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bolivia / peru / ecuador / chile / historia / opinión / análisis Tuesday September 12, 2023 05:10 byAsamblea Anarquista de Valparaíso y Federación Anarquista de Santiago
El terror fue desatado sistemáticamente desde el Estado y cayó la noche sobre la alegría de los pueblos. La contra revolución capitalista se abrió paso brutalmente con una imparable avanzada de muerte, tortura, violencia sexual y desaparición forzada, a la vez que llevaba a cabo la misión estratégica de desarticular todas las expresiones comunitarias en donde la vida fuera resuelta de manera solidaria, colectiva y en autogestión. La dictadura cívico-militar se desplegó tácticamente en múltiples dimensiones para sembrar el miedo en la sociedad, con el fin de desmantelar la fuerza social organizada que había hecho posible la experiencia socialista en la región chilena. Estos procesos de desmantelamiento político, social y emocional de gran parte de la clase organizada han provocado una herida colectiva, profunda y traumática, herida que la impunidad y los pactos de silencio institucionales mantienen abierta hasta el día de hoy y que ha traído múltiples consecuencias en la experiencia vital colectiva de todxs quienes hemos crecido en estos territorios los últimos 50 años y más. En estos días se conmemoran 50 años del golpe de Estado que dio rienda suelta al terrorismo estatal y patronal, significando años de persecución, tortura, violación y desaparición. Sin embargo, queremos iniciar este documento con un balance de la experiencia desarrollada en los años previos al inicio de la dictadura cívico-militar. Aquel periodo suele asociarse al gobierno de Salvador Allende y a su “vía chilena al socialismo”, no pretendemos extendernos en las claras distancias políticas e ideológicas que nos separan del gobierno de la Unidad Popular (UP), toda vez que lo consideramos un proyecto de modernización capitalista que impulsó la conciliación de clase y el fortalecimiento de los mecanismos estatales de dominación, terminando en el dramático escenario de la dictadura que supuso la pulverización del tejido comunitario, la destrucción de la organización social, el asesinato y tormentos de miles de militantes populares y una profundización en la precarización de nuestras vidas latente hasta el presente.Por lo tanto, quisiéramos enfatizar en el proceso que se tejía por debajo de las direcciones partidarias, aquel fenómeno que no seguía las pautas de la institucionalidad burguesa y supuso una verdadera amenaza para el orden del Estado y el Capital; hablamos de lxs pobladorxs en las tomas de terrenos y en las Juntas de Abastecimiento Popular, nos referimos a lxs obrerxs en los Cordones Industriales, pensamos en lxs campesinxs en las tomas de fundos y en la alegría popular corriendo el cerco de lo posible, nos referirnos al Poder Popular. Esta capacidad desarrollada por diversos sectores de la clase oprimida, supuso un ejercicio de audacia tremendamente valioso, ya que, en el desarrollo de esta fuerza popular se gestaba una potencialidad capaz de sobrepasar al Estado y plantear un escenario abierto y favorable en la lucha de clases, de allí que el gobierno de Allende no escatimó recursos en iniciar un proceso de institucionalización, cooptación e incluso represión sobre estas expresiones, tratando de desactivar aquella potencia de ruptura revolucionaria. Sin embargo, no son solo causas “externas” las que debilitaron esta rica experiencia, sino también errores y límites internos que no pudieron ser superados allí donde se apura la historia. El primer traspié fue el burocratismo que operaba sobre las bases populares a partir del comportamiento parasitario de las instituciones estatales y los partidos políticos de la UP, cuestión que se reflejó en la obediencia de las bases a los lineamientos gubernamentales, temiendo, incluso, pasar por encima de Allende aun cuando las fuerzas reaccionarias se preparaban para iniciar el exterminio. Si bien el desarrollo del Poder Popular no es impulsado por el gobierno de la UP, rápidamente, la burocracia institucional inicia un proceso para su cooptación y debilitamiento, por eso, la lección es que ninguna fuerza social puede someterse a un marco gubernamental: el Poder Popular es antiestatal o no será, por tanto, es ineludible rebasar aquellas propuestas políticas que pretenden subyugar el protagonismo de las