Algunas consideraciones sobre la responsabilidad colectiva

iberia | movimiento anarquista | debate Monday August 27, 2007 00:19 by Marco Montenegro riottheghost at riseup dot net

Como crítica a los comunistas autoritarios marxistas-leninistas, afirmamos frecuentemente que los medios deben estar de acuerdo con los fines, o sea, si queremos una sociedad sin clases, donde todos seamos iguales, donde todos tengamos los mismos derechos y deberes, donde predomine la autogestión y donde exista un equilibrio entre individuo y colectivo, entonces también las organizaciones anarquistas que luchan por esa sociedad deben formarse de acuerdo con esos principios y, así, al contrario de los marxistas-leninistas, debemos rechazar las orgánicas burocráticas, jerarquizadas verticalmente y centralizadas, como también debemos rechazar el "seguidismo", o culto al líder, y la pasividad crítica.

Desde este punto de vista, la práctica de funcionar bajo la responsabilidad de un individuo debe ser decididamente condenada y rechazada en los puestos del movimento anarquista. Esto, no sólo por la razón expusta arriba, la compatibilidad entre medios y fines, también porque un individuo solo nada puede conseguir sin ayuda de nadie. Ni siquiera el escritor más solitario podrá escribir si no tiene quien le corte el árbol, quien le haga la pasta de papel, quien le proporcione la tinta. Un individuo viviendo solo nunca conseguirá nada por completo y será facilmente descontextualizado. Las áreas de acción social y política son profundamente colectivas en su naturaleza, de ahí que las actividades, sociales y públicas, nunca se podrán basar en la responsabilidad de un individuo.

Logicamente, entonces tenemos el principio de "Responsabilidad Colectiva", un principio, que a pesar de esa condena del acto solitario, tiene sin embargo una relación estricta con una responsabilidad moral individual. ¿Qué quiere decir esto? Ya sea como colectivo anarquista preconizando la horizontalidad y la autogestión, todos los miembros deben ser activos y participar en todas las decisiones de la organización para que tales decisiones sean el fruto de una voluntad lo más general posible, fruto de una discusión abierta a todos los miembros. Porque no admitimos que existan líderes ni subordinados, ni queremos que existan condiciones para tal situación, y porque queremos que todos tengan una capacidad crítica ilimitada basada en la racionalidad de una práctica y no de un proceso mimético de arrastre. Sin embargo, esto sólo sucede si existe esa responsabilidad moral individual, esa predisposición moral para ser activo y crítico siempre. No existirá responsabilidad colectiva sin responsabilidad individual y, viceversa, no existirá responsabilidad individual sin responsabilidad colectiva, no sólo el individuo tiene el deber de promover él mismo su capacidad crítica, como también el colectivo la responsabilidad de estimular la práctica crítica de todos los individuos.

El anarcosindicalista Rudolf Rocker tiene en sus memorias una cita curiosa acerca de la responsabilidad individual que cada uno tenía y que determinaba también una responsabilidad colectiva que, entre otras cosas, conformaba la fuerza de los anarcosindicalistas de la CNT: "Una de las cosas que más me sorprendieron, fue la atención con que el público escuchaba a los oradores, como si se identificase con ellos; pero, contrariamente a lo que pasaba en otros países, nadie aplaudia para expresar su entusiasmo. El propio Durruti, que habló en términos duros, llamando sin eufemismo a las cosas por su nombre, no recogió ni una sola ovación, aunque fuese visible que el público estaba sensibilizado. Todos pensaban en aquello que escuchaban, en un acto de reflexión. Le pregunté después a Durruti por qué el público no aplaudia. Se puso a reir y me dijo: "Pero amigo Rudolf, sabes perfectamente que nosotros, anarquistas, no nos prestamos al culto a la personalidad. Los aplausos y as ovaciones que son dirigidas a los oradores, son la musiquilla que hace despertar el gusano de la vanidad y, por fin, al "leader". Es justo que se reconozca la competencia del compañero que expone su posición, pero, creer que él es superior, eso es practicar el culto al jefe; y eso no es norma entre los anarquistas".