutamente y buscando que no todos sus simpatizantes del ala de la pequeño burguesía se le escaparan, nunca se declararon socialistas, y no solo eso, sino que Marcos se canso de decir que la “sexta” y la otra campaña, eran algo nuevo, algo nunca antes visto, algo que no copiaba cosas del pasado sino que generaba algo nuevo, “otra cosa”).

La sexta básicamente llamaba a la unión de las organizaciones e individuos de “izquierda y anticapitalistas”. Marcos, dos meses después de publicada “la sexta“, durante las asambleas “preparatorias” inicio una campaña que buscaba dejar en claro que ésta no seria, solo, una campaña zapatista, sino que, según él, seria de todos los que se adhirieran a la sexta. A dos años de haber salido a la luz “la sexta” ¿Cuales son las bases de esta unión? ¿Es la otra campaña, una campaña de todos o una campaña zapatista más? La respuesta a la primera pregunta nos da, casi automáticamente, la respuesta a la segunda. Es una realidad, es una verdad irrefutable, que la unión en la otra campaña, es la unión tras una figura, en otras palabras, lo único que une a quienes participan en la otra campaña, es su admiración por el mítico guerrillero, aspirante a sucesor del “Che” Guevara, el sub-comandante Marcos. La otra campaña dista mucho de ser la unión de los “anticapitalistas”, es más bien, la unión de los admiradores de la estrella favorita del altermundismo pequeño-burgués. Quien nos lee, puede decir que nos encontramos exagerando. Nada de eso, y prueba de lo que decimos son las horas que el personaje encapuchado destinaba a la firma de autógrafos y a la foto del recuerdo, cargando al niño, con “la gente de abajo” y también, como no, con algunas artistas de “izquierda”, seguramente, bastante “anticapitalistas“. Sin embargo queremos aclarar, eso si, que hablamos de la generalidad de quienes participan en la otra campaña. Existen, pues, pequeñísimas excepciones, que confirman la regla.

Otro ejemplo de esto fueron (y son) las asambleas locales, quienes destinaban horas y horas, para organizar el recibimiento de tan distinguido personaje; por días, semanas y meses, las asambleas locales de la otra campaña, se dedicaron exclusivamente a organizar quien daría de comer a Marcos, quien lo hospedaría, quien lo cuidaría, quien lo atendería si se enfermaba, etc.

Resulta evidente que siendo el seguidismo a Marcos el punto nodal de la unión en la otra campaña, esta no puede ser más que una campaña zapatista. Todo gira alrededor de Marcos y del EZLN y todos los demás, se dedican a ajustarse a los tiempos, a la agenda y a la forma de trabajo impuesta por Marcos y el EZLN. Esto, en realidad, estaba claro desde un principio, el proyecto de la otra campaña, fue presentado como un proyecto a largo plazo, que contaba con las primeras tres etapas, perfectamente bien definidas. La primera etapa consistía en la gira de Marcos por todo México, la segunda etapa consistía en el establecimiento de comisiones de la dirigencia zapatista por zonas a lo largo y ancho del país y la tercer etapa consiste en la profundización de la presencia de los cuadros zapatistas en México, ahora no por regiones, sino en cada uno de los estados y por tiempo indefinido. Por supuesto, estas etapas nunca estuvieron a discusión. ¿Qué es esto si no una campaña zapatista?

Otro ejemplo de esto, y que pudiera resultar mas clarificador aún, es como el sub-comandante Marcos, suspendió su gira, (propuesta por él, en los tiempos y bajo las condiciones del EZLN) sin consultar absolutamente a nadie, dejando así vestidos y alborotados (hasta nuevo aviso) a los estados del norte.

Hay muchos ejemplos más, como las revisiones que hacia Marcos de las actividades que programaban las coordinadoras locales, que podían ser modificadas a capricho del “distinguido visitante” o cuestiones como la entonación del “himno zapatista” en casi todas las actividades publicas de la OC.

No nos vamos a extender mas en demostrar que la otra campaña, es dirigida en su totalidad por el EZLN y que la agenda de la misma es establecida por éste; quienes participan en la otra campaña, saben perfectamente que esto es cierto y no amerita mayor comprobación.



Rumbo a la refundación del FZLN.



Durante la reunión con organizaciones políticas, Marcos realizaba un énfasis en que no buscaba robarse a las bases sociales de esas organizaciones, que el EZLN no quería quitarles la dirección de sus movimientos, sino que solo buscaban unir las luchas. Así lo explicaba el dirigente zapatista:

“El EZLN no tiene trabajo obrero, ni estudiantil, sino fundamentalmente su trabajo es indígena; no vamos a disputarle a ustedes la tendencia moral y la legitimidad que se ha ganado el movimiento obrero campesino popular o como le quieran llamarle, ni vamos a disputar con ustedes la dirección de esos movimientos, la Sexta es muy clara, queremos unir nuestras luchas con las luchas de obreros y campesinos, no queremos dirigir la lucha de obreros y campesinos.”
SC. Marcos; reunión preparatoria, 6 de Agosto de 2005.