bases a lineamientos institucionales, tal como hoy ocurre con muchísimos empeños sociales que están completamente sometidos al gobierno de Boric, iniciando procesos de desmovilización y silencio cómplice ante el avance de su agenda represiva, precarizadora y extractivista. La organización popular no debe jamás confiar en un gobierno cualquiera sea su color o signo político, ya que, en la sobrevivencia y fortalecimiento de los pilares de la dominación está nuestra derrota. El segundo traspié fue la débil coordinación de las diversas experiencias del Poder Popular, dado fundamentalmente por el sectarismo y la política de trinchera de los partidos de izquierda. Estamos convencidxs de que los procesos revolucionarios no le pertenecen a ninguna ideología, partido o movimiento político, más bien, son de lxs oprimidxs que buscan dejar de serlo, por ello, es necesaria la coordinación de los diversos esfuerzos que pretenden trazar el camino de la emancipación, desde perspectivas antiestatales, anticapitalistas y despatriarcalizadoras. Dicha coordinación debe realizarse desde las organizaciones sociales a partir de sus experiencias de lucha, dejando de lado los discursos identitarios y paternalistas. Lo anterior, nos permitirá dotar de perspectiva las luchas del presente y desarrollar, en conjunto con las expresiones organizativas de la clase oprimida, una fuerza capaz de romper el actual tránsito histórico, desechando los atajos institucionales y los personalismos mesiánicos que se nos presentan como barreras en nuestro camino hacia la libertad. Ya lo dijimos antes, más allá del proyecto de la UP y de la cara institucional de los procesos políticos vividos en los cuales se inscribe el espectacular bombardeo a la Moneda, pensamos que lo que finalmente movilizó el complot golpista cívico-militar fueron las capacidades que mostraron las capas populares y oprimidas de tomar el destino de sus vidas con sus propias manos. Estas capacidades fueron gestadas y desarrolladas en décadas de lucha, constituidas a partir de los aprendizajes colectivos de nuestra clase, desde, al menos, los albores del siglo XX en los centros urbanos y mucho antes por las comunidades en resistencia a las diversas dimensiones de la colonización. Esta capacidad hizo posible la generación de fuerza social organizada que puso a temblar a la clase dominante y a los intereses imperialistas, quienes desataron toda su crueldad contra este protagonismo popular que comenzaba a escribir una nueva historia. El terror fue desatado sistemáticamente desde el Estado y cayó la noche sobre la alegría de los pueblos. La contra revolución capitalista se abrió paso brutalmente con una imparable avanzada de muerte, tortura, violencia sexual y desaparición forzada, a la vez que llevaba a cabo la misión estratégica de desarticular todas las expresiones comunitarias en donde la vida fuera resuelta de manera solidaria, colectiva y en autogestión. La dictadura cívico-militar se desplegó tácticamente en múltiples dimensiones para sembrar el miedo en la sociedad, con el fin de desmantelar la fuerza social organizada que había hecho posible la experiencia socialista en la región chilena. Estos procesos de desmantelamiento político, social y emocional de gran parte de la clase organizada han provocado una herida colectiva, profunda y traumática, herida que la impunidad y los pactos de silencio institucionales mantienen abierta hasta el día de hoy y que ha traído múltiples consecuencias en la experiencia vital colectiva de todxs quienes hemos crecido en estos territorios los últimos 50 años y más. La reestructuración capitalista que instauró el golpe y posterior dictadura cívico-militar se tradujo en una serie de rearticulaciones económicas y políticas, las cuales se transformaron en los pilares del sistema económico que heredamos de la dictadura y que los gobiernos de los 30 años han consolidado. Todas ellas han tenido efectos directos en nuestras experiencias vitales compartidas: la reconfiguración de las ciudades a través de la expulsión de lxs pobladorxs de los centros hacia las periferias y el desarrollo de la ciudad neoliberal, el freno de la reforma agraria y la continuidad del antiguo latifundio a través de un modelo agroexportador y el fomento del negocio forestal, el abandono de la educación y la salud pública, la creación de las AFP, la privatización del agua y, en general, la instauración de un