¿Qué pasa en Egipto?

Las protestas realizadas por el pueblo egipcio, son la muestra más de que las políticas neo-liberales causan un daño terrible a la clase trabajadora. A continuación alguna de las razones de este movimiento, la represión ejercida a la protesta social y la busca de respuestas desde el pueblo organizado.

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Es sabido que el capitalismo sufre crisis cíclicas, períodos donde el desempleo, la pobreza y el costo de la vida aumentan de manera sostenida. Sabemos bien que esto es parte del modo de producción, por lo tanto no es de extrañar que surjan manifestaciones, de la clase trabajadora, alegando por una vida digna.

El caso de Egipto en particular, tiene una peculiaridad, puesto que en 30 años de políticas neo-liberales, no había estallado un alzamiento del pueblo, sino que habían callado de manera estoica todos los problemas que este modo de producción impone a nuestra clase en las diferentes latitudes del globo.

El presidente Hosni Mubarak, que la mejor descripción de este es un tirano, puesto que lleva 30 años en el poder nunca había tenido que enfrentar este nivel de descontento popular manifestado en las calles.

La lucha por la cual el pueblo organizado egipcio está en las calles, tiene varias razones, pero son dos que atenderemos con mayor cautela; el desempleo juvenil y el aumento de las enfermedades mortales.

La primera es fundamental, estamos viviendo una de las crisis más graves que ha tenido el sistema económico capitalista, por mucho que los medios de comunicación al servicio de la clase dominante lo oculten, seguimos en esta fuerte crisis. La consecuencia lógica de esta es que cueste más encontrar trabajo, puesto que los dueños de las fábricas y de las transnacionales, deben “abaratar” costos para continuar con la acumulación de capital por parte de la burguesía. Este “abaratar costos” se traduce en despidos masivos de trabajadores, baja en los salarios, aumento del costo de la vida, y otras tantas medidas que nos afectan como explotados.

El desempleo alcanzaba un 10% en el año 2008, cifras que deberían tener un crecimiento sostenido, puesto que lo peor de la crisis aún no estaba registrado en esos datos recogidos por la “agencia central para la movilización pública y estadística”.

Las políticas neo-liberales aplicas en ese país datan desde 1970, conocidas también como “puertas abiertas”, esto, como bien sabemos, agudiza el conflicto social entre ricos y pobres, aumentan las diferencias de clase, el trabajo precario, la flexibilidad laboral, el impedimento de organizarse como trabajadores, ya que las multinacionales vienen con todo un juego antisindical.

La crisis hace eco, como siempre, en la clase trabajadora, siendo la que más sufre, puesto que no posee los instrumentos necesarios para poder producir por sí misma, además, el Estado juega un rol de fomentar el capitalismo, creyendo que la inversión extranjera, o burguesa nacional, en recursos naturales, puedo sacar de la crisis al país, siendo que es esta misma la que los llevó a este colapso y manifestaciones que se extienden no solo en El Cairo (capital) sino que también en Suez. Una vez más queda claro que el Estado es un constructo para el desarrollo del modo de producción capitalista.

El otro punto a tratar es el aumento en las enfermedades mortales, que van en aumento, enfermedades como: la malaria, el cólera, el falciparum maligno, son sólo algunos de los pesares que debe sufrir el pueblo productor por la falta de sanidad en las calles y en los lugares de trabajo, una evidencia más de que los trabajadores y trabajadoras solamente deben contar con los medios básicos para subsistir, sin preocuparse de las condiciones insalubres de vida que sufren los proletarios, es una forma de explotación brutal que sufren los compañeros de clase del lejano país.

Estas enfermedades hacen que la mortalidad infantil tenga altos índices llegando a un alarmante 36%. Es decir, la situación es insostenible, siendo que es un país con los indicadores más altos de crecimiento económico (7,1% antes de sufrir la crisis del capitalismo).

Una vez más, vemos como el desarrollo del capitalismo en los diferentes países no implica una mejor calidad de vida para nuestro pueblo. Claramente estos altos índices de muertes infantiles no los sufren los burgueses de ese país, puesto que ellos cuentan con el dinero suficiente como para pagar una buena clínica, sino que esta cifra aumenta en medida de que la clase trabajadora tiene más hijos, vale decir, la tasa de mortalidad nos dice que mueren en gran cantidad hijos e hijas del pueblo.