¿Acaso el fracaso del FZLN, había llevado al EZLN a dejar de lado el esfuerzo por generar su propio brazo político y a limitarse a la unión con organizaciones políticas y populares de la ciudad y el campo? La disolución del FZLN pudiera hacernos pensar esto, pero basta con revisar el comunicado del CCRI-CG del EZLN sobre la disolución del FZLN para darnos cuenta de que aquel no solo no ha renunciado a la formación de su propio brazo político, sino que trabaja a marchas forzadas para la refundación del mismo después del fracaso del FZLN. El párrafo siguiente de dicho comunicado así lo explica:

“A finales del pasado mes de octubre de este año de 2005, una delegación CCRI-CG del EZLN se reunió con algunos miembros del Frente Zapatista de Liberación Nacional y les pidió que consultaran a todos los compañeros y compañeras frentistas la posibilidad de disolver la estructura orgánica del FZLN y devolver al EZLN el nombre de esa organización política civil zapatista, convocada en su origen y fines por el EZLN
Esto con el objetivo de dejar en libertad al EZLN para refundar una organización zapatista, civil y pacífica, que, ratificando los principios enunciados en la IV Declaración, incorporara los avanzados en la Sexta Declaración de la Selva Lacandona (anticapitalista y de izquierda), con los méritos logrados por el FZLN en 10 años de vida, tratando de evitar los errores y vicios que se estuvieron presentando en su trabajo, y, ahora sí, con la participación directa de zapatistas del EZLN”
Comunicado del CCRI-CG del EZLN; México, Noviembre de 2005.


Resulta evidente, pues, que el EZLN sigue apostando por la construcción de su brazo político a nivel nacional o en sus propias palabras “una organización política zapatista civil y pacifica”. Todo indica, entonces, que el recorrido de la dirigencia zapatista, por el país entero, no tiene solo la intención de “escuchar a la gente de abajo” sino que además aprovechan el viaje para refundar su brazo político. El propio Marcos sostenía:

“queremos dejar claro que el EZLN mantiene su línea, va a seguir promoviendo la aparición de nuevos sujetos sociales, la aparición de nuevas organizaciones, de nuevas formas de organización y de nuevos mundos.”
SC. Marcos; reunión preparatoria, 6 de Agosto de 2005.



El EZLN mantiene pues su línea, la misma que desde enero de 1996, hizo publica en su cuarta declaración: la de la construcción de su brazo político, la sexta es otro intento mas por lograrlo, como diría el mismo EZ en su comunicado sobre la disolución del FZLN: “una nueva etapa del zapatismo civil inicia”.


La Otra Campaña y su programa zapatista.



Pero el EZLN no solo mantiene su línea en cuestiones organizativas, también lo hace, en cuestiones programáticas. Y han advertido:

“Les aviso: la Sexta Declaración la vamos a cumplir aunque sea solos y si nadie pues quiere trabajar con nosotros, vamos a poner un letrero que diga: “se cortan cordones de hamaca, se despluman gallos”
SC. Marcos; ibíd.


Este aviso no es otra cosa que una afirmación: No se puede ser de la Otra Campaña, sin aceptar el programa zapatista expresado en la sexta declaración. La sexta marca una pauta, una serie de principios irreductibles que deben ser aceptados por todos sus adherentes. Se puede argumentar aquí, que la consulta de los famosos seis puntos era una forma en que “todos” hacían la sexta. Nada más alejado de la realidad, la sexta declaración de la selva lacandona, es un documento de una organización político-militar, documento que cuenta con un principio, un desarrollo y un fin. Si verdaderamente se quería un documento de “todos” los “de izquierda y anticapitalistas ” se debió convocar a la creación de comités de debate locales en todo México que definieran una propuesta, cosa que no sucedió así, sino que al contrario se llamaba a firmar el documento, a adherirse a él.

La cuestión de los seis puntos se encuentra tan lejos de la realidad, que nunca pudieron llevarse a cabo. La Otra Campaña se encontraba en una primera etapa (¿votada cuando?) y no encontraba (ni le interesaba encontrar) el momento para el supuesto debate de los seis puntos.