modelo neoliberal y extractivista anclado a los deseos de consumo del norte global y los intereses de la clase dominante. Como planteábamos anteriormente, todos estos mecanismos de terror y precarización de la vida humana y no humana, sumados al acceso al mundo de las cosas, el consumo y el crédito, han permeado capas más profundas de las comunidades y las personas, atomizando e individualizando las experiencias comunes y reduciendo la socialización humana a espacios de consumo y mercado. Nos han educado en la competencia y la violencia para sobrevivir, bajo la premisa del desarrollo y superación personal en base al esfuerzo. Nos han aislado a lxs unxs de lxs otrxs para mantenernos en sensación de soledad y tristeza persiguiendo un modelo de éxito individual que poco conoce del goce de las alegrías y las penas compartidas. Enfrentadxs a esta devastación ecológica y social de los 50 años de implementación de un programa de muerte y desarticulación de las comunidades, no nos basta con contemplar la derrota de un proyecto institucional ni con reconocer el profundo daño que cargamos como una maldición que pareciera irremediable, porque en medio del despojo, han resistido y germinado diversas experiencias de organización y solidaridad popular como la lucha por la vivienda, las ollas comunes, la colectivización de los cuidados de la niñez, los múltiples espacios comunitarios culturales y deportivos, las luchas anti patriarcales, la defensa y cuidado de los ecosistemas, la lucha mapuche, la resistencia de las comunidades migrantes, entre muchas otras que apuestan por vidas dignas. Estos espacios de acumulación de fuerza, experimentación de formas orgánicas y métodos de lucha son aprendizaje y sabiduría práctica para disputar el presente y construir el futuro. Hoy, a 50 años de aquel dramático martes 11 de septiembre, desde el anarquismo no solo tenemos mucho que reflexionar, también debemos comenzar a romper con la inacción y el inmovilismo. Frente a los sectores pusilánimes que nos gobiernan, incapaces de defender a sus propios muertxs ante el avance de los discursos y acciones negacionistas de la derecha reaccionara, es fundamental asumir un rol protagónico en la batalla ideológica que hoy se libra, con lenguajes, narrativas, metodologías y herramientas que nos permitan salir del “gueto”. Si nuestras ideas no se enraízan en nuestra clase, otras lo hacen y, con esto, no pretendemos que todxs lxs oprimidxs se reivindiquen como anarquistas, más bien, buscamos que valores como la solidaridad, el apoyo mutuo, la acción directa y el antiautoritarismo se constituyan en la base de las relaciones sociales de nuestras comunidades, por ello, es fundamental hacer retroceder las ideas y prácticas promovidas por la burguesía, ya sea en su modalidad fascista, liberal o progresista. Por otro lado, concebimos al anarquismo social y organizado como una caja de herramientas y, como tal, se demanda su uso, por ello es que apostamos por superar las posturas identitarias y sectarias, abrazando la organización social y la construcción comunitaria de poder popular. De esta manera pretendemos desarrollar la fuerza necesaria para destruir la sociedad de clases y la mercantilización de la vida, desplegando una capacidad organizativa que ponga en el centro el protagonismo popular y se oponga a cualquier proyecto personalista, reformista y de conciliación de clases. El anarquismo debe y puede retornar a las luchas sociales y a la organización territorial, no somos ajenxs a las realidades del campo popular porque también somos pobladorxs y trabajadorxs que luchan por vidas libres y dignas, por eso, seamos hoy parte del fortalecimiento organizativo y de la necesaria coordinación de aquellas luchas libradas por diversos sectores de nuestra clase. Finalmente, reconocemos que es necesario romper con la falsa oposición entre Estado y Mercado, apostando por construir una alternativa popular con foco en la reproducción de la vida que, desde la gestión comunitaria, prefigure aquella nueva y buena vida que buscamos, a partir de la autonomía y de un programa antiestatal, anticapitalista y con una perspectiva despatriarcalizadora. Resistir no significa soportar los oscuros tiempos aferrándonos a nuestras convicciones, más bien es transformar nuestra realidad, organizarnos comunitariamente, sin retroceder ante las contradicciones y amarguras de la situación actual. Confiamos en que la memoria, la lucha y la organización popular nos acercan a la emancipación y a la construcción de comunidades más sanas, más alegres, más dignas. A pesar de los golpes y las heridas: ¡organizadxs y en comunidad luchamos por la vida! Asamblea Anarquista de Valparaíso - Federación Anarquista de Santiago