Estas son algunas de las razones por las cuales el pueblo egipcio está en las calles luchando por dignidad pero es bien sabido por todos, que esto no se puede dar en un sistema el cual se sostiene en base a la explotación de muchos sostenida por unos pocos.

Estas razones llevan a que el pueblo busque la renuncia del presidente, sin embargo, nosotros sabemos, y como lo demuestra la historia, que un cambio en el poder no es suficiente para que la clase trabajadora deje de sufrir la explotación y pueda tener mejor calidad de vida, esto sólo hace que la burguesía juegue cartas diferentes para que una vez más, llegue otro a retomar lo que dejo el anterior, quizás de un modo diferente, pero siempre bajo el mismo cariz, la mantención de la sociedad de clase y el trabajo asalariado, que es el mayor mal que afecta a los diferentes proletarios de todas las latitudes del mundo.

Represión de la protesta social

La represión de las manifestaciones han dado la vuelta al mundo, en Chile se muestra como las fuerzas de “seguridad” golpean brutalmente a jóvenes, mujeres, adultos, etc. a todo aquel que muestre su descontento. La clase burguesa chilena mira espantada estas imágenes, ellos creen que en este territorio nunca ha pasado, pero es bueno refrescar la memoria con lo que pasa en Isla de pascua, lo que pasa a diario en las comunidades mapuche. Esto es algo, lamentablemente, común, donde exista una manifestación pidiendo mejores condiciones de vida existe una represión brutal.

Centrándonos en el país africano, el presidente, tiene una larga carrera militar, siendo incluso amaestrado en la ex URSS, expertos en reprimir, un ayuda memoria es lo que hicieron los “comunistas” a los campesinos en el período del “comunismo de guerra”, la brutal represión que recibieron los marineros de Kronstadt en 1921, por practicar la vía antiautoritaria del socialismo. No es de extrañar la brutalidad del actuar de la policía, siendo que el jefe de Estado, ha tenido instrucción militar a gran escala a lo largo de su vida.

Las imágenes son brutales, una vez más nuestro pueblo sufre la represión en carne propia por los guardianes del Estado, luchando por mejorar su calidad de vida, es evidente, que la despreocupación por las autoridades, en lo expuesto anteriormente, es grave, por decir lo menos. Pero es aún más impresionante, la forma excesiva de represión por parte de la policía. Hasta el momento el número de muertos en las protestas es de 73 muertos en sólo dos días.

El último anuncio hecho por el Gobierno, fue que el gabinete completo está destituido de su cargo y que prontamente se encontraran nuevas personas para que ocupen su lugar dentro del poder. Sin embargo, los manifestantes han dejado claro, que lo que buscan no es un cambio de uno o dos ministros, ni siquiera de todos, sino que es la renuncia del presidente, que como bien saben, es el que ha abierto las puertas al capitalismo y que ahora solo está sufriendo debido a las medidas adoptadas en el pasado.

Estas protestas, pueden ser la antesala de lo que ocurrió en Argentina, en el año 2001, bajo el clásico slogan “Que se vayan todos”, una vez más la organización popular y las demandas de nuestro pueblo, marcan un precedente que dice claramente, que el poder estatal no soluciona los problemas que sufrimos los explotados sino que los mantiene, en consecuencia, ante estos hechos, solo queda la organización entre proletarios como forma de resistir a los embates de la burguesía.

Las protestas han ido en aumento, diferentes ciudades del africano país, se suman a las manifestaciones del pueblo organizado, es de esperar, que la respuesta represiva llegue con mayor intensidad.

Por último es importante decir que Barack Obama, ha anunciado que "EE.UU. defenderá los derechos del pueblo egipcio", por lo tanto es de esperar que tropas norteamericanas invadan para “mantener la paz” en ese país, en consecuencia una nueva invasión por las vías pacíficas, podría ser vista en Egipto y considerando esto, una nueva forma de represión a la clase explotada del país africano, ya que este cuenta con una gran reserva de petróleo, y de recursos minerales que los imperialistas desean obtener a toda costa, esto se ve en el actuar yanqui en todas las partes del mundo.