Los seis puntos que, supuestamente, se encontraban a debate fueron puestos por el EZLN. El mismo EZ se arrogo la función de autoridad y coloco los plazos para responderlos, creó los medios para recibir las respuestas a los seis puntos (una página en internet y una dirección física, solo en el DF). Se propuso como mediador para que “todos fueran escuchados”, se propuso para llevar el control de los resultados. Propuso un formato de respuesta, que en su primer pregunta (la de los principios básicos, es decir, la del programa) solo aceptaba como respuesta un simple “si” o un “no”. Si elegías el no, ¿Qué hacías ahí?. El mensaje fue claro, el programa es ese y se le acepta en su conjunto o no se le acepta. Todas las demás preguntas eran sobre la forma organizativa de la otra campaña. ¿Y los resultados? Después de un primer informe que apenas y contenía al 10% de los que formaban la otra campaña, nunca más se supo de estos. ¿Y los seis puntos? ¡Olvidados!.

Queda claro que la otra campaña tiene una sola agenda: La del EZLN y tiene un solo programa: el del EZLN. El programa zapatista expresado en la sexta declaración es el pilar de la otra campaña, ahí se marca el camino a seguir y se está de acuerdo o no se está, pero no se puede modificar en lo mas mínimo.

El despliegue de los cuadros zapatistas por todo México no es en vano y tiene un objetivo específico muy bien definido:

“Mi trabajo de esta delegación, el propio nombre del encomendado lo dice, somos la comisión sexta de la selva Lacandona y de la otra campaña, ese es mi trabajo. Una cosa, la comisión sexta es el espíritu para la otra campaña porque si la otra campaña va en un camino y dejamos a un lado la sexta declaración compañeros, vamos a acabar como arenas que lo lleva el viento y cada quien a su lado y así no vamos a poder, porque dentro de la sexta de la selva Lacandona hay ciertas recomendaciones: como debemos de ser dentro de la otra campaña y qué pensamos hacer para la otra campaña (…)”
Comandante Zebedeo; Monterrey, México. 5 de mayo 2007.


Zebedeo fue muy claro, el objetivo de la comisión sexta, es guiar a la otra campaña por dentro de los márgenes del programa zapatista expuesto en la sexta declaración. Si a esto sumamos el “aviso” de Marcos de que la sexta la van a cumplir aunque sea solos, tenemos como resultado que todo intento de modificar la sexta será rechazado por el EZLN. Es por esto que no se puede participar en la otra campaña, sin aceptar el programa zapatista, es decir, sin comprometer o incluso claudicar al programa propio.


II.- La sexta declaración zapatista: Manual para defender al Estado capitalista.



Algunas de las personas que se reclaman de la izquierda revolucionaria, llegan a asimilar el contenido de la sexta declaración como la ruptura del zapatismo con su pasado abiertamente reformista, que no es otra cosa que un conjunto de exigencias de derechos democráticos en el marco del Estado nacional burgués mexicano.

Bien es cierto que en una primera lectura de “la sexta”, el EZ parece desmarcarse de aquellas estrechas apelaciones a la legalidad burguesa, pues ésta declaración incluye un elemento que no contenían las cinco anteriores: La lucha contra el capitalismo.

Sin embargo, un análisis detallado de “la sexta” demuestra que dicho programa y el proyecto político que propone (la Otra Campaña) no son más que el mismo intento zapatista de siempre, el de defender, rescatar y refortalecer el Estado capitalista mexicano.

Por tanto, la sexta declaración, si bien incorpora un ligero cambio en el discurso zapatista, representa los mismos objetivos reformistas de siempre, y por lo tanto consideramos que aquellas organizaciones e individuos que colaboran en la Otra Campaña, aún haciéndolo desde una posición crítica [2] no hacen sino ayudar a cumplir los sueños de Marcos y el EZLN, los de volver a poner en pie al Estado nacionalista de los años 30’s, 40’s y 50’s.

Pese al discurso “anticapitalista” de la sexta declaración, las verdaderas intenciones del zapatismo siguen siendo las mismas desde su aparición pública, las de combatir solo al neoliberalismo, más no al capitalismo en toda su esencia. Y la lucha anti-neoliberal del EZ, al estar basada en el patrioterismo estatista, se convierte, en los hechos, en una defensa del capital nacional.

A lo largo de toda “la sexta” no hay más que una equiparación errónea entre el capitalismo y el neoliberalismo, es decir, cuando nos hablan de luchar contra el capitalismo, a lo único a lo que se refieren es a combatir al “modelo” económico que se viene imponiendo durante al menos dos décadas y media a lo largo del mundo, pero parece ser que “olvidan” que el “Estado de bienestar” que reinó en el mundo a partir de los años treintas también era una variante de capitalismo, que también estaba basado en la dominación y la explotación de una clase sobre otra, donde existían millonarios opulentos y masas populares miserables.