international / imperialism / war / opinion / analysis Thursday August 31, 2023 03:36 byWayne Price
A talk on the Ukrainian-Russian war, from an anarchist perspective. I reviewed my reasons for being in solidarity with the Ukrainian people. But revolutionary anarchists should give no political support to the Ukrainian government nor to the U.S. imperialists who help it. When the Russian state invaded Ukraine, I was immediately on the side of the Ukrainian people. Mainly this was because, like most people, I hate oppression, exploitation, and bullying. I am on the side of the oppressed, the exploited, the beaten, the marginalized, and the dominated. Especially whenever they fight back. While my political opinions have evolved over the years, this attitude has continued to be at the heart of my worldview.Also, I have long supported the freedom of an oppressed people to national self-determination. I learned this concept during the fight against the U.S.-Vietnamese war (dating myself). My comrades and I had no illusions in the North Vietnamese state nor the leaders of the south Vietnamese war (the “Viet Cong” or NLF). They were Stalinists and would establish a Communist-type state-capitalist dictatorship (as they did). They received military aid from the imperialist Soviet Union. But there was no question that the peasants and workers of Vietnam were supporting the war and its leadership. We gave no political support to the Stalinist leaders and rulers, we were their opponents. Yet we definitely were in solidarity with the Vietnamese people in their fight for independence and unity and whatever freedoms they might gain. We wanted the U.S. military forces to lose. I thought these lessons of the Vietnamese-U.S. war applied to this war. They implied solidarity with the Ukrainian people (however much we opposed the Ukrainian state and its capitalist “oligarchs”) and full opposition to the Russian invaders. It implied that the oppressed people have the right to get arms from wherever they can, even from other imperialists who were competing with their immediate aggressor (then the Soviet Union, now the U.S. and NATO). However, when I wrote this, I received much disagreement, often expressed with great personal hostility, expressed in name-calling, childish insults, and red-baiting. I was betraying anarchism! Some of my critics could not separate political disagreement from personal conflicts. The first wave of arguments I faced held that “no anarchist” would support the war. This was because anarchists did not support wars, or anarchists did not support wars between capitalist states. This is to say that my critics rejected (or ignored) the importance of imperialism. They did not distinguish between wars between imperialist states and wars between an oppressed, colonized, nation and an imperialist state. It was repeatedly pointed out to me that Peter Kropotkin had supported France and the Allies in World War I but that almost all anarchists at the time and later felt that he was badly mistaken. His comrade Errico Malatesta had written to condemn Kropotkin for taking sides in the Great War. But my critics did not know that Malatesta had also supported wars of national liberation by oppressed peoples (for example, in Libya against the Italian army, or in Cuba against the Spanish empire). (Price Nov. 2022) I demonstrated that “classical anarchists” had supported popular struggles for national self-determination: including, but not limited to, Bakunin, Kropotkin, Malatesta, Makhno, and others. All (with the exception of Kropotkin) distinguished between wars among imperialists (of which they opposed all sides) and wars between imperialists and oppressed, non-imperialist, countries (of which they supported the oppressed peoples). (Price July 2022; 2023) I also pointed out that many—perhaps most—of the Ukrainian anarchists supported—and participated in—the Ukrainian side of the war. Similarly, Russian and Belarusian anarchists were on the side of the Ukrainian people, and so were many other anarchists. In a report on the 2023 International Anarchist