Por otro lado es irónico, que Obama se espante al ver las imágenes de represión y cabe preguntarse ¿Acaso no ha visto la gran cantidad de material audiovisual que circula en la red mostrando las atrocidades que cometen los marines norteamericanos? Como bien sabemos cuándo ellos hablan de justicia o de defensa de derechos, esto implica que impondrán su orden económico, cultural y social en los lugares que dicen defender.

La represión a llegado a niveles insospechados, ya que dentro del país, no se puede acceder a internet, vale decir, tenemos la información de los medios burgueses egipcios, por lo tanto no podemos saber la magnitud real de lo acontecido en ese país, no podremos tener la versión que nos importa, la versión del pueblo organizado. La otra medida adoptada es la imposición del toque de queda que va desde las 18 horas hasta las 7 horas. Formando así un estado de sitio donde las justas demandas del pueblo egipcio no pueden ser manifestadas a viva voz.

Desde el pueblo organizado salen las respuestas

La necesidad de luchar por mejores condiciones de vida en el capitalismo, es pan de cada día entre los explotados, sin la lucha social los proletarios vivirían, aún más, sumidos en la miseria.

Este es un ejemplo de cómo la organización popular puede demandar cosas que parecen impensadas, en 30 años no se habían visto protestas de este tipo. Sin embargo, es necesario comenzar a levantar perspectivas de construcción claras.
La necesidad de una organización específica que abra espacios al pueblo es imperiosa. De esta forma no sólo se buscaría la renuncia del presidente, sino que una vía revolucionaria al conflicto.

Los 30 años de pasividad pueden pasar la cuenta a un movimiento social que lucha por mejoras justas, en consecuencia, el rol que deben jugar las organizaciones políticas de ese país es fundamental, tanto en la organización del descontento, como en la guía del pueblo mismo, siendo esta, la clase trabajadora, que encuentre las respuestas a las razones reales del por qué suceden este tipo de cosas, alto desempleo, alta mortalidad, crisis del capitalismo, etc.

La necesidad de perspectivas revolucionarias para tomar un camino es fundamental, el descontento del pueblo egipcio es gigante y ha sido callado por mucho tiempo, en consecuencia, es necesario que desde el mismo pueblo comiencen a salir las soluciones a los conflictos.

Comités de desempleados, Comités de salubridad, Organizaciones barriales, etc. Deben florecer a la luz de la experiencia que se está ganando en estas luchas, es decir, un pueblo organizado desde sus bases, de abajo hacia arriba, con la participación de todos y todas para que no se tenga que llegar a las alarmantes cifras que hemos expuesto para que la protesta se levante.

La lucha de clases muestra su cara más evidente en estos momentos, la perspectiva anarquista debe estar presente en estos instantes en las mismas manifestaciones de los compañeros de clase.

Es el momento en que el pueblo comience a tomar sus propias decisiones y avanzar a paso firme. La evidencia de la desidia del Estado, con la clase trabajadora, no es algo fortuito, sino que es algo inherente a él, en consecuencia, es el momento propicio para comenzar a practicar espacios autogestión social, es decir, que los explotados comiencen a ganar terreno.

Es en este momento donde deben salir respuestas desde el pueblo, desde su misma organización, ya que depende de este el tiempo que dure la protesta social y que las finalidades que demanden lleguen a buen puerto.

Las respuestas siempre deben ir en una vía revolucionaria, buscando solución a todos los problemas inmediatos y construir de apoco los cimientos de un cambio real en la sociedad de clases egipcia.

Las respuestas no las encontraran en los partidos políticos o en los oportunistas de siempre, sino que vienen desde las bases, desde el mismo pueblo explotado, en consecuencia, la organización de este es fundamental para el desarrollo de un movimiento social fuerte y revolucionario, ya que tal vez sin darse cuenta, están dando un ejemplo de cómo luchar, ante la arremetida de los ricos y poderosos.

Por último, es el pueblo mismo, el que encontrará los nuevos horizontes que busca, es decir, esta misma experiencia servirá para la fortaleza del movimiento popular de Egipto.