El que existe una equivocada equiparación de conceptos, y que esa equiparación convierte a la sexta en una defensa del capital nacional, se demuestra fácilmente cuando por ejemplo nos dicen:

“Entonces, la globalización neoliberal, o sea la capitalista, destruye lo que hay en esos países, destruye su cultura, su idioma, su sistema económico, su sistema político, y también destruye los modos en que se relacionan los que viven en ese país.”

¿Quiere esto decir que antes de la “conquista neoliberal” el sistema económico de aquellos países “conquistados” por la globalización, no era el capitalismo? ¿Antes de la globalización aquellos países ahora “conquistados”, vivían fuera, al margen del sistema capitalista? Y si según los zapatistas y sus seguidores, en esos países (como por ejemplo México) no había capitalismo ¿Quiere decir que eran países exentos de “robo, desprecio y despojo”, y que son un ejemplo de aquello por lo que debemos de luchar? Y si por el contrario, se admite que sus economías eran formas de capitalismo en las que estaban presentes todas las contradicciones capitalistas ¿Por qué razón se defiende en la sexta declaración una y otra vez aquel pasado?

Creemos que ésta última pregunta nos da la clave para su respuesta; el zapatismo añora al Estado paternalista y de “bienestar” pre-neoliberal y lucha por volver a ponerlo en pie. Una siguiente cita deja clara la añoranza del EZLN por el nacionalismo proteccionista que bajo el capitalismo no tiene otra intención que proteger el capital nacional, es decir, a la burguesía, a los explotadores nacionales, que se sienten amenazados por la competencia del capital extranjero:

“(…) algunas de las bases económicas de nuestro México, que eran el campo y la industria y el comercio nacionales, están bien destruidas y apenas quedan unos pocos escombros que seguro también van a vender”

También, añorando el proteccionismo burgués, dice “la sexta”:

“Y donde antes había créditos y precios de protección, ahora solo hay limosnas, ..y a veces ni eso”

Estas no son más que cantaletas nacionalistas burguesas que podrían quedar perfectas en los discursos de AMLO en el zócalo y durante su recorrido nacional. Esas “bases económicas de nuestro México” de las que habla Marcos, son las bases sobre las que se levantó el antiguo régimen priísta hasta tiempos de López Portillo, último defensor del “modelo” del “nacionalismo revolucionario”.

Y si bien es imposible negar la horrible devastación del neoliberalismo, y por tanto es imposible también negar que bajo aquel régimen proteccionista el nivel de vida de las masas populares era mucho mejor comparado con el nivel de hoy en día, es completamente inaceptable que ese régimen burgués sea presentado como “anticapitalismo” por la sexta declaración. La nostalgia por aquel “modelo” donde “había créditos y precios de protección” no tiene absolutamente nada que ver con el anticapitalismo, y si tiene, por el contrario, muchas semejanzas con la indignación de la pequeño y mediana burguesía mexicana que fue la que más se vio afectada con la entrada en vigor del TLC.

El mismo nombre del EZLN expresa que su programa está contrapuesto a los intereses históricos del proletariado, y que el EZ no puede ser más que un exponente radical de la defensa del capital nacional, pues como su nombre lo dice, su proyecto es la “liberación nacional”, la liberación del Estado-Nación mexicano, o sea de todas las clases que habitan dentro de sus márgenes, incluida, claro está, la burguesía mexicana.

El proyecto de “liberación nacional” está en contradicción con el de la liberación del proletariado, del pueblo explotado. La “reconciliación” (nefasta para los explotados) de ambos proyectos fue obra del estalinismo y del maoísmo durante los 60’s y 70’s, que llevaron a los explotados a unirse a sus explotadores nacionales, bajo discursos patrióticos, para “combatir al imperialismo”. No es raro que el EZ defienda esa supuesta concepción “anticapitalista”, tomando en cuenta que las orientaciones políticas mencionadas influenciaron el nacimiento de las FLN, predecesoras del EZLN. Ese falso “anticapitalismo” patriótico es el que expresa el vocero del EZ, de manera repetitiva en la sexta declaración. Como ejemplo, el sub-comandante marcos nos dice lo siguiente:

“En su lado del trabajador de la ciudad pues las fábricas cierran y se quedan sin trabajo, o se abren las que se llaman maquiladoras, que son del extranjero y que pagan una miseria por muchas horas de trabajo”

La “sexta” hace énfasis en el carácter extranjero de las maquiladoras, como si de la procedencia del capital y del patrón dependiera la explotación o no explotación del trabajador. La relación de producción capitalista mantiene en condición de explotados a los trabajadores asalariados, que con su trabajo enriquecen a sus patrones, los cuales da lo mismo que se llamen “Hans” o se llamen “Pedro”, que se apelliden “Harwood” o “Martínez”.