Conference at St. Imier, Switzerland, a commentator wrote, “Most events held on the war accepted the right of self-defence for Ukrainians as the minimum anarchist political basis….The event by anarchists from Russia, Ukraine and Belarus, who are actively resisting the invasion, was one of the most interesting of the meeting.” (Transnational Institute 2023) All this does not prove that it is right to support the Ukrainian people, but it does disprove the claim that no anarchist would take such a stand. In general, my opponents could not distinguish between “nationalism” and “national self-determination” or “liberation.” “National liberation” meant the freeing of a people from the oppression of the state of another nation. “National self-determination” meant that a people were able to decide for itself whether to be independent and what kind of political and economic system to have (which could be a capitalist state or libertarian socialism). But “nationalism” is one possible program meant to supposedly solve national oppression—by creating a new state and national capitalist economy (perhaps state capitalist). Anarchists should be for “national self-determination” and “national liberation” but are thoroughly opposed to “nationalism.” Instead we advocate international anarchist socialism to achieve freedom for all peoples everywhere. Others argued that Ukraine did not deserve national defense because it was not really a nation! They claimed that Ukraine was a recent invention, that its people were indistinguishable from Russians, and so on. (While not supporting the Russian invasion, many anarchists repeat Putin’s propaganda and lies.) In my opinion, all these claims were irrelevant. Historically there had been a Ukraine for centuries, oppressed by the Czars and then by the Stalinists. During the 70 years of the Soviet Union, there had been a recognized Ukrainian Republic in the USSR. But this too was not really relevant. What was important was that the Ukrainians regarded themselves as a nation. In 1991 the Ukrainian people voted overwhelming for national independence from Russia—by more than 92 per cent. This included about 80 per cent in the eastern, mainly Russian-speaking, Donbas and about 54 per cent in Crimea. (Mirra 2023; p. 126) It was their opinion which counts, not that of foreign anarchists nor of Putin and his army. To which some replied, that therefore the people of the eastern Ukraine, the Donbas, were a nation or nations because they had voted for their own republics merged into Russia. I would agree, except that the drive for their “national separation” was so clearly a Russian put-up job (with Russian soldiers everywhere). Indeed the whole movement for Donbas secession was organized since 2014 by Russian and pro-Russian agents. Another argument was that anarchists must not support a capitalist state. In fact, no Ukrainian anarchists gave any political support to the Zelensky government. They did not vote for it nor urge others to vote for it. They did not join the ruling party nor any other. They did not participate in the government in any way. They have opposed the neoliberal austerity and anti-union policies of the Zelensky government. There is no “Popular Front.” Suppose there was a strike in the U.S. Anarchists would be on the side of the workers. Outside anarchists would do labor-support activities to help the strike. Anarchist workers at the workplace would join the strike and be active in its organizing. Yet the union would undoubtedly be run by a bureaucratic and possibly corrupt leadership. Should anarchists still participate? Or should they stand aside or perhaps cross the picket lines, because the union was undemocratic and centralized? Obviously, revolutionary anarchists would join the strike and be the most militant strikers, while fighting for a more democratic, federalist, and militant union. The same is true of anarchists in a just national war of self-determination, being part of the war while working for an eventual anarchist-socialist revolution. Anarchists are participating in the war. Some distribute food and medicines. Others help refugees. But some formed Territorial Defense groups affiliated with the army. And some joined the army, fighting at the front. It would have been optimal if Ukrainian anarchists had been able to organize militias or guerrilla groups independently of the state. Unfortunately