Pero si algún lector considera que somos demasiado injustos, y que calumniamos al EZ por considerarlos defensores del capital mexicano y por señalar que la “Otra campaña” es el plan para llevar adelante esa defensa, los dejamos con la siguiente cita, la que ayudará a clarificar un poco más nuestra posición:

“Y también dijeron que hay que abrir las fronteras para que entre todo el capital extranjero, que así se van a apurar los empresarios mexicanos y a hacer mejor las cosas. Pero ahora vemos que ya ni hay empresas nacionales, todo se lo comieron los extranjeros, y lo que venden está peor que lo que se hacía en México.”

El EZ se lamenta precisamente de lo que señalábamos apenas unos párrafos atrás, de que los explotadores ya no sean mexicanos, que ahora tengan apellidos y costumbres propias de lugares lejanos. Con su nacionalismo (ideología que impide que el proletariado se reconozca y se afirme como clase mundial) lo único que consigue el EZ es abogar por el “derecho de exclusividad” de los patrones mexicanos para explotar a sus “compatriotas”.

Toda la sexta declaración está impregnada de este discurso proteccionista burgués, a lo largo de todo el documento no hay más que evocaciones del viejo “nacionalismo revolucionario” y lo que aquel régimen representaba. De hecho el elemento central, la piedra angular de la sexta declaración es una prueba del verdadero programa burgués del EZ, que no representa en ningún momento una ruptura revolucionaria real. Ese elemento central al que nos referimos es el de la lucha por una nueva constitución, o lo que es lo mismo, nuevas leyes sobre las que se base el Estado mexicano.

Aquí hay un par de puntos para el análisis; el primero es que el zapatismo pretende, de manera utópica, que la lucha contra el capitalismo consiste en elaborar nuevas leyes, su formula es hacer una “revolución política”, echar a los políticos neoliberales y poner al frente del Estado a individuos que elaboren leyes “justas” para los desposeídos. Se deja de lado que el elemento central y decisivo de la lucha anticapitalista es el de que los trabajadores destruyan las bases económicas de la sociedad capitalista, es decir, que hagan desaparecer la propiedad privada y que colectivicen (no hay que confundir con estatizar o nacionalizar) los medios de producción, distribución y de vida. La sexta declaración no habla en ningún momento de la apropiación de los medios de producción a manos del los trabajadores, todo lo reducen, siempre fieles al campo reformista, a hacer nuevas leyes para los pobres.

El segundo aspecto a estudiar es que la iniciativa de elaborar una nueva constitución, una vez más demuestra (para quienes a estas alturas del documento aún no se han convencido) que “la sexta” y la Otra campaña son un instrumento para construir un Estado fuerte como el surgido de la revolución política burguesa de 1910. Así es que la Otra campaña busca luchar por una nueva constitución porque, según nos dice la sexta:

“(…) y es que la Constitución ya está toda manoseada y cambiada. Ya no es la que tenía los derechos y las libertades del pueblo trabajador, sino que ahora están los derechos y las libertades de los neoliberalistas para tener sus grandes ganancias”

Más claro imposible. El EZLN no tiene una contradicción de clase con la actual constitución mexicana, el problema que ellos perciben es que “ya está toda manoseada y cambiada”. Esto significa que para ellos la constitución, antes de las reformas neoliberales, era una fiel representante de los derechos del pueblo, así es que si esa constitución no hubiese sido “manoseada”, no solo no habría que combatirla, sino que sería el deber de todo proletario defenderla, ¡como todo buen guerrero de la patria, como todo un buen mexicano!

Lo que nosotros afirmamos, a diferencia del reformismo de “la sexta”, es que la Constitución de 1917, con o sin reformas, es una constitución capitalista, pues es una constitución que defiende y legitima la esencia del capitalismo: La propiedad privada. De hecho la redacción de la actual “carta magna” fue el resultado de la victoria del ala burguesa que salió triunfante durante la “revolución”; la constitución representa los intereses de ese sector burgués.

Además de todo esto, la propuesta de redactar una nueva constitución deja claro que “la sexta” no cuestiona verdaderamente a la sociedad de clases actual, al capitalismo, pues nos dicen que quieren una constitución “que reconozca los derechos y libertades del pueblo, y defienda al débil frente al poderoso”. Esto no puede entenderse de otra manera que no sea que la otra campaña ni siquiera pretende acabar con la división social entre explotados-explotadores, gobernantes-gobernados, sino solo crear nuevas leyes que hagan mas “armoniosa” la convivencia entre quienes detentan el poder político y económico y quienes no poseen ni el uno ni el otro. De otro modo no entendemos que se hable de “poderoso” y “débil” en una supuesta constitución no capitalista, pues quien más puede representar al “poderoso” si no es el capitalista o el hombre de Estado, y quien al “débil” si no un trabajador explotado del campo o la ciudad.

Marcos y la teoría burguesa del Estado.



Durante el recorrido por el país, como parte de la primera etapa de la otra campaña, Marcos dejo ver que el objetivo de ése proyecto es fundamentalmente reformar las instituciones del Estado mexicano. Al parecer el vocero zapatista comparte la definición burguesa del Estado, que dicho sea de paso, no es más que una reverenda farsa para justificar la existencia del mismo ante las masas populares, evitando de esta manera que los explotados lo identifiquen como el guardián de la propiedad burguesa y luchen por destruirlo.

Según los liberales clásicos, todo individuo es libre desde su nacimiento, la esencia misma de toda persona humana es su libertad individual, y el Estado, para ellos, es un “contrato social” establecido por individuos autónomos completamente libres, que sacrifican una porción de su libertad para establecer dicho contrato en aras del “bien común”, por tanto el Estado, (según la tesis idealista, y por tanto falsa, de los liberales) es el representante de los intereses de la sociedad en su conjunto.

En sus declaraciones y discursos a lo largo del país, Marcos justifica esta teoría, presentando al Estado-nación como el mayor exponente del bien público. Este entendimiento falso de la naturaleza del Estado lo lleva a justificar la existencia de dicha institución que realmente solo tiene como función social la de legitimar y mantener el orden explotador. El Estado moderno es el producto del ascenso de la burguesía como clase dominante, lo que hizo que ésta clase adaptara a su medida esta institución, para poder concertar los intereses de las distintas fracciones burguesas y darle una legitimidad jurídica a sus privilegios. Sus demás componentes, como el ejército y la policía, tienen por función mantener éste orden explotador a base de la violencia.

Pero Marcos, generando confianzas en el Estado, y muy acorde con las teorías burguesas, declara en mayo del 2006 en CNN que “el Estado mexicano ha abandonado su deber”. Para Marcos el Estado no es el poder organizado de los explotadores contra los trabajadores, sino el responsable de velar por el “bien común”, tarea que según Marcos está dejando de llevar a cabo gracias a los “neoliberales”. Al contrario de Marcos, nosotros creemos que el Estado sigue cumpliendo cabalmente con su deber, que es el de mantener la sociedad de clases, cada represión, cada violencia ejercida contra las masas, lo demuestra.

En cuanto al brazo armado del Estado mexicano, como lo es el ejército, Marcos declaraba ante adherentes de la otra campaña en Irapuato:

“El pacto de Chapultepec significa convertir al Estado mexicano en un Estado policiaco, donde incluso el ejército, el ejército federal mexicano va a asumir las condiciones de una policía interna, se acabó la soberanía nacional si ganan ellos, los ejércitos ya no van a servir para defender al país en caso de una invasión externa, van a servir para defender a los ricos de la gente pobre”


Aquí Marcos lo único que hace es repetir el discurso burgués de que el ejército y demás cuerpos armados sirven para proteger a la comunidad y preservar la “soberanía nacional”. Cuando dice que los ejércitos ya no van a servir para defender al país, nuevamente muestra que de manera implícita él considera que antes del neoliberalismo los cuerpos armados si cumplían una labor favorable para las masas populares, pues estos no eran mas que la expresión armada de un “Estado nacional soberano”. Esto también demuestra la tesis de este análisis, de que el zapatismo y la otra campaña no pueden ir más lejos de defender al Estado en su expresión “intervencionista” en las cuestiones económicas, por tanto no pueden luchar efectivamente contra el capitalismo, sino solo contra sus expresiones ultra liberales.

La otra campaña: Hacia la continuidad del capitalismo.



Otro punto a señalar es que el vocero zapatista en muy aisladas ocasiones ha hablado de la expropiación de los medios de producción. Que recordemos lo hizo durante el primer encuentro obrero de la otra campaña y recientemente en una (valga señalarlo) muy buena crítica [3] que hizo a quienes creen absurdamente que combatir al capitalismo es no consumir coca-cola o demás productos transnacionales.

¿Pero hay una contradicción entre el discurso nacionalista en defensa del capital nacional y las declaraciones sobre expropiar los medios de producción? Nosotros creemos que no. No se trata de una contradicción sino del falso anticapitalismo que defiende el EZLN, “la sexta” y la otra campaña. Cuando uno lee o escucha las declaraciones de simpatía de Marcos sobre Estados como el cubano o el venezolano, se da cuenta que hay una gran semejanza entre el discurso nostálgico del Estado intervencionista mexicano de antaño y el “anticapitalismo” de Cuba y Venezuela, por tanto uno no puede más que concluir que hacia allá se dirige el proyecto de la otra campaña.