they are far too weak to do that. They must either support the existing army in one way or another, or be passive. After all, while Ukrainian anarchists have much to criticize the army for, anarchists are not opposed to its fighting the Russian invaders! Suppose anarchists were to say to the Ukrainian people, “We are against the Russian invasion, but we are also against the national army—we are even for sabotaging it—because it is the army of a state and capitalism.” Most workers would (correctly) regard this as treasonous de facto support of the invaders. On the other hand, anarchist participation in the war, in whatever capacity, can only increase positive views of anarchists among the population. Much of the opposition to supporting Ukraine is due to its getting arms and aid from the U.S. and the rest of NATO. It is often called a “proxy war.” There is an assumption by many that only U.S. imperialism is evil. But while U.S. imperialism is terrible, it is not the only imperialism. There is Russian imperialism, as the Ukrainians know. It is not unusual for one imperialist power to intervene when a colony rebels against its imperialist master. During the Cold War, the Soviet Union often aided, with guns or money, national struggles against Western imperialists—in Africa, Asia, and Latin America. Meanwhile the U.S. was “on the side” of eastern European states against the Soviet Union. Even during World War II, Nazi Germany gave “support” to Arab rebels in Britain and France’s colonies, and even to Ireland, while Imperial Japan claimed to be “freeing” Asian colonies from Britain, France, and Holland. So it was not surprising that Soviet Russia gave aid to Vietnam against the U.S.—or that the U.S. and allies should give aid to Ukraine. The U.S. state is acting for its reasons, its imperial interests in weakening its imperial competitor, not out of the “idealism” of its cynical politicians. But make no mistake. For the Ukrainians, this is no “proxy war.” It is their villages, towns, and cities which are bombed and destroyed, not those of the U.S., Germany, or Britain. It is their population which is being massacred on the ground and from the air. It is their soldiers who are fighting and being killed in massive numbers. They are fighting and dying for their country, their people, and no one else. I would not offer tactical advice to Ukrainian anarchists. But strategically I would say that their goals are two-fold: to defeat the Russian invasion and to spread anarchist ideas among the people, especially the workers. As revolutionary anarchists, we continue to be in solidarity with the oppressed, especially when they fight for their freedom. References Mirra, Carl (2023). “The War in Ukraine.” New Politics. Summer 2023. Pp. 125—137. Price, Wayne (July 2022). “Malatesta on War and National Self-Determination” https://www.anarkismo.net/article/32666 Price, Wayne (Nov. 2022). “Kropotkin and War—Today.” https://www.anarkismo.net/article/32683?search_text=Wayne+Price Price, Wayne (2023). “Anarchists Support Self-Determination for Ukraine; What Did Bakunin Say About National Self-Determination?” https://www.anarkismo.net/article/32774?search_text=Wayne+Price Transnational Institute of Social Ecology (2023). “Report From the International Anarchist Meeting in St. Imier, Switzerland” https://anarchistnews.org/content/report-international-anarchist-meeting-st-imier-switzerland * submitted to Workers Solidarity: A Green Syndicalist Webzine
doğu afrika / anarşist hareketin / press release Wednesday August 30, 2023 15:53 byÇeşitli anarşist örgütler
Sürgün olmak asla kolay bir karar değildir. Asla bir seçim değildir. Kaynaklar olmadan, gerçek bir çileye dönüşebilir. Dayanışma, bu zor zamanların üstesinden gelmenin anahtarıdır.