Con anterioridad señalábamos las raíces del EZLN, las FLN, que al contrario del EZ si hablaban abiertamente del “socialismo”. Desde siempre ha sido muy común para esa izquierda guerrillera latinoamericana que se identifica con el estalinismo, el maoísmo, o el guevarismo identificar al “socialismo” con la conquista del poder político y la estatización de todos los medios de producción. Siempre han considerado que “aboliendo” la propiedad privada empresarial y sustituyéndola por la propiedad estatal (propiedad que sigue estando “privada” del proletariado) se abolían las relaciones capitalistas de producción, sin embargo lo único que ocurre es que las burocracias estatales sustituyen a la burguesía como clase dominante, creando una nueva clase que concentra y monopoliza el poder económico y político en su propia beneficio y no en el de las masas. Esta falsa concepción sobre el “socialismo” proviene de la URSS, donde se vendió la misma idea de la “construcción del socialismo” cuando realmente lo que imperaba era una forma degradante de explotación capitalista, capitalista de Estado.

Esto es realmente lo que existe en el Estado cubano y hacia donde supuestamente pretende dirigirse el Estado venezolano y he ahí hacia donde se dirige el EZLN y la Otra Campaña, que venden la idea reaccionaria de que el Estado es un perfecto y genuino representante del pueblo cubano, que no hay contradicción alguna entre el “arriba” y el “abajo” en Cuba. Hace unos días, en su ponencia titulada “De redentores e irredentos” en un foro que llevó por nombre “América Latina vista desde la Otra Campaña”, Marcos decía:

“(…) una parte de esta historia singular es la del imperdonable pueblo cubano, el último en independizarse y el primero en ser libre en nuestro continente”

¡Bonito concepto de libertad que tiene Marcos! Probablemente considera que son muy libres los proletarios cubanos que tienen que andar mendigando algo de comida entre los turistas para poder alimentar a sus hijos, o quizá sean muy “libres” las prostitutas cubanas que tienen que vender sus cuerpos, o probablemente ve demasiada libertad en el hecho de que los cubanos no puedan transitar por las zonas restringidas, exclusivas para turistas, o en que los trabajadores no puedan organizarse de manera autónoma de los sindicatos del Estado.

Pero es sólo una opción que la Otra campaña pretenda ser dirigida totalmente hacia el capitalismo de estado al estilo cubano, pues la sexta declaración hace una defensa implícita de los capitalistas mexicanos, por lo que seguramente, de triunfar, el proyecto de la otra campaña oscilaría entre una república burguesa tradicional, con un Estado intervencionista y el capitalismo completamente estatizado, aunque como decimos arriba, esto no es en sí una contradicción, sino una simple variación sin demasiada importancia en el tipo de sociedad capitalista.


III.- Conclusiones.



1) La Otra Campaña es, simplemente, otra campaña zapatista mas, como lo fueron la CND y el FZLN, en busca de un movimiento político zapatista nacional.

2) Por lo tanto la Otra Campaña mantiene la agenda, los tiempos, formas y modos del EZLN, así como su programa expresado en la Sexta declaración de la selva lacandona. Resultando imposible que la Otra Campaña se guíe por otra perspectiva que no sea esta.

3) Siendo una campaña y un programa zapatistas, la participación en ésta es la claudicación del programa propio ante el programa zapatista.

4) Las bases del programa zapatista, bajo el cual se guía la otra campaña y que se encuentran esbozadas en la sexta declaración de la selva lacandona son las siguientes:

a) Antineoliberal: se realiza una errónea equiparación entre antineoliberalismo y anticapitalismo, considerando como anticapitalista la oposición al neoliberalismo y no al capitalismo en si mismo.

b) Nacionalista: se lleva adelante un discurso patriotero, que conduce, junto con la errónea equiparación del antineoliberalismo como anticapitalismo, a la conclusión de que la lucha debe ser por la “soberanía nacional” y no por la emancipación de la Clase Trabajadora. Conclusión que lleva al programa zapatista a la defensa de la burguesía nacional, añorando el viejo “nacionalismo revolucionario” de los años 30´s 40´s y 50´s.

c) Estatista: se realiza una defensa a ultranza del Estado-Nación, defensa inherente a la “liberación nacional” y que es, nuevamente, contrapuesta a la emancipación de los explotados y oprimidos. Se mantiene la teoría burguesa del Estado, como la “cosa publica” encargada de mirar por el bienestar del pueblo (entendiendo, claro esta, al pueblo como al conjunto de los ciudadanos bajo protección del Estado, es decir, sin diferenciación de clases)

5) Por lo tanto la sexta declaración, no representa un paso adelante en el programa zapatista pues pese a que ahora incluyen en su discurso la palabra “anticapitalista”, no hacen mas que definirlo como antineoliberalismo, como hicieran todos los movimientos de “liberación nacional” en el mundo al equiparar anti-imperialismo como anticapitalismo.