[لغۃ العربیۃ] [Castellano] [Deutsch] [English] [Français] [Italiano] [한국어] [Português]Uluslararası anarşist dayanışma çağrısıSürgündeki Sudanlı anarşistleri destekleyinŞubat 2022'de, 2018'den beri ülkeyi sarsan devrimci huzursuzluğun ortasında bir grup Sudanlı anarşistle temasa geçtik. Dil engellerine rağmen, onlardan bu devrimi ve kalbindeki direniş komitelerini nasıl daha iyi anlayabileceğimizi öğrendik. Öyle ki çoğunlukla genç öğrencilerden oluşan bu grup, ülkenin kuzeyindeki anarşist bir grup tarafından taklit edilmiştir. 2011'deki "Arap Baharı" sırasında birçok ülke gibi Sudan da bu yılın Nisan ayında iç savaşa sürüklendi. "Hızlı Destek Güçleri" milislerinin komutanı General Hemetti, Sudan ulusal ordusuna karşı bir isyan başlattı. Ülkenin ilerici ve devrimci güçleri oybirliğiyle bir tarafı diğerine karşı desteklemeyi reddetti ve bu durumdan kaynaklı kendilerini bu iki militarize gerici grup arasındaki mengenede buldular. Bu anlamsız çatışmada yaklaşık 5.000 kişi öldü. İki buçuk milyon insan evlerini terk etmek zorunda kaldı ve bunların 500.000'i ülkeyi terk etti. Yağma ve tecavüz giderek artmakta ve sivillere karşı kullanılan savaş silahlarının bir parçasını oluşturmaktadır. Anarşist yoldaşlarımız hala Sudan'dalar ve ajitasyon faaliyetlerine orada gizlice devam edebilmeyi umuyorlar. Savaştan önce ve hatta savaşın başında mali yardım sağladık. Ancak bu durumu sürdürmek imkansız hale geldi ve artık herhangi bir sosyal ya da siyasi faaliyete izin vermiyor. Grubun bazı üyeleri, evleri RSF tarafından yağmalandıktan sonra mümkün olan en kısa sürede ülkeyi terk etmeye karar verdi. Diğerleri ise şimdilik kalmaya karar verdi ve biz de onlara yardımcı olmaya çalışıyoruz. Dünyanın bu bölgesinde bulunan yoldaşlarımızla birlikte, herkese bu bağlamda hayatta kalmak için mümkün olan en iyi koşulları sağlamak için çalışıyoruz. Kalmaya niyetli olanlar için ihtiyaçlarını karşılamalarına ve acil bir ayrılış için ihtiyaç duymaları halinde kenara para koymalarına yardımcı olmamız gerekiyor. Şimdi sürgüne gidenler içinse, bu tür tek yönlü yolculukların gerektirdiği tehlikelerden mümkün olduğunca kaçınarak onları ülkeden çıkarmamız ve sürgündeki Sudanlılarla ve ev sahibi ülkelerdeki sömürülen sınıflarla birlikte aktivizmlerini sürdürmelerini sağlamamız gerekiyor. Ancak bölge son derece istikrarsız (iç savaşlar, darbeler ve diğer otoriter rejimler) ve şu anda ülkeyi terk etmek mümkün değil. Bunu yapmak için paraya ihtiyacımız var ve kuruluşlarımızın dayanışma fonları tek başına yeterli değil. Aşağıda tahmini masraflar yer almaktadır (ABD Doları cinsinden):
Bağışlar, halihazırda uluslararası bir dayanışma yapısına sahip olan İsviçre'deki yoldaşlarımız tarafından toplanmaktadır. Bağışınızı yaparken "Sudan Dayanışması "nı belirtmeyi unutmayın. Bağışlarınızı şu adrese gönderin:Association pour la Promotion de la Solidarité Internationale (APSI)Place Chauderon 5 1003 Lozan İsviçre
IBAN: CH84 0900 0000 1469 7613 8
İmza sahibi:☆Coordenação Anarquista Brasileira (CAB) - Brezilya
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Fri 29 Mar, 22:15 Carta de Opinión Marzo 2024 Mar 09 00:40 1 comments Malatesta’s Revolutionary Anarchism in British Exile Feb 28 08:50 2 comments Carta de Opinión Enero 2024 Jan 29 23:40 3 comments Encuentros Ácratas: Miradas anarquistas sobre el libertarianismo de derecha. Dec 05 23:59 0 comments L’Intifada depuis la France Dec 01 03:38 0 comments An Anarchist View of Trotsky’s "Transitional Program" Nov 22 05:26 3 comments The Joy of Alex Comfort Nov 21 17:47 2 comments Resist Genocide Oct 14 20:31 6 comments Résister au génocide Oct 14 20:28 4 comments Κοοπερατίβες ή τ^... Oct 12 06:55 1 comments A volunteer from Kharkov was tortured by the military after trying to leave Ukraine Oct 11 22:55 1 comments FORO CONVERSATORIO: A 50 AÑOS DEL GOLPE CÍVICO MILITAR Los desafíos y tareas del anarquism... Oct 05 02:24 1 comments Anarchists in Rojava: Revolution is a struggle in itself Oct 04 23:52 1 comments An Attempted Marxist-Anarchist Dialogue Oct 03 07:13 2 comments Taller de Estudios Anarquistas: La experiencia de los paros nacionales en Colombia Sep 12 08:38 9 comments Comunicado Público a 50 años del Golpe Cívico-Militar Sep 12 05:10 2 comments A Talk on the Ukrainian-Russian War Aug 31 03:36 7 comments Sürgündeki Sudanlı anarşistleri destekleyin Aug 30 15:53 1 comments 망명중인 수단 아나키스트... Aug 29 05:56 0 comments Υποστηρίξτε τους... Aug 29 05:45 0 comments Η Κομμούνα της Στ ... Aug 28 20:23 0 comments دعم اللاسلطوي¡... Aug 27 18:27 1 comments Sosteniamo le anarchiche e anarchici sudanesi in esilio Aug 26 02:19 3 comments Apoie anarquistas sudaneses no exílio Aug 23 23:32 0 comments Αργεντινή: Το κλε ... Aug 23 21:22 2 comments Support Sudanese anarchists in exile Aug 23 18:19 23 comments Apoyo a los anarquistas sudaneses en el exilio Aug 23 18:15 0 comments Unterstützt sudanesische Anarchist:innen im Exil! Aug 23 17:45 0 comments Soutenir l’exil des anarchistes soudanais·es Aug 23 03:53 2 comments Ε. Ρεκλύ: Ένας πρωτ&... Aug 20 21:58 2 comments more >> |