6) A pesar del cambio de discurso, el programa zapatista de la sexta declaración no representa una ruptura revolucionaria con el sistema, por el contrario se mantiene, a lo sumo, dentro de su muy vieja (y no “muy otra”) tradición del marxismo-estalinismo-guevarismo, de las FLN (organización madre del EZLN) y del EZLN mismo hasta antes de su aparición pública, si no es que dentro del margen democrático-liberal (posición que defendería desde su aparición publica, ante un desprestigiado marxismo que acababa de caer junto con el muro de Berlín)

7) En cualquiera de los dos casos, ni el viejo marxismo estatista ni el Estado de bienestar o “nacionalismo revolucionario” representan la emancipación de los Trabajadores sobre el Capital.

8) Reconocemos la valentía y sinceridad de todas las personas que componen las comunidades zapatistas, no dudamos ni un instante de que los mueve el único interés de luchar contra la terrible opresión a la que han sido sometidos por el Estado-capital, interés sincero que ha llevado a muchos de ellos incluso a perder la vida. Es por esto precisamente por lo que hoy criticamos la vía que siguen actualmente, como en su momento cientos de organizaciones criticaron en el pasado su errónea alianza con el PRD y Cuauhtémoc Cárdenas. Hoy, cuando la mayoría de los que se proclaman “anticapitalistas” se alinean al canto de sirena del viejo “nacionalismo revolucionario” o del caduco marxismo-leninismo, nosotros, los Anarquistas Revolucionarios del Grupo Socialista Libertario, criticamos abierta y radicalmente el falso camino por el que la dirigencia zapatista los encamina.

9) Por esto último es que el Grupo Socialista Libertario exige:

¡Libertad de todos los presos políticos zapatistas!
¡Alto al hostigamiento de las comunidades zapatistas!
¡Libertad de todos los presos políticos de la Otra Campaña!
¡Alto al hostigamiento de los miembros de la Otra Campaña!



Grupo Socialista Libertario
México, Agosto 2007.



____________________________

Notas.



1. El Frente Zapatista de Liberación Nacional (FZLN), es el brazo político del EZLN, que nace con la cuarta declaración de la selva lacandona (enero 1996). El EZLN en ese entonces llamaba a formar una “organización civil y pacifica (…) invitamos para que participen en él (en el Frente) a los obreros de la República, a los trabajadores de el campo y la ciudad, a los indígenas, a los colonos, a los maestros y estudiantes, a las mujeres mexicanas, a todos los ciudadanos mexicanos que queremos no el poder sino la democracia, la libertad y la justicia para nosotros y nuestros hijos.” Es decir, el FZLN era un esfuerzo del EZLN por generar un movimiento, ya no solo con indígenas, sino con obreros, trabajadores en general, estudiantes, etc. Esfuerzo que según el propio EZLN fracaso pues afirmo no tener trabajo obrero, ni estudiantil. Y efectivamente, no lo tenía

2. Como es el caso de la Alianza de los Comunistas Libertarios, que aún posicionándose de manera crítica frente a ciertos puntos en la sexta declaración, y buscando levantar su “bloque anti-constitucionalista” con otras agrupaciones adherentes, siguen sosteniendo de manera lamentable que dentro de la otra campaña puede surgir un movimiento proletario anticapitalista, (ver su articulo “Construyendo la Otra Campaña”) con lo que liquidan por completo su programa y trabajan en pos de un proyecto completamente nacional-estatista y burgués.

3. Marcos hizo bien en señalar que el problema del capitalismo no se encuentra en el consumo, sino en la producción, sin embargo, a pesar de su crítica, vuelve inmediatamente después a su “anticapitalismo” vago, cuando dice que el no consumir productos transnacionales es solo “una” de las formas de “combatir” al capitalismo.
Esa “forma” no tiene nada de anticapitalista, mas bien es una desorientación total que genera confusión entre los explotados sobre lo que es el capitalismo, y que los empuja a defender a los capitalistas nacionales en contra de las “multinacionales extranjeras”. Parte de la responsabilidad de esta confusión la tiene el mismo EZLN, como hemos podido ver ya en la sexta declaración.

This page can be viewed in
English Italiano Deutsch
© 2005-2024 Anarkismo.net. Unless otherwise stated by the author, all content is free for non-commercial reuse, reprint, and rebroadcast, on the net and elsewhere. Opinions are those of the contributors and are not necessarily endorsed by Anarkismo.net. [ Disclaimer | Privacy ]